"Esto es un capítulo más, la profundización del hostigamiento hacia Milagro Sala". "La quieren presa, la quieren derrotada, la querrían muerta si pudieran". Y también: "Ya es hora de que el Poder Judicial de Jujuy sea intervenido, queda muy claro que no está garantizada su independencia". Abogados y abogadas, médicos y médicas, integrantes de organizaciones sociales, del Cels, del Comité por la Libertad de Milagro Sala y las presas y presos políticos, dirigentes sociales y políticos, coincidieron en las últimas horas sobre el diagnóstico y el pedido, cada vez más urgente, por la líder social. El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, le puso nombre y apellido: "Gerardo Morales la quiere muerta a Milagro", denunció (ver nota aparte). El ministro de Justicia, Martín Soria, y el viceministro, Juan Martín Mena, recibieron unos días atrás a representantes de la Tupac. Y hasta el Presidente Alberto Fernández se comunicó con los médicos y allegados de la dirigente social y sostuvo a través de su vocera que Milagro Sala "está sufriendo una cárcel injusta, que no tiene ningún viso de legalidad" (ver también nota aparte). Pero los días pasan y su situación se agrava. Como viene contando este diario, Milagro Sala lleva 2.356 días como presa política.
Tras sufrir una descompensación el lunes pasado, Milagro fue diagnosticada con una trombosis severa, tomografía computada mediante. Hasta anoche continuaba internada en terapia intermedia en la clínica Los Lapachos de la capital jujeña, y se le administraba medicación anticoagulante. Los médicos esperaban su evolución para decidir si seguir con ese tratamiento; una intervención quirúrgica era otra posibilidad, en caso de que no evolucionase como se esperaba.
Dos datos agravan la situación. El primero es previo: los trascendidos sobre el pedido de la justicia jujeña para que la dirigente sea trasladada nuevamente al penal. "No fueron sólo trascendidos y declaraciones mediáticas, hubo presentaciones en el expediente por parte del Ministerio Público de la Acusación, en las que se hizo alusión a este pedido", advierte Marcos Aldazábal, abogado de Milagro Sala, en diálogo con Página/12.
Y marca que el pedido "no tiene ningún asidero, hay una medida vigente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre la que el Poder Judicial de Jujuy no tiene nada que decir. Esa sentencia está firme e incluso la Corte Suprema de la Nación ya dijo que es de obligatorio cumplimiento. Aun así, siempre genera zozobra y temor el modo en que se maneja la justicia provincial. Y eso en Milagro pesó", evalúa.
El otro dato se da en este mismo momento, mientras la líder social atraviesa este grave cuadro de salud. Sus médicos y su abogado denunciaron que "una policía armada estuvo instalada junto a la cama de Milagro, sacando fotos, llamando por teléfono, tomando nota, interrumpiendo la privacidad médica y familiar de la paciente". Esta policía se retiró luego de que se interpusiera una denuncia por abuso de autoridad, pero dos custodios de la policía provincial permanecen en el hall de entrada de la habitación.
"Cuando sus abogades solicitaron el lunes la autorización para realizarse estudios ante una dolencia significativa, en el juzgado en un primer momento fue reticente a autorizarla porque consideraron que podría tratarse de una maniobra dilatoria de la defensa en el marco del proceso judicial", contaron también desde el Cels. Y reclamaron: "le pedimos a la Corte IDH que reitere la orden de protección que había dictado a favor de Milagro Sala en 2017. Aquella intervención efectiva permitió que cumpliera las medidas de detención en su casa, sin embargo, el escenario de persecución y hostigamiento de parte del poder ejecutivo provincial y de autoridades judiciales persistió con consecuencias significativas en su salud e integridad física y psíquica".
El diagnóstico médico
"Milagro a esta hora está estable pero no deja de ser pasible de complicaciones mayores a las que ahora tiene", le dijo el doctor Ariel Rossi, que sigue el cuadro de la dirigente, anoche a Página/12.
