Nous                                                                         7 Puntos

Francia, 2021.

Dirección y guion: Alice Diop.

Duración: 115 minutos.

Estreno en la plataforma Mubi.

“En los siglos XVI y XVII los escritores pertenecían a la aristocracia y reflejaban a la gente de su clase”, señala alguien que también escribe. “Más tarde apareció en la literatura la nueva clase, los burgueses, y hoy medios accesibles para todos, como el digital, permiten darle voz a la gente ‘pequeña’...”. Alice Diop, francesa de padres senegaleses, filma en digital a esa clase de gente, con un par de excepciones. El “nosotros” del título tal vez remita a una serie de círculos concéntricos: la propia familia (aparecen en cámara la propia Diop, su madre, su hermana y su padre), a los inmigrantes o hijos de inmigrantes africanos o a los franceses en su conjunto. Nous es una suerte de bordado que, a través de fragmentos independientes, compone a la Francia de hoy en una serie de imágenes. Pero de modo parcial: el bordado no aspira a la totalidad, y mucho menos a los grandes hechos históricos. Como la gente a la que filma, Nous es un fresco a pequeña escala.

Ningunx de ellxs identificadx por su nombre aparecen, entre otros, la hermana de Alice, solícita enfermera, el padre, a quien ella pide que recuerde sus primeros días de inmigrante, y la madre, en viejas filmaciones en VHS, “siempre al borde del cuadro, como queriendo escaparse”. Una anciana que rememora el momento en que conoció al que sería su marido, un tallerista nacido en Mali, que habla con su madre mientras arregla el motor de un auto, un hombre recién enviudado y el escritor que hace una suerte de minihistoria social de la literatura francesa. ¿Algún punto en común? Ninguno, los círculos concéntricos no se conectan entre sí. Pero un hilo visual sutura el bordado: los trenes que van y vienen a través de la Île-de-France, la región en la que se asienta París. ¿Algún recorte social? Aproximadamente: la mayoría de quienes aparecen en cámara pertenecen a la clase media. Media-media o media baja. ¿No hay pobres en Francia? ¿Gente ‘caída’ del sistema? Sí, pero acá no aparecen. Cuestión de recortes.

Si algunos de los “actores” dan testimonio de una movilidad social que nace en los barrios de monoblocks de la periferia (la familia Diop entera, sin ir más lejos), otros reflejan añejas tradiciones de la Francia blanca que se verán representadas, casi seguro, por la Agrupación Nacional de Marine le Pen. Los miembros de una asociación de cazadores que lucen uniforme, instrumentos de viento, caballos y perros. Y sobre todo los concurrentes a una insólita misa, dada un 25 de diciembre en honor de… Luis XVI. Un país del Antiguo Régimen encallado en otro, heredero de la Revolución Francesa.

Ecléctica, la realizadora mixtura sin el menor prejuicio distintos modos del documental. El de observación, como en la secuencia inicial, acompañando a aquellos cazadores, en la que la cámara divisa a un ciervo a la distancia. El de intervención, cuando Diop entrevista a su padre desde detrás de cámara. El documental en primera persona, que se manifiesta cuando la realizadora cuenta un sueño (sueños en un documental: testimonio de la anchura que alcanzó ese campo) y, finalmente, el documental que se filma a sí mismo: Diop en cámara dialogando con el escritor mencionado, con el sonidista en campo, sosteniendo el “boom” del micrófono. Primer Premio en la sección Encounters del Festival de Berlín, lo que se filma es un patchwork, y los retazos con que se arma un patchwork son necesariamente desiguales.