Corría 2017, y al calor de la reglamentación de la ley de cannabis medicinal, aprobada luego de largos años de lucha y militancia, pudo abrirse lenta y paulatinamente un mejor panorama en cuanto a la desmitificación del uso de cannabis en sus diferentes variantes.
Esto también tuvo su consecución en territorios que perseguían fuertemente a cultivadores y consumidores, no solo penalmente, sino socialmente, colocando un estigma de marcado señalamiento público.
Por aquellos años, y gracias al espaldarazo que significó la ley, Horacio Lagos Domínguez, cultivador salteño con vasta experiencia en el tema, comenzó a pensar en la idea de organizar un encuentro, en forma de competencia, vinculado al cannabis.
Nacen los cogollos libertadores
“El primer evento empezó allá por el 2018, fueron tiempos muy activos de militancia desde que salió la ley en 2017. Hay que decir que al principio no se pudo avanzar nada, porque estaba la ley pero seguía, y sigue, vigente la ley penal, o sea que se metía presos a los marihuanos”, comenta Horacio reviviendo aquellas jornadas de lucha y alegría por las paulatinas victorias conseguidas.
“Después hicimos la copa del 2019, ya un poquito mejor organizada, oficialmente con más auspiciantes… y para el 20 y el 21, la epidemia no lo permitió, era un riesgo muy grande organizar el encuentro. Pero por suerte acá estamos, pasó la tercera copa, que es una competencia de cultivadores, donde se invita a a que traigan sus trabajos de interior y exterior, donde se ven las semillas, plantas, flora, poscosecha, todo el proceso se analiza para que el producto sea de mucha calidad”.
En este evento, que Horacio organiza junto a su pareja, se convocó a jurados especializados de diferentes latitudes: Neuquén, Río Negro, La Plata y Córdoba, con el fin de legitimar la votación e intentando que el encuentro pueda ir ganando en calidad de participación y conocimiento a nivel nacional.
“Fueron más de 50 participantes. El jurado especializado que convocamos determina quien puso más laburo básicamente. Quien fue el que trajo un producto más acabado, más logrado. En esta ocasión se acercaron participantes de Jujuy, Tucumán, Córdoba, Buenos Aires y obviamente de Salta”, cuenta.
Simultáneamente a la determinación del jurado en cuanto a las producciones de cada participante, se realizan distintos talleres que también fueron modificándose con el correr de las ediciones. Hubo espacios de cultivo, sobre semillas y centralmente de buenas prácticas, ya que el producto final es en muchos casos ingerido, y esto conlleva una responsabilidad a la hora de manipular y preparar el producto.
Libertadores del NOA
La fecha propuesta para el nacimiento de la copa cannábica, desde su primera edición, fue el fin de semana que abarca el 17 de junio, día feriado en honor a Güemes, y el 20 de junio, conocido como Día de la bandera, en honor a Manuel Belgrano.
Si bien se pensó, en principio, con el fin de aprovechar el fin de semana largo, en la liturgia del encuentro se pueden observar las figuras de los dos próceres con un cogollo de marihuana en la mano. Es por eso que también se lo bautizó como un “humonaje” a los dos libertadores de la patria.
“Belgrano propuso un manual para el cultivo del cáñamo (variedad de la cannabis sativa) diciendo que generaría gran riqueza para el país, y a Güemes se le atribuye un carácter revolucionario. Entonces bajo estas figuras los cultivadores nos sentimos un poco identificados con estas actitudes, ya que creemos que el cáñamo va a cambiar el país y además estamos en una actitud siempre en rebeldía, por fuera de la ley, siempre sorteando cuestiones que no deberían penarse”, comenta el experimentado cultivador salteño.
Ahondando aún más en este proyecto belgraniano, Horacio comenta: “Él propuso un proyecto del cultivo del cáñamo para el Río de la Plata. Había observado los usos que tenía en otros lados, usos náuticos sobre todo, para las velas de barcos, fabricación de hilos que se convertían en cuerdas que se usaban para las navegaciones. Todo eso venía del cáñamo y entendió que esto se podía dar acá, en Argentina”.
El organizador del cannábico evento salteño relata otros momentos históricos donde el cáñamo fue tenido en cuenta para un proyecto revolucionario en la industria: “Hay una publicidad de los años ‘40 donde se puede ver a Henry Ford con un auto de su fábrica, metiéndole hachazos y mostrando que no le pasaba nada. Esto era para mostrar las ventajas del auto hecho a base de cáñamo, además de que era más liviano y usaba biocombustible a base cáñamo también. Claro que la industria del petroleo no dejó que estos proyectos prosperaran”.
Horacio continúa argumentando sobre las bondades que, inclusive socio-históricamente, generó la planta, “En Estados Unidos, en la época de la colonia británica, los esclavos tenían que producir obligadamente 45 kilos de fibra de cáñamo. Y tenían una opción de producción extra que se les permitía venderla. Era la única manera que tenían los esclavos de hacer dinero, entonces, después de muchos años de laburo y de producción, ese extra les permitía juntar el dinero para comprarse la libertad. O sea, esto de la planta de la libertad no tiene que ver tanto con un efecto, como muchas veces se piensa, sino con poder obtener la libertad a través del trabajo que le daba el cáñamo. Es bueno aclararlo porque el mal uso de la idea, hace pensar que tiene que ver con una libertad de la cabeza al consumirla”.
Activismo y próximos pasos
“Nuestro activismo tiene que ver con que se incluyan los múltiples usos”, subraya Horacio alejando los estigmas sociales con los que cargan los usuarios del cannabis y agrega, “O sea, no hay un solo uso: hay un uso espiritual, otro cultural, un uso lúdico que tan malo lo ven, pero que no ven mal que la gente se embriague, o que se acceda a otras sustancias que están fuera de control, que lleva a la prohibición y acceder a mercados ilegales, sin control, manejados por mafias muy poderosas, corrompiendo fuerzas de seguridad, jueces y demás, favoreciendo la actividad del narcotráfico. Entonces regulando y permitiendo a los pequeños productores hacerlo libremente, esto comienza a cambiar”.
El evento y la militancia crece cada vez más en Salta y eso se ve reflejado en los distintos apoyos que el evento va obteniendo: “Siempre hubo apoyo, a veces económico o al menos una declaración de interés legislativo. Con la Municipalidad de Salta articulamos, también acompañó. Por otro lado tuvimos la presencia de bancos de semillas internacionales, de Holanda y España, que de a poco están arribando al país, y en esta oportunidad estuvieron esponsoreando el evento. Para nosotros todo esto es un gran avance”:
“Lo ideal sería que nadie esté fumando porros todo el día, pero tampoco tabaco, porque te hace muy mal. Pero hay que decir que nadie dice nada si te ven fumando 20 tabacos, pero si te ven fumando un porro, ya sos un vago que lo único que querés hacer es fumar. Esa es la construcción que se dio en la sociedad, y eso también intentamos cambiar mostrando lo que hacemos”, remata Horacio Domínguez.
Una militancia que crece al tiempo que también crece la industria del cáñamo que, tal como decía Belgrano, puede ser un factor de transformación en la matriz productiva nacional como materia prima fundamental. Esta y otra cuestiones, hacen que la discusión sobre el cannabis se visibilice cada vez más.
La imagen de Belgrano y Güemes compartiendo en confraternidad un cogollo de marihuana resulta una simpática metáfora de lo que para muchos es interpretada como parte de la liberación, que en este caso, y en la personificación de estos generales de la patria, podrían ayudar a liberar el NOA del estigma y la persecución en pos del libre cultivo y consumo de esta planta sagrada.