El movimiento indígena y el gobierno de Ecuador llegaron este jueves a un acuerdo que permitirá levantar el paro y las movilizaciones que desde hace 18 días sacuden al país. En el documento, presentado por la Conferencia Episcopal, mediadora del diálogo, el gobierno aceptó reducir el precio de los combustibles más que lo anunciado previamente, derogar el estado de excepción reinstalado el miércoles y establecer mesas de negociación sobre otros reclamos del movimiento indígena. Esto supone un triunfo moderado para la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que logró que se atiendan varias de sus demandas.
18 días de protestas y reclamos
Los indígenas iniciaron el reclamo el 13 de junio para exigir una reducción del precio de combustibles, el control de precios de productos agrícolas y la suspensión de actividades mineras y petroleras en territorios nativos. El gobierno, atendiendo a los reclamos, bajó en diez centavos el valor del diesel (1,80 dólares) y la nafta corriente (2,45), pero la Conaie lo consideró insuficiente y obtuvo esta reducción adicional.
El acuerdo incluye también los decretos que ya firmó Lasso durante el paro: hacer que los gobernadores intensifiquen y fortalezcan los controles de precios en sus provincias, declarar en emergencia al sector salud y duplicar el presupuesto destinado a la educación cultural bilingüe. Se agregaron la derogación del decreto 95, que establece la política petrolera del gobierno y la reforma que contiene el plan de acción para el desarrollo del plan minero, dejando establecido que esas actividades no podrán desarrollarse en áreas protegidas, zonas intangibles, zonas arqueológicas y áreas de protección hídrica.
A poco de sellarse el acuerdo el presidente de la podera Conaie, Leonidas Iza, insinuó la necesidad de incorporar nuevos puntos que no estaban consensuados ni se habían discutido, y pidió un plazo para debatir con sus allegados. Esa pausa de 30 minutos empujó al Ejecutivo a sumar otro punto: el compromiso de elaborar una propuesta de focalización de subsidios. "De acuerdo al acta que hemos firmado, vamos a suspender esta medida de hecho", expresó Iza, confirmando el fin de las protestas con bloqueo de rutas a nivel nacional.
Lasso, quien asumió el poder hace 13 meses y en medio de la crisis política se salvó de ser destituido por el Congreso, manifestó en su cuenta de Twitter: "Hemos alcanzado el valor supremo al que todos aspiramos: paz en nuestro país". El mandatario de derecha agregó: "Terminó el paro. Ahora empezamos juntos la tarea de transformar esta paz en progreso, bienestar, y oportunidades para todos".
A la sede de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana en la que se reunieron las partes asistieron el ministro de Gobierno, Francisco Giménez, el ministro de Relaciones Exteriores, Juan Carlos Holguín y el secretario de la Administración Pública, Iván Correa, informó el diario El Comercio. Mientras que en representación del movimiento indígena estuvo el presidente de la Conaie, Leonidas Iza.
También participaron de la reunión el presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, monseñor Luis Cabrera, y los presidentes de la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras del Ecuador (Fenocin), del Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine), y los rectores de la Universidad Salesiana, entre otros.
"Nos hemos equivocado porque muchas veces nuestra actitud es violenta, pero eso no significa que siempre vayamos a tener esa actitud. (...) Las dos partes nos hemos equivocado, pero es de valientes reconocer los errores", dijo Eustaquio Toala, presidente de Feine.
A su vez, Leonidas Iza admitió que el acta no incluye todas las demandas, pero destacó que tiene "importantes logros", a la vez que pidió que no haya criminalización en la justicia contra los participantes en las protestas. "Ya basta de seguir estigmatizando y racializando a los luchadores sociales. Basta de llamarnos terroristas", planteó el líder indígena, quien advirtió que volverán a convocar movilizaciones si no ven cumplido el acuerdo en 90 días.
Un diálogo con vaivenes
El Ejecutivo rompió hace dos días las negociaciones con la Conaie luego de acusar al movimiento indígena de un ataque a un convoy de policías y militares en la amazónica provincia de Sucumbíos. En ese choque un militar murió y otros 12 resultaron heridos. En el contexto de las protestas también murieron cinco o seis manifestantes, según las fuentes que se consulten.
Los diálogos habían empezado el lunes luego de más de dos semanas de protestas, que tuvieron su punto más violento entre jueves y viernes de la semana pasada en Quito. "Reiteramos que la voluntad del gobierno nacional es primero garantizar la paz de los ecuatorianos y en función de ese criterio no dejaremos de tomar las acciones que permitan llegar por la vía del derecho y del respeto de la constitución a esa paz tan anhelada", apuntó el ministro de Gobierno, Francisco Giménez.
Aunque el gobierno había dicho el miércoles que no estaba dispuesto a dialogar con Iza, después señaló que no pretende "poner condicionamientos" a este nuevo acercamiento. Poco antes el presidente Lasso había decretado el estado de excepción en cuatro de las 24 provincias del país, una medida que el gobierno se comprometió a derogar gracias al esperado acuerdo con el movimiento indígena.