Una concejala de Venecia presentó una propuesta para cobrar una entrada a los turistas, debido a la excesiva cantidad de extranjeros que la ciudad italiana recibe anualmente. La iniciativa busca proteger el equilibrio y preservar el estatus de Patrimonio de la Humanidad que le otorgó la UNESCO a esa localidad europea.
Tiempo atrás se conoció que el organismo internacional evalúa incluir a Venecia en la lista de lugares del mundo que se encuentran en peligro por la gran afluencia de visitantes que llegan al conjunto de islas, sobre todo en la época de carnaval. Según las autoridades, el último domingo de Pascuas, en abril pasado, se registró la llegada de 158.000 turistas a la localidad, en la que viven 50.000 habitantes.
La concejala venecina Simone Venturini, autora de la iniciativa, contó a la agencia de medios Bloomberg que una vez se encontró con que una familia de visitantes habían realizado un picnic con comida casera en un pozo histórico en plena calle, lo que derivó en una multa policial.
Ante la recurrencia de este tipo de situaciones fue que presentó su propuesta. "La tasa solo se aplicará a los visitantes de un día, ya que los que pernocten en Venecia estarán exentos. Esas personas, deberán abonar una tarifa de 3 a 10 euros para acceder a la ciudad", precisó Venturini.
Además, manifestó que la idea es aplicar esta tarifa desde enero del 2023. De acuerdo con sus propias palabras, intentan reemplazar el turismo de Venecia de "la cantidad a la calidad", de modo que quienes busquen acceder a uno de los sitios más históricos y bellos del planeta lo hagan con conocimiento de su valor y la importancia de cuidar el espacio.
Debate entre los comerciantes de Venecia
El plan de cobrar un monto mínimo a los turistas e implementar un sistema de reservas no es nuevo, dado que se había pensado incluso antes del comienzo de la pandemia del coronavirus. Pero la amenaza de la UNESCO de retirar a la ciudad de su reconocimiento internacional reactivó la discusión.
Las voces en contra de esta medida no tardaron en hacerse escuchar. Ernesto Pancin, el director de una asociación que representa a dueños de bares y restaurantes de esa ciudad, criticó la medida y consideró que una de las ideas para contrarrestar la ola de excursionistas es alertar a las masas a departir en áreas menos conocidas de la ciudad. “Los distritos centrales, como Castello y Santa Croce, que son hermosos, permanecen vacíos la mayor parte del día", dijo.
Por otra parte, una comerciante de la ciudad, Giuliana Longo, expresó a medios locales que la implementación de la tarifa es una medida eficiente, pero pidió que sea utilizada para un propósito específico y acertado, como la preservación del patrimonio de la ciudad.