Presentada como una comedia de terror, The Baby (2022) es más exactamente una sátira sobre distintos asuntos de actualidad, incluidos el terror y la comedia. Interpretada por Michelle De Swarte, Natasha (Tash) es una mujer de 38 años cuyas amigas más cercanas han sido “abducidas” por la maternidad. Para ella, los bebés son seres casi extraterrestres que, debido a sus demandas, solo restan tiempo para jugar al póker, embriagarse y divertirse. 

Acusada de egoísta por Mags y Rita, Tash decide tomar distancia por unos días de su entorno y alquilar una casa junto al mar, al pie de un acantilado. En ese lugar, desde lo alto le caerá en brazos un bebé blanco y sonriente (ella es afrodescendiente), que parece querer adoptarla como madre (la primera en caer al vacío es una joven, que no sobrevive). Después de interrogar a Natasha, dos policías se llevan al bebé, aunque apenas se alejan unos metros: el patrullero es aplastado por una roca y ambos mueren al instante. El bebé, sonriente, le extiende los bracitos a Tash. Sin éxito, ella intentará desembarazarse de la criatura que, capítulo a capítulo, se vuelve más espeluznante.

La misteriosa señora Eaves (Amira Ghazalla), que le había alquilado la vetusta cabaña a Tash, sigue la huella del bebé desde hace décadas. Hijo no deseado de Helen (su amante en la juventud, cuando en Inglaterra las relaciones entre personas del mismo sexo aún estaban penadas por la justicia), el bebé insiste en su búsqueda de amor materno incondicional de una mujer a otra, no importa la identidad de género. En su afán por la exclusividad, provoca la muerte de aquellos que amenazan su deseo e incluso de las madres sustitutas que, exhaustas por la intensidad de la criatura, deciden abandonarla o deshacerse de ella. Helen, que lo ha dado a luz en cautiverio y en contra de su voluntad, lo ha rechazado. La señora Eaves trata de torcer el destino y devolver equilibrio al cosmos mediante una fórmula cruenta a ojos de Tash y lxs espectadorxs: matar al bebé.

La primera temporada de The Baby, que se puede ver por HBO Max, tiene ocho capítulos de menos de una hora de duración. Mediante flashbacks se reconstruye el vínculo amoroso entre la señora Eaves y Helen, amenazado por la familia del marido de Helen. Ambas encontraron refugio en un hogar de lesbianas de color, pese a que alguna de ellas había advertido que la tez blanca de Helen solo podía traerles problemas. Por su parte, Natasha está distanciada de su madre, que lidera una comunidad pastoril donde está prohibido expresar la ira (hasta que llega Tash con el bebé), y de su hermana menor, Bobbi, que sueña con adoptar y formar una familia (su deseo es tan grande que las autoridades desconfían y rechazan la solicitud). Bobbi es maga y sus habilidades servirán en el transcurso de la trama para distraer o dormir a la criatura, que se mantiene casi siempre alerta ante la posibilidad de un nuevo abandono. La ternura, la ironía y el espanto están bien dosificados en The Baby.

El elenco de personajes de esta serie más afín a las fantasías de Luis Buñuel que a las de Roman Polanski o Jordan Peele (términos de comparación habituales en las reseñas) se completa con dos personajes masculinos: Lyle, el padre de Natasha y Bobbi, y Jack, el progenitor del bebé fatal. The Baby es una coproducción entre Sky y HBO, con guión de Siân Robins-Grace y producción de Lucy Gaymer. Los episodios fueron dirigidos por Faraz Shariat, Stacey Gregg, Ella Jones y Nicole Kassell. Fábula sobrenatural y sin moraleja sobre el pavor que puede provocar la maternidad en la era de los derechos reproductivos, la pérdida de libertad que acarrean los lazos familiares y la improbable ecuación entre entrega y posesión, The Baby avanza con frescura y humor británico por la cornisa de la incorrección política. A veces derrapa, pero lo hace sin temor al ridículo.

The Baby

HBO Max

Primera temporada (ocho episodios)