Enfrentado con el ala kirchnerista del Gobierno, Martín Guzmán decidió este sábado dar un paso al costado y presentar su renuncia como ministro de Economía “con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina”, según explicó en su último párrafo de la carta dirigida al presidente Alberto Fernández.
Desde que fue designado al frente del Palacio de Hacienda, su principal objetivo se centró en la reestructuración de la deuda, tanto con los acreedores privados como con el Fondo Monetario Internacional.
Economista formado en la Universidad Nacional de La Plata, antes de ser nombrado como ministro Guzmán se encontraba en Estados Unidos -donde vivía hace diez años- desarrollándose como académico junto al Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en la Universidad de Columbia.
Guzmán fue uno de los expertos internacionales más involucrados en el diseño y redacción de los nueve principios básicos para las reestructuraciones de deuda soberana, diseñados para bloquear el accionar carroñero de los fondos buitres que fueron aprobados en 2015 por la Asamblea General de las ONU.
Sus principales propuestas a Alberto Fernández estaban centradas justamente en la negociación de la deuda externa que había dejado el macrismo.
Su deseo de ser ministro
En su carta de renuncia, Guzmán expresó a Fernández que "desde el día en que los argentinos y argentinas comenzamos a percibir que usted podía llegar a ser el Presidente de la Nación, busqué ser su ministro de Economía. Eran tiempos muy difíciles, y sentía que mi responsabilidad con la Patria, con mi pueblo y con mi familia era aportar a la construcción de una salida a la crisis económica que vivía el país".
En los meses previos a las elecciones presidenciales de 2019, Guzmán comenzó a dar cursos organizados por Gestar, el Instituto de Estudios y Formación Política del Partido Justicialista. Sus charlas a la militancia sobre deuda tenían una gran convocatoria.
El final de Guzmán
Sostenido por el Presidente y rechazado por un sector del kirchnerismo, la profundización de la brecha cambiaria y los altos índices de inflación dejaron aún más expuesto al ministro de Economía, que sufría en los últimos meses fuertes críticas directas del cristinismo.
“Será primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición gobernante para que quien me reemplace, que tendrá por delante esta alta responsabilidad, cuente con el manejo centralizado de los instrumentos de política macroeconómica necesarios para consolidar los avances descriptos y hacer frente a los desafíos por delante", destacó Guzmán en su carta de renuncia.