El presidente de Chile, Gabriel Boric, presentó este viernes un proyecto de reforma tributaria que establece impuestos a las grandes mineras, a la riqueza y un aumento del impuesto a la renta de los que más tienen. Con estas medidas Boric buscará recaudar el dinero necesario para implementar las transformaciones sociales de su plan de gobierno. "Esta reforma es a favor de una mayor equidad y no es en contra de nadie. Es para una mejor distribución de la riqueza que todos generamos", señaló el mandatario chileno desde el Palacio de La Moneda en Santiago.
"Un colchón de certidumbre" para Chile
"El objetivo de una reforma tributaria es justamente avanzar en mayor equidad, avanzar en mayor igualdad y avanzar en mayor cohesión social", dijo Boric desde la sede de gobierno. El joven mandatario remarcó que para gastos permanentes se necesitan ingresos permanentes, que puedan financiar los derechos sociales y "darle un colchón de seguridad, tranquilidad y certidumbre a las familias de Chile en educación, salud, desarrollo regional, equidad territorial".
Además pretende generar un reparto más equitativo de los recursos y promover "un desarrollo más sustentable" a nivel económico, social y medioambiental para avanzar hacia "un país más justo" e igualitario, en la línea de las economías modernas y los Estados del entorno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). "Los principios (de la reforma) van más allá del gobierno de turno, son principios de justicia del pacto tributario que estamos planteando al país", señaló el jefe de Estado chileno.
Boric destacó, además, el "carácter regional" descentralizado del sistema propuesto, apuntando a una "equidad territorial" que en el largo plazo potencie la inversión pública en sectores históricamente postergados y alejados del centro. "El poder tener más recursos para usarlos de manera eficiente y transparente, cuidando el gasto en tiempos de alta inflación, es algo que destaco de esta reforma, así como su simplificación", enfatizó el presidente de izquierda.
El impuesto a los más ricos
Entre las medidas anunciadas este viernes se destacan la reestructuración del impuesto a la renta, elevando el aporte de las personas de mayores recursos; la reducción de las exenciones tributarias, la aplicación de un nuevo royalty minero e impuestos correctivos que apuntan a promover la preservación del medio ambiente. Además reestructura la imposición de las empresas, pero respecto a los inversionistas extranjeros se mantendrá el régimen tributario actual.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, admitió que en Chile "tenemos una brecha importante" que se expresa en componentes como el impuesto a la renta personal y la propiedad. "En el caso de ingresos personales estamos muy por debajo de la OCDE actual e incluso de los años 70, lo mismo en tributaciones, la propiedad. Es un sistema con capacidad muy limitada para redistribuir la riqueza en nuestro país", explicó el ministro, quien insistió en que la reforma se basa en una investigación sobre las inquietudes expresadas al respecto por los ciudadanos.
En este sentido, Marcel aseguró que es "progresiva", por lo que los más ricos pagarán más, y se basa en valores como "la equidad, la transferencia y la eficiencia", además de "el compromiso en el cumplimiento", la corresponsabilidad y flexibilidad para adaptarse a la evolución y los cambios que impongan el futuro. Estas subas solo las sufrirán quienes ganen más 4.500 euros mensuales (4,691 dolares).
El royalty minero, es decir, las regalías que se recaudan a las grandes mineras y explotadores de cobre del país, también es uno de los ejes de la propuesta. El objetivo será aumentar la tributación de la gran minería del cobre, definida como aquellos explotadores de cobre con producción mayor a 50 mil toneladas métricas de cobre fino al año.
El ministerio de Hacienda proyecta que el aumento de precio del cobre permitirá tener mayores recaudaciones al fisco. El ministro Marcel declaró que el diseño de royalty minero, a pesar de aumentar la recaudación impositiva, "mantiene los incentivos a la inversión que permitirán seguir desarrollando el sector minero".
Baja recaudación tributaria
La reforma también introduce una vertiente educativa que simplifica el trámite para hacerlo más accesible a los ciudadanos y herramientas de asistencia al contribuyente para que sepa cómo se gestionan sus impuestos. La recaudación tributaria en Chile supuso el 19,3 por ciento del PBI en 2020, según la OCDE, muy por debajo del promedio en Latinoamérica, el 21,9 por ciento, y de este propio organismo, un 33,5 por ciento.
Con la nueva reforma, Chile pretende incrementar la recaudación anual en un 4,3 por ciento del PBI, incluida el 0,7 por ciento de las ayudas a los más necesitados, aseguró el ministro Marcel. Según sus cálculos, la reforma obligará a pagar más impuestos "a un tres por ciento de la población" en un país con los mayores índices de desigualdad de la OCDE.
El organismo de cooperación internacional compuesto por 38 estados ya venía advirtiendo que la recuperación de la economía chilena no sería sólida sin una reforma fiscal a la que se han resistido desde décadas los partidos políticos y los empresarios, y que fue una de las piedras angulares del programa de gobierno con el que Boric llegó al poder el pasado marzo.
La justicia social fue una de las principales demandas de los cientos de miles de chilenos que salieron a las calles en 2019 en el estallido social que permitió el ascenso de la izquierda y la reforma de la Constitución, que será sometida a plebiscito en septiembre y que también incluye un importante capítulo de derechos sociales.