Desde Munich
Bajo un sol duro de los primeros días del verano europeo, el presidente Alberto Fernández desembarcó este domingo en Munich, donde en la previa a la reunión de líderes del G7 mantuvo un encuentro bilateral de relevancia con el premier de la India, Narendra Modi. Se habló allí del intercambio comercial en alimentos y, fundamentalmente, sobre la decisión de India de apoyar el ingreso de Argentina a los Brics, bloque de países en vías de desarrollo. Esa posibilidad se abrió en mayo cuando hubo otra reunión entre funcionarios de los dos países en Nueva Delhi.
Del encuentro, que se desarrolló en una sala del Hotel Bayerischer Hof, participaron todos los funcionarios de la comitiva y el titular de Diputados, Sergio Massa. A la salida del mitin, el canciller Santiago Cafiero afirmó que "son cada vez más los productos argentinos que se instalan en India, sobre todo aceite de girasol y harina de soja".
En el Gobierno esperan, en este sentido, que se vuelvan a romper este año los records históricos del intercambio comercial entre ambos países. En volumen de comercio, el principal socio de Argentina es China, seguido por Brasil, Estados Unidos y luego India.
A última hora de este domingo, el Presidente participó en la actividad de bienvenida a los 6 países no miembros invitados al G7 (India, Ucrania, Sudáfrica, Indonesia, Senegal y Argentina), evento que se desarrolló en el Teatro Cuvilliés en Munich Residenz. Y por la noche, fue parte de la cena que ofreció el Ministro Presidente de Baviera, Markus Söder. Baviera es la región donde se desarrolla la cumbre.
Cumbre y bilaterales con europeos
La agenda fuerte de la cumbre empezará este lunes, con dos discursos del Presidente Fernández en la reunión de líderes, más un pelotón de reuniones bilaterales con otros de sus pares. Vale decir que Fernández fue invitado a la cumbre como presidente de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe), por eso mantendrá una dinámica doble: hablar del país en los mano a mano y de cuestiones más estructurales de la región en la cumbre en general.
Así las cosas, luego de verse con el indio Modi, mientras se desarrolla la cumbre en el Palacio Elmau -un enclave cercano a los Alpes y a una distancia de 100 kilómetros de Munich-, Fernández se reunirá con el premier británico Boris Johnson; con la titular de la Comisión Europeoa, Ursula Von der Leyen y con el canciller alemán Olaf Scholtz, quien fue el encargado de invitar a Argentina meses atrás. Además, mantendrá encuentros con el premier italiano Mario Draghi; con el titular del Consejo Europeo Charles Michel; y con el primer ministro japonés, Fumio Kishida. Asimismo, en salón a confirmar y mientras se celebre la cena de cierre de la cumbre, tendrá bilaterales con dirigentes de Sudáfrica y Senegal.
El castillo y la mega seguridad
La agenda de este lunes arrancará muy temprano, con el presidente viajando en helicóptero al palacio Elmau a las 6 AM. Si bien su agenda arranca cerca del mediodía, Munich es una ciudad colapsada por la policía que está dispuesta a todo para evitar desbordes y protestas contra la cumbre. De hecho, por la cantidad de retenes que se esperan en la ruta al palacio, se especula con que el recorrido por ruta podría tardar hasta dos horas. En la previa, hubo manifestaciones aisladas y otras más duras, en las que se incendiaron ocho camionetas de la policía.
El Elmau es un castillo que en la era nazi se usó de sitio de retiro y luego, cuando la segunda guerra terminó, se convirtió en un hospital para tuberculosos. No es la primera vez que el G7 se desarrolla allí, y la presencia de Fernández en la jornada de este lunes tendrá varios ejes claros. En primer lugar, un pedido para que las potencias mundiales comprendan que el conflicto entre Rusia y Ucrania está pegando globalmente y poniendo en problemas a las economías más débiles; y, en paralelo, que se piense una ingeniería mundial centrada en mayor financiamiento a los países en vías de desarrollo, vía DEGS u otros mecanismos.