Una jueza rosarina dictó ayer la prórroga de la prisión preventiva a dos mayores que refugiaron a personas sospechadas de haber disparado sobre el policía Gabriel Sanabria, en un control vehicular ocurrido el 27 de mayo en Arijón al 400 bis. Después de la balacera, se hizo un procedimiento en un domicilio en Hungría y Ayacucho, en la zona sur, y se detuvo a Mariana Soledad Meyer, de 41 años, y a Brian Nahuel Brito, de 30. En la casa se incautó una mochila con cuatro armas de fuego: dos pistolas, una UZI tumbera con silenciador y una ametralladora PAM.  También fueron arrestados Hugo G. y Lucas Javier R., alias “Cato”, de 17 y 16 años respectivamente. Fueron indagados el mismo 27 de mayo por la Justicia de Menores y están presos como presuntos coautores del ataque a Sanabria, a disposición de la jueza María del Carmen Musa.

Cabe destacar que el hijo de Mariana Meyer fue mencionado desde un primer momento por investigadores policiales como uno de los posibles ocupantes del Peugeot 206 desde el que partieron los tiros para Sanabria. Sobre la base de esa hipótesis se conjeturó que la mujer le escondía las armas al joven. Se trata de S. A. C., quien fue aprehendido y liberado el 9 de junio pasado en un control vehicular, pese a no tener en ese momento pedido de captura. Ahora, existirían indicios que podrían llevar a su detención, pero no precisamente por el ataque, ya que no hay evidencia de que haya estado en el Peugeot 206 desde el que gatillaron contra el uniformado.

Ayer a instancias de la fiscal Gisella Paolicelli, la jueza Melania Carrara dispuso la prórroga de la prisión preventiva a Brito y Meyer porque luego de la comisión de un hecho de tentativa de homicidio del que no habrían participado, dieron resguardo en su casa a un tercero, ocultando armas de fuego. Además se los imputó por la tenencia de dichas armas.

Puntulamente ayer se llevó adelante la audiencia de revisión de medida cautelar al identificado sobre ambos acusados de los delitos de encubrimiento doblemente agravado en calidad de coautores y en grado consumado; y nueva imputativa por el delito de Tenencia de arma de fuego de guerra.

La Fiscalía representada por la fiscal Paolicelli de la Unidad de Homicidios Dolosos solicitó la prórroga de la prisión preventiva efectiva. Asimismo les imputó haber tenido bajo su esfera de custodia y en condiciones inmediatas de uso y disposición una pistola ametralladora PMA3, calibre 9mm, un dispositivo de disparo de fabricación casera calibre 9 mm, y dos pistolas calibre 9mm marca Taurus. Las mismas se encontraban en el interior de la vivienda de calle Ayacucho y Hungría, lo cual fue secuestrado el 28 de mayo por personal policial en circunstancias en que se practicaba un rastrillaje por inmediaciones de la zona, tras una persecución en flagrancia de masculinos que se daban a la fuga por los techos de las viviendas linderas, tras cometer un ataque armado hacia un personal policial.

En rigor se les achaca que en circunstancias en que H.G (menor de edad) se encontraba huyendo de personal policial, los imputados lo ayudan para eludir el accionar de la justicia, ocultándolo en el interior de su domicilio, cuando se daba a la fuga por la vivienda de los techos linderos y era perseguido por el personal policial que practicaba un rastrillaje por inmediaciones de la zona.

Casualmente ayer se cumplió un mes del ataque a tiros que sufrió el policía motorizado Gabriel Sanabria, que aún permanece internado con un cuadro crítico en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Sanabria, de 26 años, tiene una lenta mejoría en su estado de salud dentro de la Unidad de Terapia Intensiva del Heca.