Desde Barcelona
UNO ¿Qué decían esas canciones que cantaba en aquel Buenos Aires que él visitó de adolescente? ¿Tengo un cohete en el pantalón y un misil en mi placard? Algo así... Rodríguez se acuerda de ellas mientras Vladimir Putin saca a desfilar proyectiles de larga distancia como supermodelos en pasarela. Y el mundo todo contiene aliento y siente dolor de cabeza (nuclear). Y"expertos" sin red analizan con la misma clarividencia que dedican a feroz rebrote covid y a inflación gorda y tatuada y barbuda y a tan monaviruela y a mágicas monedas virtuales y a equilibristas políticos que a veces lanzan llamas y otras tragan sables. Había otra vez un circo, sí. Y ahí están los nada graciosos ni agraciados payasos de la tele. A los tortazos y torticeros, mintiéndose ilusionistas y avisando que para el próximo truco se va a necesitar un voluntario. Y que va a ser uno. Y que, claro, el truco volverá a salir mal y no hay nada más difícil que unir aquello que se ha cortado fácilmente en dos. Y que ahora está hecho pedazos. Y en cada (dis)función hay una nueva palabra mágica. Y la de esta...
DOS ...crisis (a diferencia de la anterior, con la que se pretendía solucionar todo con abracadabrante y sesamístico reinventar) es la sísmica y embrujadora rearmar. Sí: no a las armas (por el momento) pero sí a rearmarse. Aquel adiós a las armas mutando a volvamos a juntarnos (y juntarlas) y Rusia como "amenaza directa", China como "desafío estratégico", y el mundo "hundiéndose en espiral conflictiva". Y Unión Europea de entrada saliendo a jugar a los soldaditos. Y hasta hace poco confiando toda defensa a OTAN (incluyendo a USA y Canadá y en expansión con cromos hasta ahora difíciles como Dinamarca, Suecia, Finlandia listos para completar las páginas del álbum). Todos a encumbrarse estos días en blindada Madrid (por dispositivo de seguridad sin precedentes con 35 mil efectivos y un costo de 50 millones de euros) con Pedro "España Responde/Hacemos Europa" Sánchez como anfitrión con casa en desorden y reciente apocalipsis del PSOE por cortesía del PP en elecciones de Andalucía. Allí --entre alguna manifestación en contra, casi en sincro con otras polarizantes fiestitas de G7, UE y BRICS-- foto grupal de treinta jefes de estado y sus mega-delegaciones en (in)continente ahora decidido a gastar mucho dinero en tanques y uniformes y escudos. Así, aumentar partidas sin retorno para gasto militar (que ya venían aumentado desde 2015 por "sugerencia" de USA) con un promedio del 2% del PIB. Así, se estiman unos comunitarios 200.000 millones de euros y sumando mientras en Bruselas ya se fantasea con un "proto-ejército europeo de despliegue rápido". Porque está visto que los tiempos no es que estén cambiando sino que Putin (el KGB que llegó del frío y promete resfriados en masa y mucho moco para mal pegar cosa rota) de pronto revolucionó todo cambiando de marcha y aumentando el riesgo de choque. De ahí, claro, nuevos nombres a aprenderse: marciales empresas como las UK BAE Systems y Thales, la francesa Dassault (Francia), la italiana Leonardo y las alemanas Hensoldt y Rheinmetall (España aportará hoteles y playas y cerveza y paella y escuadrones de servicial personal para oficiales de vacaciones) cuyo valor accionario se ha disparado. Porque la felicidad es un revólver tibio y, de pronto y a partir de lo de Ucrania, el Viejo Mundo es un "punto caliente". Rodríguez lee que "Fuentes comunitarias indican que el llamado poder blando --basado en política comercial y ayuda al desarrollo-- ya no basta para afrontar una escena mundial crecientemente hostil". Y ya circula borrador "confidencial" redactado por 27 países socios para acuerdo magnético de "brújula estratégica" advirtiendo de región "rodeada de inestabilidad y conflictos" diagnosticando "peligrosa mezcla de agresiones armadas, anexiones ilegales, estados frágiles, poderes revisionistas y regímenes autoritarios". Y todos --aunque las eufemísticas instituciones comunitarias aún recurran a conflicto, confrontación, disputa o contestación-- cantan bajito pero firmes y de frente march y en eurovisiva miopía un todo lo que pedimos no es que le den una oportunidad a la guerra, pero sí que más vale estar oportunamente listo para lo que se venga, se viene, se vino.
TRES Mientras tanto, al cada vez más rengo y arrastrado ciudadano de a pie no le queda otra que rearmarse de paciencia. Inminente recesión disparada a quemarropa, convulsiones políticas, y sensación de ser no actores de reparto sino extras a recortar. La única buena noticia (en Apple se pusieron verdes y con acidez) es la del impuesto cargador único/universal tipo USB-C a partir del 2024 en la Unión Europea. Pero falta mucho para eso; y Rodríguez casi podría anticipar un hecha la ley, hecha la trampa; y tal vez para entonces Europa sea cualquier cosa menos unida, así que... Mientras, se aventuran virus terminales en el disco duro de Psycho Putin porque mueve mucho la patita o se aferra con fuerza al borde de mesa kilométrica (y Rodríguez piensa cómo es que nadie piensa que tal vez Putin haga todo eso a propósito para que todos piensen lo que él quiere que piensen); Zelenski no "actuó" en las pantallas del Primavera Sound pero sí en las de Glastonbury (para Rodríguez se parece cada vez más a un concursante de Supervivientes); Joe Biden no aborta más envíos de armas a Kiev que se compromete a no utilizarlas en territorio ruso; y China sonríe a un costado del tablero de T.E.G./RISK esperando a que todos se maten entre ellos para luego salir a comprar gratuitas ruinas. Semanas atrás, se acuerda Rodríguez, se informó desde la televisión rusa de que se daba terminada "operación especial" para que se "iniciase la Tercera Guerra Mundial". Seguro que escuché mal, se dijo Rodríguez entonces. Y después siguió viendo una serie de la que ya no recuerda absolutamente nada. El día que se inaugure/ofrezca plataforma que ofrezca eso mismo, pero con los episodios del reality show de su vida, Rodríguez está más que preparado para apuntarse y fuego y olvido y...
CUATRO ..."No, no me saquen de aquí, por favor /Estoy demasiado tranquilo /No quiero enterarme de nada hoy / Así es el calor", cantaba otra de las canciones que cantaba con su prima Mirta hace tanto y allá lejos. En Barcelona las calles se derriten y hay de nuevo demasiados turistas y los hurtos han aumentado un 80% y nadie respeta ninguna medida para la prevención del... del... del cómo era que se llamaba eso que hacía... o que deshacía... o que daba... o que quitaba... Todo pasa por un no pasa nada o si pasa que no se note y, después de todo, lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos del chiringuito al mar. Pero pronto llegará el frío y la posibilidad más que posible de que (la guerra no va a terminar aunque lo quieras) Putin cierre del todo el grifo del gas. Y ya se sabe: el frío ruso fue lo que derrotó a napoleónicos y a hitlerianos. Y ahora Putin intimida con exportar ese frío ruso a todo el continente. Entonces habrá que rearmarse con carbón y troncos y mirar hogueras en noches largas y oscuras intentando no acordarse de aquella otra canción al final de aquella otra película en la que --sobre un fondo de venenosos hongos atómicos en una Mundial y no en un Mundial-- se cantaba la difícil de cumplir promesa de que volverse a ver sin saber dónde o cuándo pero, seguro, desarmados en el peor sentido de la palabra y sin manual de instrucciones para volver a unirse y encajar en alguna parte.