Numerosos estudios de todo el mundo en el área de las neurociencias indican que los adolescentes se van a dormir más tarde y que, a su vez, tienden a descansar más horas al día. Se podría pensar que lo primero está relacionado principalmente con una tendencia cultural motivada por el uso excesivo de dispositivos electrónicos hasta las últimas horas de la noche, o las salidas nocturnas, por nombrar algunos factores. Pero, para los especialistas, hay otra razón clave a tener en cuenta: “Esa cultura se monta sobre una necesidad biológica. El reloj biológico les dice a esos chicos que hay que hacer todo más tarde”, afirmó a GO Noticias el director del Laboratorio de Cronobiología en la Universidad Nacional de Quilmes, Diego Golombek.
Para el reconocido experto en el área de la cronobiología -el estudio de los ritmos y relojes biológicos-, que los chicos hagan "todo más tarde" no sería algo grave de no ser que "al otro día tienen que ir al colegio extremadamente temprano". La falta de sueño en la etapa escolar de la adolescencia es una de las problemáticas más estudiadas por profesionales de la educación, la psicología y las neurociencias, dadas las graves consecuencias a corto y largo plazo.
Además de asistir somnolientos y quedarse dormidos en el aula durante la clase, los estudiantes mal dormidos pueden perder el interés en la materia, no retener la información durante esas horas, e inclusive, sufrir alteraciones en el comportamiento y la salud emocional, consignó el médico psiquiatra de INECO, Fabián Triskier.
"Los adolescentes deberían dormir entre nueve y diez horas, pero no lo hacen", cuestionó el psicoterapeuta. En ese sentido, coincidió con Golombek en que los jóvenes son catalogados como "búhos" dentro de las ciencias, porque, desde un punto de vista cronobiológico, les llega la sensación de sueño "mucho más tarde por los cambios cerebrales que aparecen en la pubertad".
Por esta razón, los especialistas se preguntan desde hace un largo tiempo cómo se puede mejorar esta situación para que los adolescentes lleguen a cumplir la cuota diaria de sueño recomendada y así lograr un mejor rendimiento en su educación.
Obligarlos a irse a la cama más temprano, sacarles sus pantallas, o prohibirles eventos nocturnos probablemente termine generando conflictos en las familias, pero "la luz de las pantallas es la verdadera luz mala”, insistió Golombek. "Sé que es imposible eliminarla, pero al menos limitarla y explicar por qué. Sería muy bueno una campaña para limitar el uso de pantallas por la noche".
Y explicó que irse a la cama con pantallas "le dice al reloj biológico —por el tipo y color de luz, que es la que más estimula al reloj biológico— 'está todo bien, es de día'. Por lo cual comprimimos aún más nuestro horario de sueño, y además ese sueño no es de alta calidad: dormimos menos y peor, y estamos somnolientos y de mal humor durante el día".
California retrasa el horario de entrada al secundario
Una de las ideas más recomendadas en todo el mundo será puesta en práctica por primera vez en California, Estados Unidos, desde el 1 de julio, cuando entre en vigencia la nueva ley que exige a las escuelas secundarias públicas que no comiencen las clases antes de las 8.30.
Según informó el diario estadounidense The Atlantic, esta medida ya se probó en algunos distritos de Denver y Seattle, con buenos resultados: los adolescentes que descansaron 45 minutos más que antes, mostraron mejorías en su estado de ánimo y en su rendimiento académico. Estos beneficios se notaron incluso hasta dos años después de la implementación de la prueba.
Ahora en California, tras una campaña de la ONG "Start School Later" (Empezar la escuela más tarde) y el apoyo de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), el proyecto se llevará a cabo por ley.
Qué dicen los especialistas: ¿podría aplicarse en Argentina?
Este tipo de iniciativa también intentó colarse entre los tratamientos del leyes del Congreso de la Argentina, aunque por ahora "sin mucho éxito", según Golombek. Consultados sobre el proyecto aprobado en Estados Unidos, distintos profesionales coincidieron en que su implementación en el país tendría "un efecto muy positivo en la población adolescente”.
"A nivel nacional nunca pudimos implementar esto, pero sí en algunas jurisdicciones, sobre todo a nivel micro con escuelas que entienden los beneficios y tienen la posibilidad de retrasar un poco el horario de sus clases", especificó Golombek.
No obstante, señaló que hoy existe una "resistencia" muy fuerte al retraso del inicio de clases de la jornada matutina por parte de distintos sectores, debido a que "el horario escolar es un ancla de la sociedad, porque todo se organiza alrededor del horario de la escuela de los chicos", explicó. "El colegio regula a qué hora te despertás, a qué hora desayunás, a qué hora te tomás el transporte, cómo haces con el trabajo", sumó.
Según Triskier, el sistema educativo se organizó en función del sistema fabril, lo que hace "ilógicas" las justificaciones para que los estudiantes del secundario, que responden a su reloj biológico y se despiertan tarde, entren a clases al mismo tiempo que un adulto en etapa laboral. “Dormir es importante durante toda la vida, pero fundamentalmente en la etapa de la adolescencia”, confirmó.
Y continuó: “Dormir tiene un efecto fundamental no solo para descansar el cuerpo o recuperar las energías, sino que a nivel cerebral ocurren acontecimientos muy importantes. Por ejemplo, la consolidación de aprendizajes durante el día, y por eso requerimos tiempo de sueño necesario para que las diferentes fases del sueño se puedan desarrollar. También tiene que ver con la regulación de nuestras emociones. Los cambios de sueño son algunas de las señales tempranas que se dan en algunas patologías de la salud mental”.
