El Congreso de Ecuador debatía este domingo por segundo día consecutivo la posibilidad de destituir al presidente Guillermo Lasso, acusado por un sector opositor de provocar "la conmoción interna" que dejan dos semanas de protestas indígenas con al menos cinco muertos, 166 heridos y 123 detenciones. El sábado a la noche Lasso derogó el estado de excepción impuesto en seis provincias del país buscando descomprimir el conflicto, aunque desde la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) indican que el gobierno sigue sin responder a las principales demandas y llaman a seguir ocupando las calles.
Luego de casi ocho horas de deliberaciones el sábado, en las que participaron 32 de los 137 diputados que componen el Parlamento, la sesión virtual fue aplazada para el domingo por la tarde, por lo que se presumía que la sesión se extendiera hasta más allá de la medianoche. La bancada de Unión por la Esperanza, afín al expresidente Rafael Correa, acusa a Lasso de la "grave crisis política y conmoción interna" que sacude al país desde el 13 de junio, con manifestaciones y bloqueos casi diarios.
Ante la ausencia de Lasso en la sesión, el secretario jurídico Fabio Pozo, procedente de las finanzas y no de la política partidaria, asumió su defensa. La destitución del mandatario requiere 92 de los 137 apoyos posibles en el Congreso. Después de los debates, los diputados tendrán un máximo de 72 horas para votar, en un escenario en el que la aprobación parece lejana (el diario El Universo cifraba en 77 la cantidad de votos favorables a la destitución, cuando el correísmo apenas aporta 47 votos).
En cualquier caso, si fuera aprobado el pedido de destitución, el poder lo asumiría el vicepresidente Alfredo Borrero, y se llamaría a elecciones presidenciales y legislativas para el resto del período (hasta 2025). Ecuador sufrió la salida abrupta de tres mandatarios entre 1997 y 2005 frente a la presión social.
La ciudad de Quito, epicentro de las protestas, despertó el domingo tranquila y a la expectativa del debate parlamentario. Aunque en su mayoría las protestas han sido pacíficas, las jornadas del jueves y viernes se tornaron violentas en la capital, con una fuerte represión policial. La sede presidencial permanece bloqueada con vallas metálicas, alambres de seguridad y uniformados.
Lasso ordenó el sábado por la noche el fin del estado de excepción, bajo el cual impuso un toque de queda nocturno y militarizó la ciudad. Quito fue el domingo una válvula de escape para los ciudadanos de a pie que, luego de dos semanas de paralizaciones, pudieron abrir parcialmente sus comercios.
De a poco, aparecieron los micros de transporte urbano cruzando la avenida Doce de Octubre, donde 48 horas antes la zona era un mar de gases lacrimógenos y barricadas. Unos cuantos manifestantes deambulaban en silencio por la capital ecuatoriana, cargando escudos y banderas, a la espera de las nuevas directivas que surjan de la asamblea de la Casa de la Cultura, símbolo histórico de los levantamientos de la Conaie.
Iza llama a continuar la protesta
Lasso culpa del "caos" en el país al presidente de la poderosa Conaie, Leonidas Iza. "Aquí no hay un luchador social, aquí hay un anarquista que quiere derrocar un gobierno", aseguró el mandatario de derecha en una entrevista con CNN. Con su tradicional poncho rojo y sombrero negro, Iza respondió este domingo: "Estamos totalmente conscientes de que estos días de lucha se ha generado desabastecimiento. Si el gobierno no se hubiera puesto tan necio, seguramente no hubiéramos estado tantos días aquí".
Iza se pronunció públicamente frente a distintas organizaciones indígenas y celebró que, en estos 14 días de paro nacional, han logrado "tumbar" los decretos de estado de excepción. Sin embargo, el líder indígena señaló que las demandas centrales aún no fueron atendidas.
"El tema de combustibles no está resuelto, el tema financiero no está resuelto, el problema petrolero minero no está resuelto, el problema de los bajos precios de los productos de los campesinos no está resuelto", indicó Iza, ratificando que las protestas pacíficas seguirán en distintos puntos de Ecuador.