La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó este jueves al presidente Joe Biden a poner fin al programa "Quedate en México", introducido por Donald Trump y bajo el cual se envía de vuelta a solicitantes de asilo para que esperen la resolución de sus casos al otro lado de la frontera. Por una estrecha mayoría de cinco contra cuatro, los jueces dictaminaron que poner fin a esta política no viola la ley de inmigración. El alto tribunal dio la razón a Biden en su intención de tumbar el programa apenas tres días después de que fuera hallado en San Antonio un camión en el que murieron por asfixia 53 indocumentados, reflejo de la situación dramática que se vive en la frontera con México.
Una ley que otorga discrecionalidad
El fallo judicial es una excelente noticia para la política migratoria de Biden, que se encontraba contra las cuerdas, y un poco de oxígeno después de varios reveses políticos por las últimas sentencias de la Corte Suprema sobre el aborto, la portación de armas o la lucha contra el cambio climático. El gobierno estadounidense pedía a la Corte que revisara el fallo judicial emitido en diciembre por un tribunal de apelaciones que le ordenaba mantener los Protocolos de Protección al Migrante (conocidos como Quedate en México o MPP) introducidos por Trump en 2019.
El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, junto con el conservador Brett Kavanaugh y los tres jueces liberales dictaminaron que la ley federal de inmigración otorga discrecionalidad al poder Ejecutivo, es decir que puede expulsar a solicitantes de asilo o no.
Roberts, autor de la opinión mayoritaria, argumentó que la normativa establece que "en el caso de que un extranjero" llegue desde un territorio contiguo a Estados Unidos se lo "puede devolver" mientras espera que se resuelva su procedimiento migratorio. Esto "confiere claramente una autoridad discrecional", señala Roberts, insistiendo en que la Corte "ha observado en reiteradas ocasiones" que "la palabra 'puede' claramente connota discrecionalidad".
El programa fue instaurado por Trump en 2019 como parte de su política de tolerancia cero con la inmigración, con la colaboración del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México. Con esta política se devolvieron a territorio mexicano a miles de personas que llegaban a los puentes fronterizos de Estados Unidos, dificultando su acceso a representación legal y exponiéndolas en muchos casos a las redes de delincuencia del norte del país latinoamericano.
En cuanto llegó a la Casa Blanca, Biden suspendió el plan migratorio Quedate en México pero un juez de un tribunal del estado de Texas ordenó que se restableciera "de buena fe". El seis de diciembre Estados Unidos reactivó parcialmente el programa luego de haberlo consultado con México, para cumplir con esa orden, mientras seguía adelante con un recurso interpuesto ante el tribunal de apelación, que le dio la razón a la Corte de distrito.
Récord de migrantes
La Casa Blanca considera que Quedate en México es "ineficaz e inhumano". Sus detractores, entre ellos las asociaciones de defensa de los migrantes, estiman que el programa expone a los solicitantes de asilo a situaciones peligrosas en la frontera y a condiciones precarias. "En algunas ciudades de México los migrantes han sido violados, secuestrados y han sufrido varias formas de violencia", denunció Claudia Tristán, directora del programa de migración de la organización Mamás al Poder.
El flujo de migrantes por México, en su mayoría centroamericanos, ha aumentado bajo la presidencia de Biden debido a sus promesas de una política migratoria "justa y humana". Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza en mayo se batió un nuevo récord en el número de encuentros con migrantes irregulares en la frontera sur de Estados Unidos (239.416), es decir cada vez que uno de ellos llega y se entrega a una autoridad o cuando trata de cruzar y es detenido.
Desde la implementación de la política en enero de 2019 hasta su suspensión bajo Biden, casi 70 mil personas fueron enviadas de vuelta a México, según el American Immigration Council. Durante el mandato de Biden, cada mes más de 200 mil personas que intentaron entrar en el país fueron enviadas de vuelta, invocando el MPP o una norma de salud pública aplicada desde la pandemia que bloquea a las personas en la frontera.
Los cruces fronterizos de migrantes irregulares están expuestos tanto a las condiciones inhóspitas de la región como a la presencia de traficantes de personas. Esta semana al menos 53 personas murieron al viajar hacinadas en un trailer sin ventilación en San Antonio, Texas. Y este viernes una caravana de miles de migrantes que partirá desde Tapachula, en la frontera con Guatemala, le solicitó al gobierno de México colectivos a través de un corredor humanitario que llegue hasta Nuevo León, estado que limita con Estados Unidos, con el fin de evitar una nueva tragedia.
Reacciones a favor y en contra
Como era de esperarse, los republicanos criticaron el fallo judicial del Supremo. "Solo envalentonará las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden" que debería "restablecer y hacer cumplir completamente" Quedate en México "para garantizar la seguridad en la frontera porque es lo único humano que se puede hacer", consideró el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) elogió, por el contrario, el fallo de la Corte. "Está en lo correcto al rechazar el argumento espurio de que esta política cruel es obligatoria por ley", opinó Judy Rabinovitz, del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de ACLU.
Distintas organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes expresaron su satisfacción, pero también pidieron cautela y urgieron a Biden a tomar cartas en el asunto. "Es una muy buena noticia, pero es importante destacar que es solo una victoria legal. La política de Quédate en México aún está vigente", dijo Claudia Tristán.
Aunque se levanten los MPP, el legado de Trump seguirá vigente mediante el Título 42, una política sanitaria instaurada a raíz de la pandemia de covid-19 que permite deportar automáticamente a los indocumentados sin derecho a que soliciten asilo. El gobierno de Biden ha intentado levantar también el Título 42, pero hasta el momento choca con la justicia. "Mientras el Título 42 siga en pie, miles de migrantes seguirán siendo deportados sin acceso al proceso de asilo. Así que mucha gente no se verá beneficiada por el fallo del Supremo", subrayó Aaron Reichlin-Melnick, director de políticas del Consejo Estadounidense de Inmigración.