Una nena de diez años que cursaba la sexta semana de embarazo, como consecuencia de haber sido violada, tuvo que salir de su estado natal, Ohio, y viajar a Indiana para acceder a su derecho a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), tras la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular el fallo del caso Roe vs. Wade que, en 1973, había despenalizado el aborto. Luego de conocerse que la histórica sentencia fue revocada por el máximo tribunal, miles de personas salieron a protestar en apoyo a las mujeres y personas gestantes de ese país.
El pasado 24 de junio, la Corte Suprema dejó de garantizar a niñas, mujeres y personas gestantes estadounidenses su derecho a acceder a la IVE a nivel federal, dejando la decisión en manos de cada uno de los estados. Como resultado, los más conservadores prohibieron rápidamente el aborto, apoyándose en leyes que habían permanecido inactivas hasta ese momento, entre ellos, Texas, Utah, Misuri, Kentucky, Luisiana y Dakota del Sur y Ohio.
La niña abusada tuvo que viajar a Indiana tras la negativa del sistema de salud de Ohio de practicarle un aborto, luego de que el pasado lunes una ginecóloga determinó que estaba embarazada de seis semanas y tres días, según indicó el diario Indianapolis Star Tribune.
La ley estatal ahora penaliza los abortos a partir de la sexta semana, cuando se prevé que el feto empieza a tener latido. Si bien la norma fue apelada, el Tribunal Supremo de Ohio dictaminó su vigencia hasta que se resuelvan los recursos, de acuerdo al diario The Cincinnati Enquirer.
El personal sanitario de Indiana ha informado un incremento de pacientes que solicitan la interrupción del embarazo, provenientes de otros estados donde ya está prohibido. No obstante, se esperan restricciones a ese derecho también en ese estado, luego de la sesión prevista para el 25 de julio.
Contraofensiva
El pasado 27 de junio, la justicia de Luisiana suspendió temporalmente --hasta la audiencia del 8 de julio-- las tres leyes que prohíben el aborto en ese estado, tras la apelación de estudiantes de medicina y una clínica, quienes argumentaron que son demasiado "vagas" al no especificar claramente las excepciones o las sanciones asociadas.
"Los abortos pueden reanudarse en Luisiana", tuiteó de inmediato el Centro de Derechos Reproductivos, que representó a los demandantes.
"Cada día que una clínica está abierta puede marcar la diferencia en la vida de alguien", dijo su presidenta, Nancy Northup, en un comunicado.
Sin embargo, el fiscal general de Luisiana, Jeff Landry, prometió "hacer todo lo que esté a su alcance para garantizar que las leyes que protegen a los niños por nacer entren en vigor".
Por su parte, un tribunal de Utah también decidió levantar momentáneamente la prohibición del aborto, tras una denuncia de Planned Parenthood, la principal organización de planificación familiar de Estados Unidos.
Esto representa "una victoria, pero no es sino el primer paso de la que será sin duda una batalla larga y difícil", expresó la asociación, que había presentado la demanda alegando que la prohibición del aborto viola la Constitución del estado.
Los estados demócratas como California o Nueva York buscan, en tanto, convertirse en "santuarios" para que las mujeres que deseen abortar puedan hacerlo con seguridad.