El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, consiguió este lunes el compromiso de un "apoyo ilimitado" de los líderes del G7, un grupo en el que Estados Unidos puja por endurecer y concretar las sanciones contra Rusia. La intervención de Zelenski ante los mandatarios del G7 fue virtual y a puertas cerradas, y en ella volvió a pedir el envío de armamento para contrarrestar el ataque ruso. Por su parte Rusia rechazó que su país esté en situación de impago aunque admitió que, a causa de las sanciones internacionales, dos pagos no llegaron a sus acreedores antes de la fecha límite, que fue el domingo.
Apoyo "ilimitado" a Ucrania
El G7 seguirá "dando apoyo financiero, humanitario, militar y diplomático" a Ucrania "el tiempo que sea necesario", según una declaración común publicada en la cumbre que se celebra en el castillo Elmau en Baviera, al sur de Alemania. Al hablar por videoconferencia en la reunión, Zelenski instó a "hacer lo máximo" posible para terminar antes de fin de año la guerra y evitar "la dureza del invierno ucraniano" que hace más difícil combatir, según fuentes del G7.
Zelenski, quien participará también en la cumbre de la OTAN en Madrid el martes, pidió a los líderes de las siete potencias más ricas del planeta (Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón y Canadá) "intensificar las sanciones" contra Rusia. "Ahora no es el momento para negociaciones" con Moscú, afirmó el mandatario ucraniano, según la presidencia francesa.
En concreto, Zelenski le exigió a los líderes del G7 sistemas de defensa antiaéreos, ayuda a la reconstrucción de su país y una estrategia contra el bloqueo ruso a las exportaciones de su trigo, según fuentes diplomáticas. Poco después el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, confirmó que el nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania incluye sistemas antiaéreos "avanzados" y precisó que Washington proporcionará a Kiev sistemas de defensa antiaérea de medio y largo alcance, así como municiones para artillería y sistemas de radares .
Fuentes de la Casa Blanca precisaron que el G7 se comprometerá a endurecer aún más las sanciones contra la economía de Rusia y a desarrollar un "mecanismo" para "poner un tope a los precios del petróleo ruso", esto último un pedido que formuló Zelenski este lunes. Las potencias industrializadas van a "continuar restringiendo el acceso de Rusia a recursos industriales cruciales", en particular en el sector de la defensa, según esas fuentes, que explicaron que la estrategia también busca golpear de "forma agresiva" a las grandes empresas públicas rusas.
Ampliar alianzas ante Rusia y China
A medida que la guerra se prolonga, su impacto en otros países se intensifica, con la suba de los precios de los alimentos y la energía que impulsa la inflación mundial y aviva los temores de recesión. "Hacemos un llamado urgente a Rusia para que cese, sin ninguna condición, sus ataques a la infraestructura de agricultura y de transporte, y que permita el libre tránsito de envíos agrícolas desde puertos ucranianos en el mar Negro", afirmaron los líderes del G7 en la declaración conjunta.
Al invitar a la cumbre a cinco países emergentes, entre ellos Argentina o los gigantes sudafricano e indio expuestos a los riesgos de la crisis alimentaria, el G7 quiere ampliar las alianzas ante Rusia y China. Los dirigentes de Argentina, India, Senegal, Indonesia y Sudáfrica, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se sumaron el lunes por la tarde a las conversaciones, en el castillo de Elmau, al pie de los Alpes bávaros.
Para el anfitrión de la cumbre, el canciller alemán Olaf Scholz, esta invitación debe mostrar que la "comunidad de democracias" no se reduce a "Occidente y a los países del hemisferio norte". "Las democracias del futuro están en Asia y África", dijo el dirigente alemán antes del inicio de la cumbre.
Rusia niega el default
A causa de las sanciones ordenadas en respuesta a su ofensiva en Ucrania, Rusia ya no puede efectuar transferencias en divisas occidentales para reembolsar los intereses de su deuda externa adquirida en dólares o en euros. Sin embargo el Kremlin negó que haya incurrido en una suspensión de pagos de su deuda, al asegurar que ha pagado a tiempo en divisas los intereses de dos eurobonos, por lo que el hecho de que los fondos no llegaran a los inversores es culpa de Occidente y de sus sanciones contra el país.
La agencia Bloomberg afirmó horas antes que Rusia había incurrido por primera vez desde 1918 en una suspensión de pagos, dado que los acreedores extranjeros no habían recibido tras el periodo de gracia de 30 días el pago de cupones de sendos eurobonos del Estado ruso. "La Federación Rusa no se niega a cumplir con sus obligaciones de deuda con los inversores", recalcó la cartera de Finanzas, por lo que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó el día 22 un decreto para pagar en rublos los intereses y el principal de los eurobonos a los acreedores extranjeros, que deben abrir una cuenta especial en un banco ruso y pueden luego cambiar a divisas el dinero.
Rusia, ya profundamente aislada en el sistema financiero internacional, afirma que en la documentación de emisión de los dos eurobonos un acto de impago es descrita como la "falta de pago" por parte del deudor, pero que "el pago se realizó por adelantado". Moscú por ello consideró "apropiado" que los tenedores de los dos eurobonos reclamen directamente ante los intermediarios financieros.
El hecho de que estos fondos fueran retenidos y no entregados a los inversores "ya no es nuestro problema", enfatizó el Kremlin. "Eso quiere decir que, en este caso, no hay ninguna base para llamar a esta situación un impago", aclaró el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.