"La custodia se retiró de al lado de la cama de Milagro, pero todavía hay dos custodios afuera, en el hall de espera de la sala de unidad coronaria", siguió contando la situación a esa hora, en diálogo con este diario junto a la psicóloga Adriana Sonia Taboada. Observaron que pertenecían a la policía provincial pero ninguno de ellos, cuentan, quiso identificarse ni identificar a sus superiores, cuyas órdenes decían seguir.
"Cuando nos pidieron datos sobre Milagro Sala nosotros les preguntamos quiénes eran ellos que pedían esos datos. Solo dijeron que venían de una superioridad, pero no detallaron nombre y apellido, solo dijeron que eran 'órdenes de sus superiores". Les respondimos que mediaba el secreto médico y por lo tanto no podíamos decirles nada, en todo caso, si es un tema judicial, tendrá que ser un juez que lo solicite por la vía judicial correspondiente, algo que no sucedió en absoluto".
Milagro no está en este momento viendo televisión ni accediendo a redes sociales en la clínica en la que está internada; más allá de que un ámbito como el de la terapia intermedia y su estado general de salud no dejan mucho margen para eso, los médicos lo desaconsejaron. "La hostigación permanente obviamente que no colabora, como queda claro, en su situación médica. Ahora, al verse sin la presión de tener un policía portando su arma al lado de la cama, tomando nota y sacando fotos cada cinco minutos, claro que está mas tranquila. Pero no sabemos qué es lo que va a pasar", advierten.
El peor momento
La semana pasada, organizaciones gremiales y sociales se manifestaron frente al Ministerio de Justicia de la Nación denunciando concretamente que el gobernador Gerardo Morales estaba presionando al Poder Judicial para que la dirigente social volviese al penal. "En un Gobierno peronista no puede haber presos políticos", reclamaron.
"Esto se da en el marco de un proceso de persecución brutal, salvaje. Diría que estamos en el peor momento, porque el hostigamiento de Morales no cesa", definió Alejandro "Coco" Garfagnini, coordinador de la Tupac Amaru. Contó que el lunes viajaron dos peritos de parte, porque el martes la Justicia jujeña iba a hacer un peritaje sobre la salud de Milagro, "con la intención de justificar la violación de la cautelar de la Corte Interamericana". "Lo único que le falta a Morales es ir desconectarle el suero y la medicación a Milagro", ironizó. Y agradeció "a la militancia que nunca la abandona y que sigue peleando por su libertad y la libertad de todos los compañeros que aún siguen rehenes del gobierno que nos persiguió, el macrista, y de este gobierno que nos mantiene en el mismo lugar, en la prisión política".
"Esto demuestra la conexión corrupta y criminal del Poder Judicial provincial con Gerardo Morales, y el ensañamiento en la persecución a los movimientos sociales en general, y a Milagro Sala en particular", denunció el médico Jorge Rachid, quien mantiene contacto diario con la familia y es uno de los que asumió la tarea de ir informando sobre la evolución de Milagro.
Desde el Comité de por la Libertad de Milagro Sala reclaman el urgente tratamiento y la aprobación en el Congreso del proyecto para intervenir el Poder Judicial de Jujuy, presentado por legisladores del Frente Patria Grande. El proyecto recuerda que, desde que asumió Morales como gobernador, se hicieron "modificaciones en el Poder Judicial provincial, donde el poder político tiene un alto grado de injerencia y no está garantizada la independencia". Entre esas modificaciones se cuenta la ampliación del Supremo Tribunal de 5 a 9 miembros, con una ley que tuvo una particularidad: dos de los diputados que votaron la modificación (Pablo Baca y Beatriz Altamirano), a los dos días asumieron como integrantes del superior tribunal. Es decir, se votaron a ellos mismos.
El proyecto también señala la particular división de poderes que se verifica en Jujuy: Federico Otaola, actual presidente del Tribunal, fue legislador de la UCR y candidato a vicegobernador en la fórmula con Morales en 2011.