Luego de la repercusión que causó la noticia publicada ayer por PáginaI12 sobre el acto en el que un adolescente y un chico de nueve años fueron crucificados durante tres horas en la plaza principal de Humahuaca, el Ministerio de Educación de Jujuy dio a conocer en un comunicado que “repudia enérgicamente la crucifixión”, y aclaró que “no autorizó la suspensión de clases para asistir a la marcha ni apoyó la misma”. Sin embargo, una nota publicada ayer por el diario jujeño El Tribuno consignó citas textuales del director de la Escuela Nro 442, Cleofé Vilca; de la supervisora de Nivel Inicial, Eve Simón; y del intendente Leonel Herrera, que explicitaron su apoyo a la “crucifixión simbólica” impulsada por el cura Jesús Olmedo. La nota también indicaba que la marcha fue acompañada “por todas las instituciones educativas locales”. En diálogo con PáginaI12, el cura Olmedo aseguró que “hace más de un mes y medio vengo trabajando con los chicos y planificando la marcha. Durante ése tiempo mandé notas a todos los supervisores y directores de las escuelas que participaron, y todos ellos notificaron al ministerio”. Además advirtió que si sancionan a algún miembro de la comunidad educativa “voy a hacer, junto a un grupo de hombres, una huelga de hambre”. Voceros de la intendencia de Humahuaca coincidieron con el cura en que “tenía autorización de la ministra para hacer la marcha”.
“Nos enteramos de las crucifixiones por la nota de PáginaI12. Sabíamos que Olmedo estaba organizando una marcha por la paz porque salió en las noticias locales, pero no sabíamos que estaba convocando a los chicos de las escuelas y no hubo ninguna comunicación con el Ministerio”, aseguró en conversación con este diario Irene Ballatore, vocera del Ministerio de Educación de Jujuy. “No sabemos qué le dijo Olmedo a los chicos y a los docentes de las escuelas que participaron, pero creemos que la crucifixión implicó una lesión a la dignidad del niño”, agregó. El comunicado publicado por el Ministerio, firmado por la ministra Isolda Calsina, sostiene que “la exposición de niños y adolescentes a simulacros de actos violentos y crueles es violatoria de sus derechos humanos, incompatible con la dignidad personal e inadmisible para promover la paz en el mundo”, y advierte que el organismo provincial “dispuso sancionar a los directivos de las escuelas participantes por interrumpir la actividad escolar sin un motivo justificado y por acompañar tan grave suceso”. Respecto a la sanción, Ballatore aclaró que va a pesar sobre “todas las escuelas que interrumpieron su actividad escolar sin autorización del Ministerio”, que, de acuerdo con la prensa jujeña y lo dicho por Olmedo, fueron todas las escuelas de la localidad.
El cura aseguró que lo informado por el Ministerio en el comunicado es falso. Contó a este diario que empezó a planificar la marcha hace casi dos meses, tiempo durante el cual visitó distintos colegios para hablar con los chicos sobre la paz. “Durante ese tiempo mandé notas a todos los supervisores y directores de las escuelas, y todos ellos notificaron al Ministerio”, aseguró Olmedo. Sobre la crucifixión del chico fue enfático: “No me arrepiento en absoluto”. “Yo me hago responsable; si van a denunciar a alguien que me denuncien a mi. Voy a defender a los maestros hasta el final. Si el Ministerio sanciona a algún maestro, director o supervisor, voy a hacer, junto a un grupo de hombres, una huelga de hambre a partir de este lunes. Estoy preparando una carta para mandarle a la ministra”, adelantó el cura.
Waldo Gutiérrez, encargado de prensa de la municipalidad de Humahuaca, coincidió con Olmedo en que las escuelas “tenían autorización de la ministra para hacer la marcha”. Según explicó, el cura había anunciado la marcha en abril en los medios de comunicación locales. “Tuvo reuniones en esas semanas con todas las instituciones relacionadas a la iglesia y con las escuelas. Todos sabíamos que se estaba preparando la actividad”, afirmó Gutiérrez. De todos modos, las crucifixiones no estaban explicitadas cuando se anunció la marcha. “Pedimos todos los programas y en ninguno aparecían las crucifixiones. Yo el martes estaba en una reunión y alguien dijo que iban a haber crucificados, pero creimos que era broma”, reconoció, aunque no considera graves este tipo de prácticas: “Como es una cuestión simbólica la intendencia la apoya.”
Informe: Juan Funes.