Se cumplen 100 años del nacimiento de Gregorio Selser (2 de julio de 1922- 2022) periodista argentino, historiador, editor y docente juntador de papeles de Nuestra América. Hoy más que nunca es necesario rescatar su figura legendaria por múltiples razones. Conoció a la mayoría de los protagonistas que fueron construyendo la historia del siglo XX y han sido expresión de las artes y la política en América Latina y el Caribe: Alfredo Palacios, Juan Domingo Perón, Arturo Frondizi, Arturo Illia, Ernesto Che Guevara, Julio Cortázar, Rodolfo Walsh, Raúl Alfonsín (Argentina); Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz (Guatemala); Fidel Castro (Cuba), Salvador Allende (Chile), Omar Torrijos y José de Jesús Chuchú Martínez (Panamá); Daniel Ortega, Tomás Borge (Nicaragua); José María Velasco Ibarra, Oswaldo Guayasamín (Ecuador), Juan José Torres (Bolivia), Juan Velasco Alvarado (Perú), Juan Bosch (República Dominicana); Gabriel García Márquez (Colombia), Eduardo Galeano (Uruguay), entre otros.
Investigó la realidad y las luchas de los pueblos de América Latina y el Caribe, dando vida y vigor a los hombres y mujeres y los procesos emancipatorios desterrados de la memoria por la historia oficial.
Los trabajos de investigación de Selser que fueron transformándose en artículos periodísticos, ensayos o libros procuraron revelar las distintas herramientas de penetración y dominación política de Estados Unidos en América Latina y el Caribe como los golpes de Estado, los planes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Pentágono, las alianzas entre las distintas administraciones estadounidenses con las oligarquías y burguesías locales que profundizaban las condiciones de dependencia. También fue un precursor del análisis de los medios masivos gráficos, radiales, televisivos, electrónicos y de las noticias falsas. Así lo reflejan sus casi 50 libros como Sandino General de Hombres Libres (una de las ediciones con prólogo del guatemalteco Miguel Angel Asturias, futuro Premio Nobel de literatura), El Guatemalazo, El rapto de Panamá, Diplomacia, garrotes y dólares en América Latina, Argentina a precio de costo: el gobierno de Frondizi, La Revolución cubana, La CIA en Bolivia, De cómo Nixinger desestabilizó a Chile, La batalla de Nicaragua (en colaboración con Gabriel García Márquez, Ernesto Cardenal y Daniel Waksman Schinka), Reagan de El Salvador a las Malvinas, entre otros.
Distintos periódicos, revistas y agencias de noticias del planeta tuvieron su pluma con su nombre verdadero o seudónimo como La Prensa, El Cronista Comercial, Página12, Crisis, Marcha de Uruguay, El Día, El Financiero o La Jornada de México, Prensa Latina de Cuba, Inter Press Service (IPS).
Su injusta muerte a los 69 años se produjo un 27 de agosto de 1991 en tierras mexicanas a causa de una enfermedad terminal.
Logré realizar la primera y única biografía hasta el día de hoy del Maestro: Gregorio Selser. Una leyenda del periodismo latinoamericano. Con prólogo de Stella Calloni editado en conjunto por la EDULP (Ediciones de la Universidad de La Plata) y EPC (Ediciones de Periodismo y Comunicación de la Facultad de Periodismo de La Plata). Allí recorro aspecto de su infancia en el orfanato de niños judíos huérfanos, la escuela primaria y sus primeras lecturas. Su encuentro con Alfredo Palacios y Carlos Quijano en el exilio uruguayo. Sus comienzos en el periodismo. Su encuentro con la vida del líder nicaragüense Augusto Sandino y la importancia de su libro sobre Sandino para el pueblo nicaragüense y la formación política de los combatientes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que llegarían al poder en julio de 1979.
En el plano nacional describe las presidencias de Juan Domingo Perón, Arturo Frondizi y Arturo Illia, las dictaduras de Juan Carlos Onganía, Rodolfo Levingston y Agustín Lanusse. La última dictadura cívico militar que asoló el país, su exilio en México y el retorno de la democracia con Raúl Alfonsín y los primeros años del gobierno de Carlos Saúl Menem. En el ámbito internacional se destaca el debate que tuvo en 1958 con el vicepresidente estadounidense Richard Nixon, su participación en la Cumbre de la OEA en Punta del Este en 1961, la invasión yanqui a Panamá (1989), la caída del muro de Berlín, la Guerra del Golfo Pérsico, la disolución de la Unión Soviética, entre otras incalculables reflexiones de distintos acontecimientos históricos del siglo XX.
Merece un plus aparte, el capítulo de La cronología de las intervenciones extranjeras en América Latina, que podría considerarse la obra cumbre de Gregorio Selser y el resultado de más de 30 años de trabajo sobre la historia del imperio estadounidense y su política de intervenciones “diplomáticas” y guerra abierta contra América Latina y el Caribe. Es una enciclopedia que consta de cuatro tomos, de 2500 páginas, en donde se recapitulan principalmente desde el momento mismo en que Estados Unidos alcanzó su independencia en 1776 hasta su feroz invasión militar a Panamá en diciembre de 1989.
El trabajo me llevó alrededor de cinco años y conté con la ayuda de prestigiosos colegas argentinos como Stella Calloni, Osvaldo Bayer, Rogelio García Lupo, Oscar El Gallego González, Carlos Aznárez, Atilio Borón y Alcira Argumedo, entre otros que me abrieron sus archivos y bibliotecas y sus memorias. También pude lograr más de 50 testimonios de distintas personalidades del periodismo, las ciencias sociales y la política del mundo como el norteamericano Noam Chomsky, los mexicanos Blanche Petrich, Stephan Hasam y Humberto Musacchio, los cubanos Juan Marrero y Marta Rojas, Blanca Segovia Sandino (única hija del General Augusto C. Sandino) y Aldo Díaz Lacayo de Nicaragua, Carlos Fazio y Daniel Viglietti de Uruguay, el brasileño Eric Nepomuceno, los panameños Nils Castro y Julio Yao Villalaz, los peruanos Ricardo Napurí, Rafael Roncagliolo, Juan Luis Gargurevich, entre otros.
Hombre honesto y de una ética insobornable, abrazó la causa antiimperialista y anticolonialista y la enfrentó con toda su fuerza y pasión con una máquina de escribir y el periodismo como arma de combate, para descubrir lo que él denominaba “la historia americana de la infamia” y despertar y liberar conciencias aturdidas por tantos años de sometimientos.
Selser no escribía para recibir premios ni menciones, escribía para que los pueblos de América comprendieran que su dependencia histórica del imperialismo norteamericano no tenía que ser eterna. Que la justa liberación de los condenados de la tierra era posible y necesaria, pero a partir de los hechos históricos y sin olvidar la siempre postergada unidad latinoamericana. A cien años de su nacimiento, su vida y obra lo siguen definiendo como un imprescindible de Nuestra América.