Respaldado por la presencia de siete gobernadores, el Frente de Todos logró dictaminar en el Senado el proyecto que amplía la Corte Suprema a 25 integrantes. La decisión --sorpresiva-- dejó el camino libre para avanzar en su aprobación dentro de un par de semanas, ya que el oficialismo se muestra confiado en que tendrá los votos para darle media sanción.
Los gobernadores, verdaderos autores del proyecto, expusieron en el plenario de las comisiones de Justicia y Asuntos Constitucionales y defendieron la necesidad de "federalizar" la Corte para poder comenzar a "corregir las asimetrías históricas" que hay entre el centro y el interior del país.
Una Corte "centralista, misógina y anti federal"
"La composición de la Corte Suprema ha sido claramente centralista, misógina y con un sesgo anti federal", cuestionó, en un momento, el chaqueño Jorge Capitanich frente a una salón con un cuarto de las sillas vacías debido al faltazo de la oposición. Juntos por el Cambio, que sostiene no querer "legitimar" la discusión, no participó de la reunión.
El proyecto de los gobernadores, impulsado hace más de un mes en el contexto de la discusión entre Nación y Ciudad de Buenos Aires por la coparticipación, propone ampliar la Corte Suprema de Justicia a 25 miembros: uno por cada provincia, otro por CABA y un último designado por el Poder Ejecutivo.
Paridad de género
Los cuatro supremos actuales --un cordobés, dos santafesinos y un porteño-- se mantendrán en sus cargos y se cubrirán las vacantes. Fueron incorporadas solo algunas modificaciones formales al texto original, pero la más importante es que se suma un artículo que indica expresamente que deberá garantizarse la paridad de género en la nueva composición.
Lo de la paridad fue un guiño a la riojana opositora Clara Vega, cuya iniciativa de reforma de la Corte sostenía establecer un cupo femenino. El voto de Vega resulta clave para alcanzar los 37 votos que se necesitan para aprobar la iniciativa en el recinto, dado que Alberto Weretilneck --habitual aliado del Frente de Todos-- adelantó que esta vez defenderá su propio proyecto. "No va a negociar nada", aseguraron desde el entorno del rionegrino.
Con 35 bancas propias, el FdT necesita sumar dos votos más: uno de ellos será el de la misionera Magdalena Solari Quintana y el otro, esperan desde el oficialismo, será el de Vega. La riojana había sostenido que 25 jueces le parecía "excesivo", pero ayer aseguró a este diario que lo estaba "estudiando". La fecha para la sesión será el 14 de julio y el interbloque oficialista se muestra confiado en que podrá aprobarlo pese al rechazo de JxC.
La voz de los gobernadores
De los 16 gobernadores que impulsan el proyecto, siete hicieron acto de presencia (aunque estos aclararon que fue una decisión propia ir con una delegación reducida). Estuvieron Axel Kicillof (Provincia de Buenos Aires), Jorge Capitanich (Chaco), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y Raúl Jalil (Catamarca).
El primero en tomar la palabra fue Rodríguez Saá, quien planteó que había que discutir la reforma de la Corte y "por fuera de la grieta". "El proyecto propone 25 miembros, uno por cada provincia. ¿Cómo hacemos que se garantice? El Presidente de la Nación está dispuesto a dictar un decreto autolimitándose y pidiéndole a los gobernadores una cuaterna donde propongan dos hombres y dos mujeres para que se pueda hacer una Corte con paridad de género a propuesta de los gobernadores", adelantó el puntano.
"El federalismo y la justicia están en crisis", sostuvo luego Zamora, quien inscribió el proyecto de ampliación de la Corte en el "espíritu de unidad nacional" que impulsa la "liga de gobernadores" (grupo de mandatarios peronistas y aliados que empuja una agenda federal). Se refirió, a su vez, a las limitaciones que generaba una Corte de cuatro integrantes, comparando la cantidad de causas que entraban por año con la cantidad de sentencias que los supremos emitían.
Lo mismo hizo Melella, que fue el último gobernador en hablar: "En 2021 de las 24 mil causas que entraron solo se resolvieron 8 mil. Por eso es necesario darle la agilidad, y la agilidad se da con la ampliación del número", indicó el fueguino.
El discurso más fuerte (y más aplaudido), sin embargo, fue el de Capitanich. "El centralismo avanza de la mano de la injerencia corporativa, porque acá no hay independencia del Poder Judicial desde el punto de vista político o partidario. Lo que hay es dependencia de la Corte Suprema y de sus miembros respecto a corporaciones que promueven un mecanismo de presión y manipulan la Justicia a su antojo", disparó, a la vez que acusó al máximo tribunal de haber sido históricamente "centralista, misógino y anti federal".
Además de argumentar que una Corte más federal permitiría corregir "asimetrías históricas", el gobernador chaqueño deslizó que, de haber habido mayor representación de las provincias, algunos (lastimosos) fallos no hubiesen existido: "¿Hubiese ocurrido la aplicación del 2x1 con miembros representativos de las provincias? ¿Hubiera ocurrido lo de la reforma al Consejo de la Magistratura en donde la Corte prácticamente se erige en el proceso de sanción de leyes? ¿Se hubiese discutido una medida cautelar que pretende reducir los recursos que pertenecen a las provincias para financiar a la CABA?", retorizó, y aseguró que ampliar la Corte era "el primer paso" para avanzar en una "democratización del poder" que permitiría una mayor "calidad en las instituciones".