Diversas organizaciones que defienden los derechos de las personas trans y LGTBI, entre las que figuran la Federación Estatal de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (FELGTBI+), Chrysallis y Fundación Triángulo, celebran la aprobación del proyecto de ley Trans y LGTBI por el Consejo de Ministros. Resaltan que el texto "mantiene intactos los derechos fundamentales", entre ellos, el reconocimiento de la autodeterminación y la despatologización de las personas trans, pero advierten de que aspiran a mejorarlo durante el trámite parlamentario. Especialmente lo que tiene que ver con los derechos de las personas migrantes, las no binarias y la parte que atañe a los menores trans.
Tal como afirma Ana Valenzuela, presidenta de Chrysallis, en el comunicado hecho público conjuntamente por las organizaciones, "la aprobación de esta Ley es un primer paso fundamental para el reconocimiento de las infancias trans y vamos a trabajar para que la ley se enriquezca con los derechos que reconoce la sentencia 99/2019, de 18 de julio de 2019 del Tribunal Constitucional". Dicha sentencia reconocía el derecho de los menores a escoger su sexo sentido.
Las organizaciones afirman que la aprobación de este proyecto de ley en la víspera de la celebración del Día Internacional del Orgullo LGTBI, no ha sido un camino de rosas, sino que llega tras "un arduo proceso de negociación en el que las entidades LGTBI han estado luchando para que se reconozcan los derechos de todo el colectivo, especialmente la autodeterminación de género de las personas trans".
Para Uge Sangil, presidenta de la FELGTBI+, "ha sido un proceso muy duro, largo y difícil, pero por fin ya hay un proyecto de ley que garantiza la autodeterminación y que aspiramos a ver crecer en el Congreso de los Diputados".
Los colectivos resaltan que la aprobación de esta ley supone un hecho histórico para los derechos del colectivo, y que volverá a situar a España como referente en materia de diversidad. Recuerdan que en 2011 nuestro país estaba situada en el segundo puesto en el ranking de derechos LGTBI de ILGA-Europa, pero en el último informe cayó hasta la posición 11ª, entre otras cosas, "por carecer de una ley Trans estatal que reconociera la autodeterminación y por mantener determinados requisitos para realizar el cambio registral como, por ejemplo, hormonación durante dos años, diagnóstico de disforia de género e informes médicos".
Recientemente, la FELGTBI+ se reunió con las principales entidades que trabajan con personas migrantes para elaborar un documento consensuado de propuestas de mejora en relación con la Ley Trans y LGTBI y los derechos de las personas solicitantes de protección internacional, migrantes, refugiadas y desplazadas.
Las entidades ya están reuniéndose con los grupos parlamentarios, pues aspiran a mejorar y enriquecer el texto en el trámite parlamentario, especialmente, en lo referente a menores trans, personas no binarias y las personas solicitantes de protección internacional, migrantes y refugiadas y desplazadas. Con ese objetivo, han previsto impulsar un compromiso con la Igualdad Trans y con el Proyecto de Ley en el marco del Orgullo LGTBI. José María Núñez Blanco, presidente de Fundación Triángulo, comenta que "esta ley es un hito histórico en derechos del colectivo LGTBI, es un avance indiscutible que vamos a cuidar y trabajar para mejorar hasta el final".