Luego de tres sesiones y 18 horas de debate, la Asamblea Nacional de Ecuador rechazó el pedido de destitución del presidente Guillermo Lasso, promovido por un grupo de asambleístas afines al expresidente Rafael Correa. La moción fue votada por una importante mayoría de los congresistas--81 votos a favor, 42 en contra-- y estuvo a apenas ocho votos de ser aprobad. Había sido presentada bajo la causal contemplada en la Constitución ecuatoriana de "grave crisis política y conmoción interna", en el marco de las protestas indígenas contra el gobierno por el aumento del costo de vida y los combustibles. Lasso había sido noticia más temprano al rechazar cualquier posibilidad de diálogo con el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Leonidas Iza, al responsabilizar al movimiento que lidera de estar detrás del ataque en la provincia de norteña de Sucumbíos a un convoy que custodiaba camiones cisterna en el que murió un militar.
Molesto por la acusación, Iza le respondió a Lasso que "está muy alejado de la realidad", aunque reconoció que ambas partes "necesitan bajar de tono". Un segundo día de conversaciones entre la Conaie y una delegación del Ejecutivo liderada por el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, fracasó este martes ante la ausencia de la representación oficial. Entre los diez puntos de la agenda propuesta por el movimiento indígena se destaca la reducción de los precios de los combustibles, ya que la dispuesta por el gobierno fue valorada como insuficiente.
La votación en la Asamblea
La del martes fue la tercera sesión del pleno de la Asamblea de Ecuador para debatir la continuidad del derechista Guillermo Lasso, quien asumió la presidencia hace poco más de un año luego de superar en segunda vuelta al candidato correísta, Andrés Arauz. Para destituir al jefe de Estado y convocar inmediatamente a elecciones se requería el voto favorable de dos tercios de la Cámara.
Las principales fuerzas políticas a favor de la salida de Lasso eran las bancadas de Unión por la Esperanza (Unes), cercanas al expresidente Rafael Correa; y un sector del movimiento indigenista Pachakutik, brazo político de la Conaie. 109 asambleístas intervinieron a lo largo de las sesiones aunque varios de los argumentos, e incluso los videos que algunos legisladores utilizaron para realizar sus exposiciones, parecían calcados.
En uno de los últimos discursos previos a la votación, el presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, le pidió a Lasso que reconsidere su postura y vuelva a la mesa de diálogo. "Estamos a un pequeño paso de resolver el conflicto social que vive el país", aseguró el jefe del Legislativo al recordar la serie de avances que se produjeron durante la jornada del lunes, en la que participaron representantes de todos los poderes del Estado.
En su cadena nacional previa al debate y posterior votación en la Asamblea, Lasso había acusado al correísmo de intentar "asaltar la democracia" en Ecuador con la moción para destituirlo. El gobernante rechazó "las amenazas, chantajes, persecuciones e intimidaciones a quienes con su voto en la Asamblea Nacional están dispuestos a defender la institucionalidad y la paz".
Las palabras de Lasso fueron rápidamente respondidas por el expresidente Correa desde su cuenta de Twitter, donde le pidió al actual jefe de Estado que "ya no sea ridículo". "Por su engreimiento, cobardía e incapacidad tiene al borde de guerra civil. (...) Gradúese de demócrata, vamos a elecciones, y no siga llenándose las manos de sangre", señaló el expresidente ecuatoriano, actualmente asilado en Bélgica.
"No volveremos a sentarnos a dialogar"
En el fragmento más agresivo de su discurso al país, Lasso disparó: "El país ha sido testigo de todos los esfuerzos que hemos hecho para entablar un diálogo fructífero y sincero. Además hemos dado respuestas concretas a las demandas de nuestros hermanos indígenas, pero no volveremos a sentarnos a dialogar con Leonidas Iza, quien solo defiende sus intereses políticos y no los de sus bases". El mandatario de derecha agregó que solo "cuando se cuente con legítimos representantes" de todos los pueblos y nacionalidades del Ecuador se sumará a la mesa de diálogo.
Horas antes de la difusión de este mensaje por cadena nacional, el gobierno había informado que un militar falleció y 12 resultaron heridos por el ataque a un convoy que custodiaba camiones cisterna en una ruta de la Amazonía del país. "Fueron cobardemente atacados con armas de fuego y lanzas", apuntó Lasso al recordar también que, en la sureña provincia andina de Azuay, fue impedido el paso de un camión que transportaba oxígeno para enfermos hospitalizados.
"Lasso rompe con el pueblo"
Luego del mensaje de Lasso, miles de indígenas volvieron a manifestarse en Quito. A su paso los comercios, que habían abierto luego de un lunes calmo, volvían a cerrar sus puertas. "Lasso no rompe con Leonidas, rompe con el pueblo", dijo la Conaie en su cuenta de Twitter. La confederación indígena aseguró que la ruptura del diálogo confirma el "autoritarismo, falta de voluntad e incapacidad" del gobierno para resolver los problemas del país.
El gobierno se ausentó de la mesa de diálogo con los indígenas que tiene lugar en la Basílica del Voto Nacional de Quito desde el lunes. "Fue un ataque brutal. Pero, ¿cómo podemos saber que si realmente salió o no salió de los manifestantes?, se preguntó Iza en la mañana durante la frustrada reunión. En ese sentido, pidió formar una comisión independiente para que investigue los hechos.
El presidente de la Conaie dejó en claro que el movimiento indígena y los otros colectivos sociales que llevan adelante las protestas jamás han querido "desestabilizar" al gobierno, como afirmó más temprano Lasso. Iza también rechazó la afirmación de que el movimiento indígena haya "sitiado" Quito. "Lo que ha sitiado a los ecuatorianos es la pobreza, la delincuencia, el narcotráfico. De tanta pobreza nuestras comunidades no tenemos más que luchar", advirtió el líder indígena, al tiempo que dijo que el diálogo "no es una imposición de un lado ni del otro".
La ONU en alerta por los niños
Al margen del ataque del martes a un convoy, las protestas dejan hasta el momento cinco manifestantes muertos, más de 500 heridos entre uniformados y civiles, y unos 150 detenidos, según diversas fuentes. El Comité de Derechos del Niño de la ONU exhortó a las autoridades de Ecuador a cesar la violencia contra niños y adolescentes de parte de las fuerzas de seguridad en medio de las movilizaciones contra el gobierno. La entidad internacional también instó a una investigación de los incidentes de uso excesivo de la fuerza por parte de la policía contra los niños.
El comité de la ONU además denunció que muchos niños en Quito se encuentran sin protección alguna ni contacto con sus parientes adultos como consecuencia de las acciones represivas del Estado, y realizó un llamado a todas las partes a que "escuchen, cuiden y protejan a todos los niños, niñas y adolescentes durante las manifestaciones".