No le va bien a Racing cuando sale de Avellaneda. En su cancha ganó tres partidos, metió nueve goles y no recibió ninguno. Como visitante perdió dos y empató uno, con dos goles a favor y seis en contra.
A Sarmiento, por su parte, le va mejor en Junín que afuera. Como visitante perdió dos e igualó uno, y como local ganó dos y empató uno.
Racing vivió su primer empate en el campeonato como una derrota, porque claramente fue superior, tuvo el triple de llegadas de gol que su rival, y convirtió en la figura del encuentro al arquero Sebastián Meza.
El partido tuvo poco tiempo de juego neto y exasperantes demoras por las dudas del VAR, los múltiples cambios (se hicieron los cinco por equipo que permite el obsoleto reglamento), y por la lesión del arquero de Sarmiento al chocar contra un palo en el gol de Enzo Copetti.
El gol de los de Junín fue de penal. Lo hizo Jonathan Torres tras una mano de Emiliano Insúa, en un centro del verdadero artífice de ese gol que fue Lisandro López. El ex crack de la Academia había metido un centro envenenado desde el fondo de la cancha, en una jugada que parecía terminada para todos menos para él. Todo Racing discutió la decisión de Echavarría, con la misma energía con la que había reclamado en el final de la primera etapa una infracción a Copetti.
La actuación del árbitro y sus asistentes virtuales dejó mucho margen para la polémica. Lo que no se podrá discutir mucho es que el equipo de Gago fue el que más hizo para quedarse con los tres puntos. Metió un gol (centro de Hauche, cabezazo de Copetti) y pudo lograr otros, con un par de buenos remates de media distancia en el período inicial y con varias estocadas a fondo en el segundo.
La más clara de todas fue un remate de Hauche tras un gran pase de Edwin Cardona, que hizo salir la pelota muy cerca de uno de los palos.
Sarmiento festejó el empate que a priori se le acomodaba a la relación deseos-posibilidades, acumulando gente del medio hacia atrás en casi todo el desarrollo del juego, especulando con algún pelotazo largo, que encontrara mal parada a la defensa visitante. En uno de sus pocos ataques a fondo encontró el gol.
Racing se quedó con gustito a poco, porque esta vez Vecchio no anduvo tan preciso como la semana pasada, Carbonero aportó poco y nada, Chancalay hizo todo mal y anduvo flojito Miranda. El detalle a favor viene de las estadísticas: siempre ganó como local y el domingo que viene va a recibir a Independiente.