Son en total 100 las multinacionales responsables del 71 % de las emisiones industriales globales, que en gran parte ocurren por la explotación que impone el Norte a los países del Sur, los que menos inciden en la contaminación ambiental mundial pero que pagarán la peor parte de las consecuencias del agravamiento de la crisis climática. Y que, al mismo tiempo, son estrangulados económicamente por las deudas financieras masivas que otorgan organismos internacionales bajo control de los países del Norte Global, como el FMI, el Banco Mundial y el Club de París, por solo nombrar algunos.

“En muchos casos se trata además de deudas odiosas, obtenidas de manera ilegal/inconstitucional, con gobiernos de facto, y/o violando los propios estatutos de los organismos crediticios”, denuncia la campaña Deuda x Clima, una convergencia internacional de organizaciones sociales, ambientales y sindicales movilizadas por el “no reconocimiento” de las deudas externas ilegítimas y por la imposición de una agenda de justicia social y justicia climática.

En Buenos Aires, convocadxs por ATE Nacional y CTA-Autónoma, movimientos sociales y políticos, jóvenxs y niñeces marcharon esta semana desde el Obelisco hasta la sede local del FMI, por "la anulación de las deudas financieras ilegítimas impuestas al Sur Global y por el reconocimiento de la Deuda Ecológica", una actividad que se replicó en más de 30 países de América, Europa, Africa y Asia, contra la cumbre del Grupo de los Siete (G7), y que proyecta acciones de visibilización de acá a fin de año. “Tenemos que darle voz a los que no tienen voz, y esta marcha tiene el objetivo de decir que el acuerdo que se firmó con el FMI nos oprime y nos somete”, advirtió Mariana Mandakovic, secretaria de Comunicación de la Central. “La deuda es con los pueblos y con la naturaleza, la deuda también es con nosotras, con las compañeras de los territorios que trabajamos en combinación con la naturaleza y la comunidad para salir de esta opresión.”