El dólar blue volvió a dar un salto de 7 pesos y se ubicó en un record de 239 pesos. La cotización de los dólares financieros como el contado con liquidación también se incrementó 4 pesos para finalizar en 250. Esta volatilidad muestra un mercado convencido que podrá aumentar la brecha cambiaria hasta forzar una devaluación del dólar oficial, mientras el equipo económico responde con medidas para evitarlo, entre las que se destacaron los controles a las importaciones.
En una jornada financiera a pura especulación los inversores concentraron la atención en el resultado de la licitación de deuda del Tesoro, que consiguió renovar la totalidad de los vencimientos de títulos en pesos. Esta renovación fue clave: resta presiones a la brecha cambiaria y las expectativas. En los próximos dos meses el Palacio de Hacienda deberá pagar montos relativamente bajos de la deuda en pesos (en manos del sector privado) y se da por descontado el roll over.
El Banco Central pudo aprovechar el colchón que generó las medidas de control sobre las importaciones y adquirió 150 millones de dólares en el mercado de cambios, que se suman a los 250 millones comprados el lunes. Además entraron más de 4000 millones del giro del Fondo Monetario. Estos fondos ingresan en las reservas internacionales, y en los próximos días se utilizarán en parte para realizar un pago de más de 2000 millones de dólares de deuda con el FMI.
El riesgo país siguió subiendo hasta los 2508 puntos, pero algunos bonos soberanos en moneda extranjera ofrecieron un cambio de perspectiva, con rebotes de más del 4 por ciento. En los análisis financieros que circulan a través de agencias de bolsa se considera que la deuda en torno a un 20 por ciento de paridad comienza a parecer irracional porque -incluso en el peor escenario de reestructuración que pueda trazarse- a estos precios no se perdería dinero comprando bonos. Sin embargo, con las cotizaciones de los títulos al 30 por ciento el análisis era similar e igualmente continuaron bajando.
El intento de distintos actores del mercado por ampliar la brecha cambiaria, acelerar la caída de reservas internacionales y forzar una devaluación del tipo de cambio oficial no ocurre en forma azarosa. En esta época del año comienza a bajar la liquidación de la cosecha gruesa y, por la llegada del frio del invierno, aumenta la necesidad de importar energía (generando más salida de dólares).
Por este motivo las medidas de regulación que coordinó el equipo económico en las últimas jornadas –que se suman a los controles cambiarios y de la cuenta capital de los últimos años- apuntan a cuidar el nivel de reservas hasta septiembre, cuando las compras de combustible comenzarán a reducirse.
El principal objetivo es garantizar un nivel de divisas en el Banco Central que permita sostener el ritmo de la actividad de sectores estratégicos, sin necesidad de forzar una devaluación oficial ni afectar los niveles de demanda el mercado interno. La disputa entre el mercado, que apuesta a un salto brusco del dólar, y el equipo económico, que busca evitar la devaluación, no se encuentra saldada. Por ello para las próximas semanas y meses es posibles que perdure la tensión.
Deuda en pesos
La venta masiva de deuda en pesos ajustada por cer que se inició en junio es uno de los puntos que tiene el mercado para presionar. El equipo económico no obstante reafirmó su intención de cubrir todos los vencimientos necesarios, y este martes consiguió superar una jornada de incertidumbre.
Se debían renovar más de 200 mil millones de pesos, que gran parte estaban en manos del sector privados. El resultado de la colocación fue celebrado en el Palacio de Hacienda, al obtener fondos que permiten cubrir todos los vencimientos del mes.
El Tesoro detalló que en junio restaban pagos por 243 mil millones de pesos, y en la colocación de nueva deuda de este marte se recibieron fondos por 248 mil millones. Con este resultado, el nivel de roll over del mes fue del 106 por ciento, lo cual equivale a un financiamiento extra de 16 mil millones de pesos.
A su vez, en el primer semestre se acumula una tasa de refinanciación del 121 por ciento, es decir que el Ministerio de Economía a través de las colocaciones de deuda en pesos obtuvo 663 mil millones de financiamiento neto positivo.
En el detalle de la última colocación de junio, se mencionó que se recibieron 891 oferta por 263 mil millones de pesos, y se terminó adjudicando 248 mil millones. Del total de financiamiento obtenido, el 85 por ciento correspondió a instrumentos con vencimientos en 2022, y el 15 restante a un bono en pesos indexado por tipo de cambio (dollar linked) con vencimiento en 2023.
Se indicó además que el 51 por ciento del monto adjudicado fue en instrumentos ajustables por inflación, el 34 por ciento en títulos a tasa fija, y el restado en el bono dollar linked. Las tasas de interés reales ofrecida para los títulos ajustados por cer (o sea por inflación) se ubicó entre 2,5 y 3,3 por ciento. Es decir, la tasa que se paga por sobre el ajuste de los precios.