El Parlamento alemán eliminó el pasado viernes una ley de la era nazi que limitaba la información sobre el aborto y por la que varios ginecólogos había sido condenados a pagar multas.
El párrafo 219 a del Código Penal, aprobado en 1933 poco después de que Adolf Hitler se arrogara plenos poderes, prohibía a las consultas médicas y demás centros de atención a la mujer dar información, preferentemente a través de sus páginas web u otros medios, sobre métodos de interrupción voluntaria del embarazo.
La propuesta de derogación, que había sido incluida en el pacto de coalición suscrito en diciembre entre socialdemócratas, verdes y liberales, recibió el apoyo de las tres fuerzas gubernamentales, junto con el de La Izquierda, mientras que el bloque conservador y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) lo rechazaron.
La supresión de ese párrafo era una cuestión "más que apremiante", según el ministro de Justicia alemán, Marco Buschmann. En su opinión, mantenerlo vigente implicaba "añadir problemas" al sector médico o incluso colocarlo a las puertas de incurrir en delitos.
El proyecto de ley contempla además rehabilitar a los médicos que desde 1990 habían sido sancionados por ignorar esa restricción, algunos de los cuales llevaron su campaña a los medios de comunicación.
El aborto en Alemania
En Alemania, una mujer que desee abortar en las primeras 12 semanas de embarazo debe participar en una consulta obligatoria en un centro autorizado. La, según la legislación vigente, busca "incitar a la mujer a continuar su embarazo", según la legislación.
Además, salvo excepciones, como que esté en riesgo la vida de la madre o que se haya tratado de una violación, los seguros médicos no cubren la práctica.
Cada año se practican unos 100.000 abortos en Alemania, pero la tendencia es a la baja en los últimos años.