Los líderes de los países del G7 anunciaron este domingo nuevas sanciones contra Moscú, entre ellas la prohibición de importar oro ruso, y llamaron a la unidad del grupo, en el primer día de una cumbre que se celebra en Alemania y estará ampliamente consagrada a la guerra en Ucrania. El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente estadounidense, Joe Biden, acudieron al castillo de Elmau, cerca de la frontera con Austria, dispuestos a mostrar cohesión en la previa de una cumbre estratégicamente colocada entre la de la Unión Europea (UE), el jueves pasado, y la de la OTAN en Madrid, el próximo miércoles.
En el primer día de cumbre, Biden elogió la unidad mantenida entre las potencias frente a Rusia y dijo que el G7 "trabajará" en los problemas que acompañan a la guerra. Scholz aseguró en el mismo sentido que el "buen mensaje" era que "todos logramos estar unidos", y que eso era algo que el presidente ruso, Vladimir Putin, "nunca esperó".
Sin embargo, en otro salón del castillo, el primer ministro británico, Boris Johnson, se reunió a puertas cerradas con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien favorece negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia, y le advirtió que no era momento de buscar una solución negociada a la guerra, informó un vocero del gobierno británico.
Rusia dice que seguir entregando armas a Ucrania y adoptando sanciones económicas en su contra no cambiarán el curso del conflicto y solo agravarán la crisis mundial. El Kremlin ha llamado a Ucrania a "aceptar la realidad" de que está perdiendo la guerra y a negociar. Sin embargo, Johnson y Macron estuvieron de acuerdo, en su bilateral, con que "era posible cambiar el rumbo de la guerra" y acordaron también "reforzar" el apoyo militar a Kiev, según el vocero del primer ministro británico.
Nuevas sanciones a Rusia
En otra vuelta de tuerca a la gran campaña de sanciones para tratar de aislar económicamente a Rusia, los países del G7 anunciaron una prohibición de importación de oro ruso. Funcionarios estadounidenses dijeron que la de oro es la segunda mayor exportación de Rusia luego de la de productos energéticos, y que prohibir su importación dificultará la participación de Moscú en los mercados globales.
Los gobernantes de Alemania, Japón, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá también cerraron filas tras una nueva iniciativa estadounidense de asociación global que busca ser alternativa a las inversiones de China y Rusia en el mundo en desarrollo, incluyendo a América latina. Biden anunció que el G7 buscará invertir 600 mil millones de dólares en ese programa.
Unas 800 personas se manifestaron el domingo en la ciudad alemana de Garmisch-Partenkirchen, en Baviera, contra la cumbre celebrada a pocos kilómetros, pero las protestas no alcanzaron los niveles de adhesión que se esperaban y los enfrentamientos con la policía fueron aislados. Las principales consignas de la manifestación fueron la crisis climática y el temor a una escalada de la guerra en Ucrania.
En esta cumbre del G7 participarán también varios mandatarios de países que no forman parte del grupo, quienes fueron invitados especialmente por el anfitrión Scholz, entre ellos el presidente argentino y titular pro-témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Alberto Fernández. La lista de mandatarios que recibieron invitaciones para asistir a esta edición del foro se completa con los presidentes de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; Senegal, Macky Sall; Indonesia, Joko Widodo; y el primer ministro de la India, Narendra Modi.