Después de su reunión con Alberto Fernández en el marco del G7, el primer ministro británico, Boris Johnson, hizo una insólita comparación entre la Guerra de Malvinas y la de Ucrania para minimizar el reclamo argentino por la soberanía de las islas.
En diálogo con periodistas británicos que viajaron junto al primer ministro a la cumbre de la OTAN en Madrid, Johnson dijo que la conversación con Fernández fue “franca” y “amistosa”, pero que "hay un tema en particular en el que simplemente no tenemos opiniones compatibles".
Malvinas y Ucrania
"Indiqué que estábamos dedicando gran parte de nuestro tiempo (en el G7) a hablar sobre Ucrania, donde el principio en juego era el derecho de las personas soberanas e independientes a determinar su futuro", explicó el jefe del Gobierno británico.
"Ese era el principio que estaba en juego en Malvinas. Se decidió de manera decisiva durante muchos, muchos, muchos años y todavía no veo ninguna razón para que participemos en una discusión sustantiva al respecto", dijo el primer ministro sobre Malvinas, en referencia a la autodeterminación de los habitantes de las islas.
Según Johnson, la disputa por la soberanía se resolvió “decisivamente” en 1982 debido al "sacrificio de muchas vidas".
Aún así, Johnson manifestó que “hablando con los líderes argentinos, tenemos una fórmula muy simple, que es que aceptamos que hay mucho en lo que podemos trabajar juntos y que el Reino Unido y Argentina en realidad tienen una gran agenda común de cosas que nos gusta hablar, si son los océanos, abordar el cambio climático, aumentar nuestro comercio, hay una gran cantidad de cosas que hacemos juntos".
La reunión con Alberto Fernández
En el encuentro, el Presidente dijo que “es difícil que nos podamos sentar a hablar de otros temas sin sentarnos a hablar de Malvinas" y pidió retomar el diálogo de acuerdo con las resoluciones de Naciones Unidas y el restablecimiento de vuelos regulares entre las islas y el territorio continental argentino con la aerolínea de bandera.
“Eso ya se definió hace 40 años”, fue la respuesta del primer ministro ante el planteo de la soberanía argentina.
Un rato después de esa reunión, el Gobierno británico formalizó la reunión y su contenido. Vía una carta en su sitio web, consideró que la soberanía no está en debate y que los que viven en las islas tienen derecho a la autodeterminación.