Rusia capturó este domingo la última gran ciudad no ocupada de la provincia oriental ucraniana de Lugansk tras semanas de combates y en el quinto mes de su ofensiva en Ucrania, un logro crucial para su objetivo de conquistar toda la región del Donbass. Horas después de que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, asegurara que la situación en la ciudad de Lisichansk era cambiante y que todavía se combatía, el ejército ucraniano anunció que sus soldados se retiraron de esa ciudad clave del este del país. Por su parte el ministerio de Defensa ruso comunicó que Kiev realizó un ataque con misiles Tochka-U y drones Tu-143 contra zonas pobladas de las ciudades rusas de Kursk y Belgorod dejando al menos cuatro muertos.
Celebración de los prorrusos
El jefe de la autoproclamada república popular de Lugansk, Leonid Pasechnik, escribió en Telegram que este día quedará marcado en rojo en el calendario "de nuestra patria". "Esta fiesta, como en el lejano 1945 (con la victoria soviética sobre la Alemania nazi), también nos hace llorar de felicidad", sostuvo.
El sábado por la tarde las fuerzas del líder checheno prorruso, Ramzan Kadirov, otras unidades rusas y militares separatistas de Lugansk entraron en la ciudad, desde la cual grabaron y difundieron varios videos, uno de los cuales mostraban banderas rusas ondeando delante del edificio administrativo de Lisichansk. Ucrania ha tardado 24 horas en asumir la imposibilidad de mantener la ciudad gemela de Severodonetsk, de la que las fuerzas ucranianas se retiraron hace una semana y que las tropas rusas tardaron más de un mes en capturar.
A última hora del domingo, el Estado Mayor General confirmó la retirada de las fuerzas rusas de la ciudad. "Después de intensos combates por Lisichansk, las Fuerzas Armadas de Ucrania se vieron obligadas a retirarse de sus posiciones y líneas ocupadas", informó en Facebook. El mando militar explicó que, "en unas condiciones de superioridad notable de las fuerzas de ocupación rusas en artillería, aviación, sistemas de lanzacohetes múltiples, municiones y personal, la continuación de la defensa de la ciudad tendría consecuencias fatales".
Kiev vuelve a exigir más armas
El Estado Mayor General aseguró que en todo caso "la lucha continúa" contra Rusia, y aprovechó el revés sufrido para pedirle más armas a Occidente. "Desafortunadamente, la voluntad de acero y el patriotismo no son suficientes para el éxito: se necesitan recursos materiales y técnicos", recalcó.
Poco antes el presidente Zelenski había afirmado que no se podía decir de manera definitiva que Lisichansk hubiera caído, porque aún se registraban "combates en las afueras". Eso sí, no quiso hablar de la pérdida de toda la región de Lugansk. "Hay que entender que la situación puede cambiar cada día", insistió.
Zelenski remarcó que la tarea de Ucrania es obtener "ventaja de fuego" sobre las tropas rusas. "Acelerar el suministro de armas nos permitirá obtener esta ventaja", expresó al subrayar que es en el este de Ucrania donde la situación es "más difícil y peligrosa", aunque "hay cierto avance de las fuerzas ucranianas en otras direcciones".
Los nuevos objetivos rusos
El vocero del ministerio de Defensa ucraniano Yuriy Sak aseguró en declaraciones a la cadena BBC que, en cualquier caso, la batalla por toda la región del Donbass, formada también por la vecina región de Donetsk, "todavía no ha terminado". Según dijo a finales de junio el gobernador de la provincia, Pavlo Kyrylenko, Kiev controla aún el 45 por ciento del territorio.
Las grandes ciudades controladas por Ucrania han sido "objetivo de varios ataques con misiles y de bombardeos con artillería en los últimos días", dijo Sak. Este mismo domingo en un ataque ruso en Sloviansk (junto con Kramatorsk el principal bastión ucraniano en la región de Donetsk), fallecieron al menos seis personas y otras 15 resultaron heridas, de acuerdo a la administración regional.
El conflicto Rusia - Ucrania, minuto a minuto
El alcalde de la ciudad, Vadym Lyakh, escribió en su cuenta de Facebook que se trataba del "bombardeo masivo más grande de los últimos tiempos" contra Sloviansk. En Kramatorsk, centro militar de Kiev en la provincia, el gobernador Kyrylenko denunció tres ataques con misiles Smerch contra la ciudad. Según indicó en su canal de Telegram, uno de los misiles destruyó un hotel y un complejo residencial y los otros dos cayeron en la calle en una zona residencial.
De acuerdo con los datos proporcionados el domingo por el gobernador, desde que empezó la invasión rusa, los bombardeos en la región de Donetsk han causado la muerte de 554 civiles y han herido a otros 1.442, si bien se desconoce el número de víctimas en Mariupol, donde el alcalde ha calculado el número de fallecidos en unos 20 mil.
A juzgar por el anuncio de Moscú, las tropas rusas se encontrarían ahora en la frontera administrativa con Donetsk tras tomar presuntamente el control de localidades en la vecina Lugansk cercanas al límite, como Verkhniokamyanka, Zolotarivka y Bilhorivka. El objetivo de Rusia es ahora adentrarse desde el oeste en la provincia de Donetsk.
Rusia acusa a Kiev de lanzar misiles
Pero a la par de los ataques, Moscú también denuncia agresiones militares sobre su territorio. El ejército ruso afirmó que derribó el domingo por la mañana tres misiles ucranianos lanzados contra las ciudades rusas de Kursk y Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania, donde un funcionario local había anunciado antes la muerte de al menos cuatro personas tras fuertes explosiones. "Las defensas antiaéreas rusas derribaron tres misiles Totchka-U lanzados por nacionalistas ucranianos contra Belgorod", informó el vocero del ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, en su habitual rueda de prensa.
"Después de la destrucción de los misiles ucranianos, los restos de uno de ellos cayeron sobre una casa", agregó Konashenkov. Según el funcionario, el ejército ruso abatió además dos drones ucranianos TU-143 "cargados de explosivos" que se dirigían a la localidad de Kursk, también cerca de la frontera. Desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania el 24 de febrero, el Kremlin acusó reiteradamente a las fuerzas ucranianas de llevar a cabo ataques en territorio ruso.