En Tomorrow, and Tomorrow, and Tomorrow, su última novela, la exitosa escritora y guionista estadounidense Gabrielle Zevin cuenta la historia de una muchacha, Sadie Green, que se asocia a su amigo de infancia, Sam Masur, y juntos se convierten en sensación en diseño de videojuegos en los años 90. Para celebrar el inminente lanzamiento del libro (según la crítica, un posible bestseller), la autora tuvo ocurrente idea: que uno de los videogames que aparece en la ficción, exista en la vida real. Et voilà el adorablemente pixelado EmilyBlaster, donde la meta es ensamblar poesías de Emily Dickinson… disparando a las palabras.
Disponible en forma gratuita a través de la website de Zevin, adelanta esta artista que EmilyBlaster es uno de los primeros desarrollos de Sadie, la protagonista, en la novela. “Es además el juego más simple del libro, y necesitaba que fuera convincente que una estudiante universitaria inteligente podía crearlo en la década del 90 con recursos escasos y muy poco tiempo”. No solo es creíble sino bien entretenido, y la autora está encantada con el “carácter ligeramente subversivo de hacer un videogame donde el objetivo sea disparar poemas. Pensando en el estilo de verso compacto y en las líneas memorables de Emily Dickinson, su obra era perfecta para esta idea”.
Vale decir que el juego cuenta con tres niveles; cada uno invita a completar un extracto diferente de las poesías That Love is all there is, We talk as Girls do y Hope is the thing with feathers. Diseñado por el programador Dan Vecchitto (fichado por la editorial Knopf) siguiendo las directrices de la novela, cuenta Gabrielle que, cuando lo probó por primera vez, quedó alucinada: “Era lo que había descripto en mi historia y me trasladó a la diversión de los primeros juegos de computadora. Ojo, es un poco adictivo y tiene el punto justo de dificultad. Puede que no te conviertas en Dickinson a la primera”.