La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, le volvió a poner picante a la interna con Horacio Rodríguez Larreta por ver quién de los dos es el candidato a presidente del PRO. La ex ministra de Seguridad advirtió que hace falta “mucho coraje” para ser presidente y sugirió que Larreta podría no tenerlo. La estocada viene en momentos en que el jefe del gobierno porteño se replantea su estrategia general y comienza a pedir alineamientos más claros de los dirigentes que lo acompañan. Tras compartir una recorrida con Mauricio Macri, el intendente de La Plata, Julio Garro, salió a decir que trabaja con Larreta y que es el mejor candidato del PRO. En su entorno, negaron que le hayan pedido que diga eso.
Los posicionamientos de los distintos candidatos del PRO se van multiplicando semana a semana. Mientras Larreta trabaja sobre su alcance nacional, Bullrich sigue cultivando el perfil extremista de la que se va a animar a hacer las cosas que Larreta no. En un reportaje con Filonews profundizó en este perfil: dijo que para ser presidenta "se necesita mucho coraje, mucha valentía”. Y sobre Larreta, agregó, como quien no quiere la cosa: “No digo que no lo tenga, pero son características que no todos tienen". Quedó clara la poco sutil crítica que le hace la presidenta del PRO al jefe del gobierno de CABA: que no tiene lo que tiene que tener.
De hecho, Bullrich profundizó en esa línea: "Creo que las características del próximo presidente tienen más que ver con el carácter, la decisión, la voluntad y las convicciones. Yo reúno esas características como en el momento oportuno de un cambio". E insistió en esta idea: el perfil técnico o de gestión no es lo central, lo principal es la decisión de hacer (y de llevarse puesto todo). "Si los argentinos se preguntan cómo se cambia la Argentina, yo creo que puedo darles esa respuesta. No técnicamente, en el carácter", remarcó.
Incluso, Bullrich ejemplificó su capacidad de decisión y de no tenerles miedo a las críticas con lo que fue su gestión como ministra de Seguridad, durante la cual defendió más de un asesinato por la espalda a manos de policías, prefectos y gendarmes, y propagó un protocolo para el uso de armas de fuego que bordeaba el gatillo fácil. "No quiero ser soberbia, pero creo que hice historia. Cambié muchos falsos relatos", remarcó, en alusión al discurso de los organismos de derechos humanos.
Sobre el futuro, Bullrich marcó el retorno de las “provincias inviables” de Domingo Cavallo: "En Juntos por el Cambio todos coincidimos en que se necesita bajar impuestos, liberar la producción, generar un gasto público razonable, tener provincias que no sean inviables, bajar de 170 impuestos a 9 o 10 y que no sean improductivos, ponerle una revolución a la educación". Y sobre los enemigos que piensa enfrentar como presidenta mencionó a los piqueteros, "los sindicatos que te bloquean la fábrica, el empresario que te quiere presionar".
También hizo una suerte de autocrítica sobre los planes sociales, que se triplicaron durante el gobierno de Macri: "Yo nunca estuve a favor. La Argentina no necesita planes sociales, porque te congelan en la pobreza, te estancan". Fue una forma de darle también una estocada a Carolina Stanley, la cara visible de esas políticas en el PRO y hoy en la órbita porteña de Larreta. “En 20 años de planes sociales, solo el 0,5 por ciento de la gente que tuvo se reconvirtió a algo mejor de lo que tenía: un total y absoluto fracaso. Yo no estoy dispuesta a seguir. Y si no la cambiás rápido, no la cambiás más”, aseguró Bullrich, sobre la política de shock que, asegura, está dispuesta a aplicar.