A pocos meses de la Copa del Mundo 2022 y en el Día Internacional del Orgullo, las autoridades de Qatar volvieron a arremeter contra la comunidad LGBTIQ+.
Algunos días después de haber prohibido el sexo fuera del matrimonio y de intentar impedir las muestras de afecto entre personas del mismo sexo durante el evento futbolístico, Nasser Al-Khater, portavoz del Mundial, anunció oficialmente este martes que quienes luzcan la bandera del Orgullo podrán ser condenados de 7 a 11 años de cárcel.
“Quien luzca la bandera LGBTIQ+ en el Mundial será arrestado por 7 u 11 años. Qatar es un país islámico y se debe respetar su religión”, expresó Al-Khater en una conferencia oficial.
Un funcionario catarí, encargado de la seguridad del torneo de fútbol, había señalado en una entrevista con AP en abril pasado que se podrían requisar las banderas del Orgullo LGBTIQ+ "para proteger de ataques a los hinchas que las muestren".
Qué dijo la FIFA sobre la discriminación hacia el colectivo LGBTIQ+ en la sede del Mundial
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, manifestó que “la comunidad LGBTIQ+ será bienvenida en Qatar, pero tienen que respetar la cultura local” y aseguró que “si Qatar no diera la bienvenida a todos no hubiera organizado el evento”.
Asimismo, en el panel de cierre del Foro Económico de Qatar celebrado un mes atrás, agregó que él mismo se instalará en el país para coordinar con las autoridades y asegurarse que se cumplan las reformas aplicadas sobre los derechos humanos, especialmente para trabajadores migrantes.
Asimismo, la entidad advirtió que rescindiría el contrato con los hoteles si continuaban rechazando las reservas para parejas homosexuales. En ese sentido, afirmó que Qatar está “comprometido a brindar una experiencia inclusiva de la Copa Mundial de la FIFA que sea acogedora, segura y accesible para todos”, por lo que exigió a más de 100 hoteles que “cumplieran con el código” establecido para el evento.
El organismo acordó también la eliminación de la “kafala”, un sistema que prohibía a los migrantes salir del país o cambiar de trabajo sin el aval de sus empleadores, además de que legitima una serie de condiciones indignas de trabajo.
“Estamos capacitando a los responsables y trabajando de la mano con las entidades y la policía, les daremos la bienvenida a todos”, ratificó y aseguró que todos podrán ver “los hechos y los resultados” que, según estima, “seguirán después del Mundial y será especial y maravilloso”.