El acuerdo sobre subsidios a la pesca que se alcanzó en la Conferencia Ministerial de la OMC celebrada días atrás en Ginebra es una noticia de interés para la Argentina, que sufre los efectos económicos y ambientales de la pesca de gran escala en el límite de la Zona Económica Exclusiva (ZEE). Si bien en términos generales representa una novedad positiva, hay pormenores de la negociación que pueden limitar el alcance de futuras regulaciones. La implementación del acuerdo será otra instancia clave. Además, quedaron fuera del acuerdo los subsidios al gasoil que utilizan los buques, que representan buena parte del apoyo económico de los Estados a la sobrepesca.

Las negociaciones en Organización Mundial del Comercio (OMC) en torno a la situación de la pesca vienen de larga data. En la Conferencia Ministerial de Doha de 2001 se conformó oficialmente el grupo de "Amigos de los peces", integrado por Argentina, Australia, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Pakistán y Perú. La sobrepesca y la pesca ilegal tuvo otro punto alto en la agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU de 2015: integra el punto ODS 14.6.

Sobrepesca

El Banco Mundial calcula que las pérdidas económicas anuales derivadas de la sobrepesca ascienden a 83 mil millones de dólares. La porción del stock de peces que se encuentra en niveles no sustentables subió del 10 por ciento en 1974 al 34,2 por ciento en 2017. "Esto no sólo genera consecuencias negativas en la biodiversidad y los ecosistemas, sino que también daña la seguridad alimenticia y la situación socio-económica de muchas comunidades costeras", advierte la FAO.

La pesca de gran escala es intensiva en subsidios. El aporte estatal, calcula la UE, equivale a entre 30 y 40 por ciento del valor que genera la actividad. Se estima que los subsidios que apoyan las actividades de sobreeexplotación pesquera suman 22 mil millones de dólares. Entre China, la UE, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón explican el 58 por ciento de los subsidios totales que determinan la sobrepesca.

El acuerdo

En la última cumbre de Ginebra se alcanzó un consenso alrededor de determinados subsidios que apoyan la pesca de captura marina silvestre y a las actividades relacionadas con la pesca en el mar. Se trata de un acuerdo preliminar y todavía resta ver la implementación. Al mismo tiempo, quedó afuera el subsidio a los combustibles para los buques, que es un punto importante del apoyo estatal a la actividad.

En primer lugar, el acuerdo prohíbe las subvenciones a los buques pesqueros u operadores que se relacionan con la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. "El estado ribereño será el que evalúe las actividades en las zonas bajo su jurisdicción", dice el texto. En la mirada de la Cancillería argentina, cuya secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco, participó de la negociación, "la prohibición consensuada en la OMC tiene el potencial de contribuir a los esfuerzos nacionales, regionales e internacionales para combatir la pesca ilegal".

En segundo término, el acuerdo prohíbe conceder o mantener subvenciones para la pesca sobre una población sobreexplotada. "Esa determinación estará en manos del estado costero o de la organización de ordenación regional pertinente sobre la base de los mejores datos científicos disponibles", aclara.

En tercer lugar, aborda los subsidios a la pesca fuera de la jurisdicción de un estado ribereño o de un estado no costero. Es decir, aquellas áreas fuera de la jurisdicción nacional y más allá de la zona económica exclusiva (ZEE) de 200 millas náuticas de los Estados ribereños o fuera de la competencia de una organización regional pesquera. "Se trata de áreas que no están sujetas a ninguna medida específica de conservación u ordenación de la pesca, más allá de las obligaciones generales en virtud del derecho del mar, y donde la diversidad biológica está amenazada por prácticas pesqueras insostenibles e ilegales", explica Cancillería.

Adicionalmente, obliga a los gobiernos a poner a disposición del público los detalles de los subsidios otorgados a sus flotas y operadores pesqueros. El acuerdo requiere la aprobación parlamentaria y ser ratificado por los 2/3 de los miembros de la OMC para su entrada en vigor.

Para Argentina

"La Argentina, como país ribereño de amplio litoral marítimo, padece en sus costas las consecuencias de la pesca ilegal de las grandes flotas que recorren largas distancias gracias a los subsidios. Hay pruebas indiscutibles de que sólo el 1 por ciento de las capturas se realiza en alta mar, mientras que el 99 por ciento se hace en los límites de la ZEE o dentro las propias ZEE. Sin duda, el fenómeno es claro: las embarcaciones extranjeras que pescan en aguas distantes a su territorio están avasallando los recursos marinos de las flotas nacionales. Por transitiva tienen una gran ventaja, dado los elevados subsidios. Esta situación contribuye a la sobreexplotación de los recursos ubicados dentro de las ZEE de los países de la región e impacta negativamente en la actividad pesquera regional", dicen desde Cancillería.

"Las fotos satelitales del área adyacente a la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA) permiten advertir fácilmente una línea de luces continuas, que muestran la cantidad de buques que operan de día y de noche en altamar, sin tocar puertos y sin control de los Estados de sus banderas. Nada de esto sería posible sin el extraordinario incentivo de los subsidios pesqueros", agregan en el Palacio San Martín. 

A pesar del avance formal, se mantiene la incógnita acerca de qué relevancia concreta puede tener un nuevo ordenamiento normativo global, en el seno de una institución tradicionalmente adversa para los países en desarrollo y favorable a mantener el statu quo.