Un barrio sanlorencino perdió la tranquilidad que supo conocer. Y lo que el vecindario conoce por la crónica policial en los noticieros de la noche empieza a advertirlo en sus propias calles. En los últimos días se repiten acontecimientos de violencia urbana a los que no estaban acostumbrados allí, como extorsiones mafiosas para usurpar viviendas, personas armadas, autos de alta gama que merodean el barrio. 

Es el barrio Moreno, seis cuadras al oeste de ruta 11 pasando las vías del ferrocarril Belgrano. Calles de clase media, rutinas de trabajadores y niños jugando en la plazoleta de San Juan y la vía. Pero días atrás una visita inesperada quebró esa armonía. Hombres desconocidos llegaron a las diez de la noche en dos autos y estacionaron en Curupaytí al 1500. Uno descendió y llamó a la puerta. Atendió la mujer de la casa. 

"Dijo que venía de Rosario, que había comprado la casa. Me dijo que teníamos que retirar todo, por las buenas o por las malas, que ellos no tenían nada que perder, que venían a ganar. También le dijeron lo mismo a una chica que vive por el pasillo en una casa de atrás", relató la mujer intimidada en la denuncia que radicó en la comisaría 1ª de San Lorenzo. 

Al extorsionador lo acompañaban tres hombres en un auto, y otros cuatro en otro. Desde entonces no hubo más novedades.

"No sabemos quiénes eran, pero temo por mí y por mi familia, fue algo raro, como lo que se ve en Rosario con los narcos", contó la vecina a Rosario/12, y pidió mantener su identidad en reserva.

"Vivimos hace cinco años en este barrio y nunca había pasado esto. Ahora estas cosas tiene a los vecinos muy movilizados, preocupados", agregó.

Un detalle que sobre alarmó a la cuadra es que los mafiosos contaban con algún dato preciso. La víctima del apriete y su familia alquilan esa modesta vivienda. La dueña falleció hace poco por covid 19, y ahora aparecieron estos hombres pretendiendo expulsar a los inquilinos. "Averiguamos si había herederos o que la casa se hubiera vendido, pero no, nada de eso. La verdad que nos asustamos", contó la señora.

La captura de dos hombres armados con una ametralladora agravó la tensión en el barrio. El jueves a la noche, una patrulla de la policía motorizada reparó en un Chevrolet Prisma con dos ocupantes que desobedecieron la orden de detenerse. Aceleraron un tramo, se detuvieron y abandonaron el auto a la carrera. En la fuga, uno de ellos se deshizo de una bolsa. Adentro había una pistola ametralladora Ingram M11 con culatín rebatible, con un cargado lleno: 18 proyectiles calibre 9 milímetros. 

Los agentes apresaron al que corría, y al otro lo arrestaron en un volquete donde se había escondido. Tienen 21 y 37 años respectivamente, y ninguno con pedido de captura. Tampoco el auto. Son oriundos de Rosario, y quedaron detenidos en la URXVII.

Los vecinos consultados perciben que "el barrio se está poniendo raro". Temen que sean indicios del narcomenudeo. "Hasta ahora no había esas cosas acá, pero si vienen de Rosario este barrio les queda fácil para escapar rápido a la autopista sin pasar por el peaje ni siquiera", contó un vecino.

"Cuando agarraron a esos dos con la ametralladora eran las 9 de la noche, todavía habia gente en la calle, chicos haciendo mandados –acotó una comerciante del barrio– Es una locura, eso nos dejó un poco asustados. Los que quisieron usurpar la casa el otro día, ahora estos con ese arma, los autos caros que andan por acá, pasan despacito, caras desconocidas. Antes lo veíamos en la tele, ahora parece mentira pero ya nos pasa acá".

La situación recayó en la agenda del concejal sanlorencino Marcelo Remondino, que acompañó a la familia denunciante de la extorsión e instaló el tema en el Concejo Deliberante.  "Estas cosas no pasaban en San Lorenzo. Los vecinos están muy preocupados, porque las cosas que se están viendo son similares a lo que ocurre en Rosario", analizó.

Remondino acompañó la denuncia ante el Ministerio Público de la Acusación y fiscalía federal, y trasladó el asunto al secretario de Seguridad provincial, Claudio Brilloni.