Desde Munich
A las puertas de la apertura de la cumbre del G7, el bloque de países (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Japón) puso en marcha un importante programa de inversiones de 600.000 millones de dólares para países en desarrollo, pensado para responder a las grandes obras financiadas por China. El anuncio lo hizo el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
"Con los socios del G7, buscamos movilizar 600.000 millones de dólares hasta 2027 para inversiones mundiales en infraestructuras", declaró la Casa Blanca poco antes de un discurso de Biden, en el que develó esta propuesta, durante la cumbre de los siete países mas industrializados de Occidente en el sur de Alemania.
La "Asociación mundial para las infraestructuras" (Partnership for Global Infrastructure) debe, según la misma fuente, "suministrar infraestructuras de calidad sustentables". El G7 "se dio como ambición hacer en el mundo una mejor oferta en materia de inversión en las infraestructuras", subrayó el canciller alemán Olaf Scholz, quien presentó el proyecto al lado del presidente estadounidense.