“Migrar es nacer en un país pero renacer en otro”, dice una de las voces que dan su testiminio en el cortometraje argentino Migrante, una épica coral donde distintas personas comparten sus ideas e historias sobre la migración y otras 50 personas de distintos países van animando esos tránsitos, esos cruces de fronteras.
Ese corto es uno de los 26 que forman parte de la nueva edición del Festival Cineversátil, que nació en 2012 en Venezuela pero renació hace un lustro en Argentina, cuando su director y curador, José Alirio Peña, migró para establecerse en Buenos Aires. Surgido en 2011 en Caracas, el Festival de Cine se proponía hacer presión por los derechos no conquistados en Venezuela, al año siguiente que en Argentina se había aprobado el Matrimonio Igualitario y comenzaba una nueva etapa en América Latina para los derechos para personas LGBTIQ+. Aunque Cineversátil logró tener un lugar de importancia entre los festivales de cine en Venezuela, la situación económica hizo que, a lo largo de las ediciones, fuese cada vez más difícil sostenerlo. Y esa misma situación empujó a migrar a José Alirio Peña.
“Aunque extraño Venezuela, la arepa migró con nosotros. En mi nueva familia en Argentina hay arepas y mate”, dice Alirio Peña, quien recientemente se casó en Argentina con Juan José Díaz, a quien conoció a través del activismo LGBTIQ en La Matanza, y quien ahora es parte del festival Cineversátil. Juntos también hacen el programa Cineversátil y más por Radio Zónica, donde abordan distintos temas de diversidad a partir del cine.
Cine sin fronteras
Para este año, Cineversátil hizo una transformación, o mejor dicho una migración, porque la temática de toda la programación gira alrededor de la “Movilidad Humana LGBTIQ”, como una suerte de análisis de las relaciones entre la orientación sexual y la identidad de género con las personas migrantes y refugiadas alrededor del mundo. En seis secciones se recorren distintas experiencias documentales y de ficción que trazan los movimientos de la migración y del deseo. La sección principal está dedicada a los contextos hostiles que provocan la migración de personas LGBTIQ con cortos de Alemania, Brasil, España, Irán, México y Reino Unido. Historias urgentes del presente como la de Our pain de Mahtab Pishghadam, una huida de un hombre trans con su pareja de Irán.
Pero también evocaciones del pasado como Copi, dirigida por André Gevaerd, una adaptación del relato de Carlos Henrique Schroeder ubicado en los 90 donde Mariana Genesio Peña interpreta al personaje del título, una mujer trans cordobesa que huye al exilio en el Balneario Camboriú de Brasil. Del lado del documental, esta sección propone Oasis, dirigida por Uxmal Álvarez Trejo, producción mexicana que registra testimonios de refugiados en La Casa Blanda, como una pareja de jamaiquinos que fueron criminalizados en su país y una trans hondureña. Ese hogar de refugio es definido por su creador como “una casa sin fronteras” situado en plena Ciudad de México.
El exilio sexual
“Recuerdo que participé en un reinado de belleza en Venezuela y mi vida literal era en dos maletas. Porque llegaba a mi casa con la maleta, y en la maleta estaba Sarah y en mi casa era Luis. Yo quiero sacar todo de la maleta y ser yo”, dice Sarah Rivas en el corto mexicano Llámenme puta de Digcy Mejias. Ella, era migrante en su propio país, con su maleta a cuestas, tuvo que exiliarse a México, para poder desarrollar su identidad de género y convertirse en una trabajadora sexual que hizo amistades y alianzas activistas para defender los derechos propios y de sus compañeras. La lucha continúa siempre más allá de las fronteras. Este corto es uno de los que el festival Cineversátil aborda de distintas perspectivas los retratos de las personas migrantes y refugiadas venezolanas LGBT. En otros dos cortos también se aborda el trabajo sexual en hombres venezolanos en Colombia.
“En algunas revistas y portales web se reitera que el sociólogo puertorriqueño Manuel Guzmán acuñó la palabra 'sexilio' en un libro que escribió sobre homosexuales latinos publicado en 1997. El mismo Guzmán afirmó que el término era suyo. Sin embargo, mucho antes ya había aparecido en contextos académicos y no académicos.
En 1984, el poeta argentino Néstor Perlongher destacó el 'exilio sexual' para referirse a la migración motivada por la orientación sexual de las personas”, señala Alirio Peña y dedica dos documentales específicamente a partir de la idea de sexilio, aunque casi toda la programación podría tener este título. Por un lado, está Reinaldo Arenas y otros compañeros, dirigido por el músico español Eduardo Soutullo, donde se retrata a Juan Peñate, exiliado en Madrid tras salir de Cuba junto al escritor Reinaldo Arenas en 1980 en el éxodo del puerto de El Mariel.
Como Peñate acumuló libros y discos en su vivienda se lo acusó de un supuesto síndrome de Diógenes y un juzgado madrileño ordenó su ingreso en un psiquiátrico. El corto defiende su excepcionalidad denuncia su persecución: el exilio no lo libró del hostigamiento.
Otro corto de sexilios es Valijas, uno de los capítulos de la miniserie documental sobre el Archivo de la Memoria Trans que dirigieron Agustina Comedi y Mariana Bomba, sobre la historia de María Belén Correa, fundadora de ATTA y también del Archivo, que en 2001 decidió pedir asilo político en Estados Unidos, frente a la persecución a las travestis en nuestro país, para crear una alianza activista internacional para personas trans que sigue en proceso de expansión.
Exilios interiores, migraciones nacionales
Una sección del festival está dedicada a los exilios interiores o las migraciones nacionales, quienes escapan de un pueblo o una ciudad porque la convivencia se hace difícil o imposible. En este contexto destaca el corto argentino Yenny, dirigido por Gastón Escudero Bigurrarena, que registra el testimonio de Yenny Belacín, una mujer trans de General La Madrid, en la Provincia de Buenos Aires, que con 68 años cuenta una historia de varias fugas y vueltas: de huir de su ciudad buscando horizontes menos hostiles, de encontrar refugio durante la dictadura, de pasar 40 años en Mar del Plata, de ser cabaretera por su habilidad para bailar tropical y para cantar tangos haciendo playback, de la vuelta al terruño convertida en costurera.
Yenny es una sobreviviente y su biografía son rutas del dolor pero también de la esperanza, de superar la edad promedio de las personas trans y de volverse a encontrar con sus orígenes con una libertad para poder reinventarse un presente y un futuro, pudiendo evocar con lucidez el pasado. Migrar también es saber que las huellas se pueden volver a pisar, en el ambiguo sentido de la expresión, que siempre es el mejor sentido.
Del 1 al 9 de julio, los 26 cortos podrán verse gratuitamente en la plataforma cineversatil.com