A los 79 años, Sara Vallejo se apresta a vivir toda una aventura: recorrer América del Sur en motorhome El viaje comenzará a fines de julio en Montevideo y su protagonista no tiene plazos de tiempo para completar el periplo.
Tucumana, de Yerba Buena, Vallejo sabe desde muy pequeña lo que es un vehículo con motor. “Aprendí de chica, con mis hermanos, y siempre me quería subir”, contó desde Tucumán a Página/12. Así, en una época en la que quizás no era común ver mujeres manejando, ella estaba en el campo al frente de un volante. Y siguió hasta hoy, como recordó su hijo Fernando Korstanje a este diario: “Mi hermana arqueóloga necesitaba hacer unos viajes con unos becarios, desde Catamarca hasta Chile y Bolivia, y mi madre fue la chofer”.
En Chile, Vallejo se empezó a interiorizar por los motorhome, vehículos de difícil acceso a la Argentina por las trabas legales. Casi al mismo tiempo, una de sus nietas, en un diálogo sobre autos, le dijo que el único vehículo que la abuela no había menejado era un motorhome. Finalmente se decidió. “Vendí todo para comprarlo y hacer el viaje”. Sin bien ya recorrió en auto la Ruta 40 con su hermano y cruzó varias veces la Cordillera, planificó un viaje más que ambicioso. La idea es recorrer Uruguay y Brasil, hasta llegar a Venezuela y Colombia y luego bajar por el Pacífico.
Para financiarse vendió todo. Además de su casa y auto también se despojó de sus pertenencias. Así pudo comprar un Motorhome marca Ford, de segunda mano, que llegará desde Houston hasta Montevideo a fines de julio. Su hijo Fernando relata que “es un vehículo naftero, con caja automática y diez cilindros, muy moderno”, además de tener GPS. Por trabas a la importación no puede entrar a la Argentina. “Hay que pagar un canon que estamos viendo de hacerlo para la vuelta del viaje, así puedo ingresar al país con él”, afirmó Vallejo. En Uruguay practicará unos días junto a su hijo Fernando. “Yo la pienso acompañar hasta que le agarre la mano, y después comenzará el viaje”.
El hijo estará con la madre hasta que, a la altura de Entre Ríos, se sume un matrimonio amigo de Concordia, experto en estos viajes, dado que la pareja recorrió Sudamérica en moto. “El motorhome tiene capacidad para cuatro personas, ellos se suman y yo me bajo”, dijo Fernando. La comunicación se mantendrá con la tecnología más actual: Internet y WhatsApp.
Vallejo no se puso plazos respecto de cuánto le llevará el periplo. “El viaje no sé cuánto puede durar, porque no me la voy a pasar manejando. Pararé en pueblitos y estaré lo que me dé la gana”. Calcula que puede regresar para marzo, con el objetivo de festejar sus 80 años en Tucumán con la familia.
Su círculo íntimo (tres hijos, tres nietos y un bisnieto) la apoya. “Mi madre siempre ha sido inquieta, y no hay manera de pararla. Ha hechos viajes sin reserva y como mochilera. Ahora da un nuevo paso”, aseguró Fernando. El nuevo paso incluyó sacar una licencia especial para poder conducir el motorhome por las rutas sudamericanas. La mujer está perfecta de la vista, tiene carnet internacional y las vacunas.
¿Y después? Ella misma no tiene una certeza. “Tal vez me quede en Tucumán viviendo en el motorhome O quizás lo venda y con ese dinero compre un departamento para vivir con mi hija. Se verá”.