Por este motivo, ratificó junto a Golombek que "garantizar el sueño" en los chicos y chicas es "fundamental" y que, con iniciativas como la implementada en California desde julio, se podrían lograr grandes cambios y mejorías. "Solamente corriendo el horario (de inicio de clases matutinas) entre 30 y 40 minutos para agregar un período de sueño mucho más importante se consigue mucho", remarcó.
Cambiar el huso horario en Argentina: la propuesta de Julio Cobos
El diputado nacional del radicalismo Julio Cobos presentó en abril un proyecto de ley para que la Argentina cambie el huso horario de -3 a -4 al oeste del Meridiano de Greenwich, y así poder aprovechar mejor la luz solar. Lo hizo en una sesión de la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados a la que también asistió Golombek.
En diálogo con GO Noticias, Cobos apuntó que su proyecto aún espera a ser tratado en el Congreso, pero se mantiene optimista. Resulta que el país está "mal situado geográficamente en cuanto a su huso horario por una serie de equívocos históricos que nos hizo quedar en el huso -3", especificó por su parte Golombek. Por eso, modificar el huso "sería un complemento" de la iniciativa del retraso del horario de inicio escolar.
"Al estar bien localizado nuestro huso horario, aprovechamos más la luz y el calor", sostuvo el biólogo, y resaltó que en invierno, fundamentalmente, despertarse y comenzar con las actividades "de noche" no hace más que "conspirar contra el rendimiento, la productividad y el estado de ánimo".
Para él, el cambio del huso horario tendría como ventaja "que efectivamente aprovechemos mucho más la luz de la mañana. Pero tiene una desventaja, perder una hora más de la luz de la tarde, y eso a la gente mucho no le gusta". El cambio, además, implicaría un inmenso "ahorro de energía": "Estaríamos mucho más en sincronía con el ambiente”, consignó.
Por su parte, Cobos destacó que el oeste argentino es el que más "padece" el desajuste en el huso horario, y que su proyecto apunta a ahorrar energía y solventar el problema que aqueja a jóvenes y grandes por los horarios escolares y laborales. "En Mendoza los chicos entran 7.45 y hasta las 8.45 no amanece. Se levantan muy temprano y esto impacta en el rendimiento académico, en la primera hora", dijo el exgobernador mendocino a GO.
Frente a las complicaciones educativas acentuadas por la pandemia del coronavirus, el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, anunció en abril de este año que todas las escuelas primarias de jornada simple del país sumarían una hora más de clase por día, lo que para Golombek estaría "justificado" mientras que esa hora no "se ponga más temprano" y sea contraproducente con el reloj biológico de los adolescentes.
Sin embargo, no cree que los proyectos de cambio de huso horario ni de retraso de la entrada escolar prosperen, debido a las complicaciones que generarían en las rutinas familiares y en las estructuras docentes y directivas de los colegios públicos. Pero, así todo, consideró que el panorama ideal sería que los colegios adoptaran la modalidad de la "jornada extendida".
Más temprano, más frío: el pedido de escuelas rurales en Jujuy
Varios colegios de las zonas rurales de la provincia de Jujuy solicitan desde abril que se atrase el horario de ingreso a clases por las bajas temperaturas que se registran en la región en otoño e invierno, de hasta 15 grados bajo cero.
Son cuatro escuelas primarias rurales de los departamentos puneños de Cochinoca y Rinconada, ubicadas a más de 3500 metros sobre el nivel del mar y "en sitios muy inhóspitos”, según contó el supervisor René Gaspar.
El ingreso temprano a la escuela en esta zona tiene como consecuencias la deserción de alumnos, las malas calificaciones, y el aumento de accidentes en el camino hacia el establecimiento. Sin embargo, los supervisores tienen la potestad de ordenar ese cambio de horario, según publicó Somos Jujuy.
"El director de cada escuela debe hacerle el planteo y el supervisor autoriza. El único inconveniente que puede ocurrir es que la escuela tenga doble turno y que el atraso en el ingreso del turno mañana pueda superponerse con el ingreso del turno tarde pero todo se pude conversar directamente con el supervisor", sostuvieron desde la cartera provincial.
Sin embargo, alternativas hay, y muchas fueron puestas a prueba en otros países y consideradas incluso en Argentina.
Clases artísticas o al sol: alternativas al cambio de horario
Entre las opciones que se barajaron para mejorar el rendimiento de los estudiantes en etapa escolar frente a las bajas temperaturas del invierno y el retraso de la salida del sol, está la idea de modificar el esquema horario de las materias y "tratar de que en las primeras horas los chicos estén muy expuestos a la luz solar".
¿Cómo se logra? "Haciendo que los chicos hagan educación física o salgan a dar una vuelta" en las primeras horas de la jornada escolar, sugirió Golombek, "porque la luz es la ‘nafta’ del reloj biológico y la que te ayuda a estar más despierto y alerta a la mañana".
En esta línea, Triskier aconsejó que las primeras materias del día fueran aquellas que requieren conocimientos artísticos y creativos, como plástica o música, y dejar las materias más duras e intelectuales para después del recreo.
Pero más allá de las alternativas, los expertos insistieron en la importancia del buen sueño, tanto a nivel físico como psicológico y emocional: “Dormir tiene beneficios sobre el desempeño, las notas mejoran. Hemos estudiado esto en algunas escuelas en Argentina para ver qué pasa con los distintos turnos, y qué pasa con el cronotipo de los chicos, si son más tempraneros o más vespertinos. Incide mucho en el ausentismo, en las llegadas tarde, y en la salud en general”, resumió Golombek.