La Comisión Bicameral de Inteligencia (CBI) se encamina a cerrar la investigación que se inició con el hallazgo del video de la llamada “Gestapo” antisindical y a avanzar con el dictamen sobre cómo funcionó el espionaje en provincia de Buenos Aires durante la gestión Cambiemos. Con ese objetivo, el cuerpo que preside el diputado Leopoldo Moreau se reunirá este miércoles en un plenario en el que también se analizará un informe que remitió la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) por el avión con tripulantes venezolanos e iraníes que investiga la justicia federal de Lomas de Zamora.

Un día después de que la entonces interventora de la AFI Cristina Caamaño denunciara ante el juez federal Ernesto Kreplak la existencia de una grabación en la que se veía cómo funcionarios, espías y empresarios concertaban cómo armar causas contra el sindicalista Juan Pablo “Pata” Medina, la CBI creó una subcomisión para investigar el caso –que estuvo integrada por los diputados del Frente de Todos Rodolfo Tailhade y Eduardo Valdés junto con el radical Miguel Bazze.

Se espera que este miércoles esa subcomisión presente el informe de lo relevado desde diciembre, que incluye las declaraciones y la visita al Banco Provincia para conocer el lugar donde se filmó la reunión. Todo indica que debería aprobarse y después avanzar en la confección de un dictamen. En marzo del año pasado, la CBI aprobó un dictamen en el que se decía que durante el gobierno de Mauricio Macri se llevó adelante un plan sistemático de espionaje y que el Estado funcionó como una organización mafiosa.

Por la “Gestapo”, la CBI convocó al jefe de la AFI macrista Gustavo Arribas y a la cúpula, pero se negaron a declarar porque dicen que las respuestas las darán ante la justicia. Una línea similar siguieron el exdirector administrativo de Asuntos Jurídicos Juan Sebastián de Stefano y el exjefe de gabinete Darío Biorci. Los dos estuvieron en la reunión del 15 de junio de 2017 en la que el entonces ministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas se entusiasmó con la conformación de una “Gestapo” para perseguir a los sindicatos. El tercer participante fue el entonces director operacional de Contrainteligencia Diego Dalmau Pereyra, que, por el contrario, fue a la Bicameral a ratificar lo que había dicho en el juzgado de Kreplak: que a él le ordenaron colocar las cámaras en la sede del Banco Provincia y que entregó la grabación a las autoridades de la AFI.

Los que también hablaron fueron los integrantes del grupo de espías que conformó el propio Dalmau con agentes de la Policía de la Ciudad que pasaron en comisión a la AFI a principios de la gestión de Mauricio Macri. Leandro Araque confirmó que él había hecho tareas de inteligencia sin orden judicial sobre el “Pata” Medina. Jorge “Turco” Sáez reconoció que estuvieron espiando en el Hospital Posadas. Mercedes Funes Silva también reconoció que fueron a hacer tareas al centro de salud del oeste del conurbano en el que el macrismo tenía un especial interés.

Otro exagente, Guillermo Matta, reconoció que fueron a Avellaneda a vigilar al juez Luis Carzoglio, suspendido después de que no accediera a un pedido de De Stefano y de Fernando Di Pasquale para avanzar con las detenciones de Hugo y Pablo Moyano. Carzoglio también fue citado a la CBI, donde contó la visita y los mensajes de los jerarcas de la AFI. También concurrió el juez Gabriel Vitale, que fue el primer magistrado a quienes los jefes de la exSIDE le acercaron una resolución para encarcelar a los dirigentes gremiales. Del mundo judicial provincial también estuvo citado el procurador Julio Conte Grand, que habló, entre otras cosas, del teléfono encriptado que le dieron en la central de espías.

La decisión de la CBI de avanzar con un dictamen sobre la “Gestapo” se da mientras se intensifican los planteos para llevar la investigación judicial hacia los tribunales de Comodoro Py. Allí, la Cámara Federal porteña ya desafió la tesis de la CBI y sostuvo que no hubo espionaje masivo durante la era Cambiemos.