Dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, sensación de somnolencia. Esos son los síntomas que puede sentir una persona intoxicada con monóxido de carbono. "Es una muerte muy peligrosa porque la gente no se da cuenta de lo que está sucediendo", explicó Rosa Estevan, neomonóloga perteneciente a la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), luego de que en la mañana del martes una persona muriera y otras 17 se intoxicaran por un escape de gas en un edificio del barrio porteño de Balvanera.
Neumonólogas calificaron al monóxido de carbono como un "asesino silencioso", ya que no tiene olor ni color, y advirtieron que en nuestro país se producen 200 muertes al año por esta intoxicación. La especialista de AAMR precisó que el monóxido de carbono se adhiere a la hemoglobina --proteína de los glóbulos rojos que lleva oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo-- veinte veces más rápido que el oxígeno, por lo que lo desplaza.
"La mayoría de las muertes, que en Argentina son entre 190 y 200 por año, se producen durante la noche porque la gente está dormida y no percibe los síntomas", advierten desde la AAMR y resaltan la condición de no dormir en lugares con estufas o calefactores que no sean de tiro balanceado.
"Una de las formas rápidas de prevenir es ventilar el ambiente. Si hay personas que parecen afectadas, lo más acertado es sacarla al aire libre", dijo Estevan en referencia a los casos leves. En casos más avanzados o complejos es necesario que una unidad médica administre oxígeno para desplazar el monóxido de carbono, mientras que en los casos de mayor complejidad, se coloca a los pacientes en una cámara hiperbárica.
Respecto a quiénes pueden ser más vulnerables frente a una intoxicación con monóxido de carbono, Estevan explicó que las embarazadas, adultos mayores, niños/bebés, personas con problemas respiratorios y cardiológicos, y fumadores, son los más sensibles a este tipo de intoxicaciones.
"Lo principal para evitarlo es la prevención, siempre hay que mantener ventilados los ambientes. Una vez al año hay que revisar los artefactos de gas, y revisar que la llama sea siempre azul. Es importante no calefaccionar los ambientes con las hornallas de la cocina porque eso consume el oxígeno del lugar", sostuvo la neumonóloga.