Las autoridades estadounidenses abrieron este martes una investigación después de la muerte de al menos 50 migrantes hacinados con un calor asfixiante en el remolque de un camión en Texas, una tragedia que el presidente Joe Biden atribuyó a la "industria criminal" de los traficantes de personas. La oposición no tardó en achacarle al demócrata parte de la responsabilidad de este drama, uno de los peores en la historia del país, acusándolo de no aplicar una política firme en la frontera.
El hallazgo es una de las peores tragedias que involucra a migrantes en Estados Unidos en los últimos años, y se da cinco años después de un incidente con características similares que ocurrió en San Antonio, ciudad del sur limítrofe con México. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su "más profundo pésame" a los familiares de los migrantes que murieron y aseguró que entre las 50 víctimas hay 22 ciudadanos mexicanos. El mandatario anunció que el tema migratorio será central en su reunión con Biden el próximo 12 de julio, en Washington. Además la Cancillería mexicana anunció que un equipo especial de la Fiscalía General de la República (FGR) viajará a Texas para investigar los hechos.
"Los pacientes que vimos ardían al tacto"
El macabro descubrimiento se produjo el lunes por la noche, cuando un empleado de la ciudad de San Antonio escuchó una llamada de auxilio cerca de una ruta donde estaba trabajando y abrió la puerta trasera del camión. Los socorristas retiraron 46 cadáveres y 16 personas "conscientes", incluidos cuatro niños, que fueron trasladados a hospitales cercanos, según el jefe de bomberos Charles Hood.
Después de un día con temperaturas que rondaban los 40 grados, "los pacientes que vimos ardían al tacto, sufrían de golpes de calor, agotamiento por el calor, ya que no había indicios de agua en el vehículo", aseguró Hood. El número de muertos aumentó a 50 el martes, dijo un oficial de la policía migratoria, sin especificar si se encontraron más cuerpos o si algunos de los heridos fallecieron en el hospital.
Según el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, 22 de los muertos son de México, siete de Guatemala y dos de Honduras. Otros 16 migrantes fueron hallados con vida en el interior del vehículo y trasladados a tres hospitales de la zona. De ellos, al menos 2 son mexicanos. "Esta es una amarga prueba de que hay que seguir insistiendo en apoyar a la gente para que no tenga necesidad de abandonar sus pueblos para irse a buscar la vida al otro lado de la frontera", señaló el mandatario mexicano.
López Obrador comentó que el tema de la migración será "central, básico, a tratar" cuando se reúna con Biden el próximo 12 de julio. Ese encuentro se produce luego de que el mandatario mexicano rechazara participar en la Cumbre de las Américas, realizada del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, en protesta porque Estados Unidos no invitó a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
"Una industria criminal"
Según los primeros elementos de la investigación, "esta tragedia fue provocada por contrabandistas o traficantes" que "explotan" a los migrantes "sin respeto por sus vidas", aseguró Biden en un comunicado. Desde Madrid, donde asiste a la cumbre de la OTAN, el presidente estadounidense llamó a fortalecer la lucha contra "una industria criminal multimillonaria" y destacó que se han realizado 2.400 detenciones desde el lanzamiento, hace tres meses, de una acción conjunta entre Estados Unidos y otros países de la región.
Sin embargo los republicanos no están muy convencidos y ponen en tela de juicio su política migratoria. "Estas muertes son imputables a Biden. Son el resultado de su política letal de fronteras abiertas", atacó el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott. En la misma línea, el senador de Texas Ted Cruz dijo: "Los traficantes de personas explotan las fronteras abiertas y los más vulnerables pagan con sus vidas".
La llegada de migrantes se frenó durante la pandemia pero subió considerablemente tras la elección presidencial de Biden. Muchos pasan por la ciudad de San Antonio, a 240 kilómetros de la frontera con México, hacia el norte de Estados Unidos.
Tres detenidos
El alcalde de la ciudad, Ron Nirenberg, lamentó "una tragedia horrible" y pidió que todo el peso de la ley recaiga sobre los culpables. Tres personas fueron detenidas, según el jefe de la policía William McManus, aunque "no sabemos si están vinculadas a esto o no".
El Departamento de Seguridad Nacional anunció la apertura de una investigación federal por "sospecha de trata de personas". Los guardias fronterizos participan en las investigaciones, afirmó su jefe Chris Magnus, para quien la tragedia ilustra "la desesperación de los migrantes dispuestos a poner sus vidas en manos de contrabandistas insensibles".
"Estamos lidiando con una horrible tragedia humana", lamentó el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, en conferencia de prensa. "Los insto a todos a pensar de manera compasiva y a rezar por los muertos, los heridos y las familias", pidió Nirenberg, y agregó: "Esperamos que los responsables de poner a estas personas en semejantes condiciones inhumanas sean perseguidos con todo el peso de la ley".
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, informó que la FGR abrirá una carpeta de investigación sobre la muerte de los migrantes. A través de sus redes sociales, Ebrard dio a conocer la decisión tras una llamada que sostuvo con el titular de la fiscalía, Alejandro Gertz Manero, y adelantó que un equipo especial viajará a Texas para atender el caso.
Una travesía peligrosa
El hallazgo se produjo en las afueras de San Antonio, cerca de la base aérea de Lackland, donde, además de los fallecidos, también encontraron a decenas de personas que necesitaron asistencia médica urgente. Los camiones como el que se encontró en San Antonio son un medio de transporte muy utilizado por los migrantes que quieren entrar en Estados Unidos. Un viaje extremadamente peligroso, porque estos vehículos suelen carecer de aire acondicionado.
El 14 de junio, unos guardias fronterizos hallaron a unos 80 migrantes escondidos en la parte trasera de un camión durante una inspección de rutina cerca de la ciudad fronteriza de Laredo. En julio de 2017 se encontró a diez migrantes muertos en un remolque sobrecalentado en el estacionamiento de un supermercado cerca de San Antonio. El conductor del camión fue condenado a cadena perpetua.
El papa Francisco expresó su "dolor" por las tragedias de migrantes, haciendo referencia a este drama y a la muerte de decenas de personas la semana pasada que intentaron entrar al enclave español de Melilla. El vocero de la ONU, Stéphane Dujarric, expresó que "las personas que se desplazan tienen derechos y esos deben ser respetados, y con demasiada frecuencia vemos que se les falta el respeto".
Por su parte Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI), destacó que la tragedia de San Antonio es "un ejemplo devastador de la incapacidad de los estados de las Américas para proteger a las personas migrantes y solicitantes de asilo". En un pronunciamiento desde Ciudad de México, Guevara-Rosas calificó como "desgarrador" recordar que esta situación ya ocurrió antes "y seguirá ocurriendo hasta que haya cambios profundos en las políticas migratorias de Estados Unidos y de los países vecinos".