Las 24 horas de máxima tensión en la coalición gobernante culminaron con un nombre: Silvina Batakis será la nueva ministra de Economía. Actual secretaria en el Ministerio del Interior, la economista sonaba como candidata y su nombre se definió en la charla consenso que mantuvieron Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández al terminar el domingo. Dólar, precios, Club de París, tarifas y FMI son los temas urgentes que deberá resolver apenas entre al Ministerio.
La ex ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Daniel Scioli —y candidata al Ministerio de Economía nacional en el caso de que Scioli ganara en 2015— se desempeña como secretaria de relaciones con las provincias en el Ministerio del Interior, terreno de Wado de Pedro y donde llegó con el visto bueno de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
De bajo perfil, el apellido de la licenciada en Economía de la Universidad Nacional de La Plata se impuso entre la lista de candidatos que circulaban por los whatsapp de funcionarios y periodistas. Sonaba Marco Lavagna como bastión massista dentro del Ministerio de Economía, e incluso el propio Sergio Massa. También Martín Redrado y desde el sector privado pedían al consultor y exviceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis.
Uno por uno, los temas urgentes que enfrentará Batakis
Además de los problemas de fondo que condenaron a la gestión de Martín Guzmán al frente del Ministerio de Economía —la alta inflación y la pérdida del poder adquisitivo— el nuevo equipo de economía asume con temas urgentes a resolver apenas pise el quinto piso del edificio de Hipólito Yrigoyen.
- Club de París: Guzmán tenía pasaje para viajar a Francia esta semana para negociar la deuda de poco más de 2.000 millones de dólares con el Club de París. Aunque acordó un puente de tiempo para pagar los vencimientos de capital hasta el año entrante, el ahora exministro de Economía debía encarar el entendimiento al que se había llegado unas semanas antes al acuerdo del FMI, que pateaba el plazo para reestructurar la deuda a cambio de pagos parciales de intereses. Este acuerdo es condicionante sobre todo en la discusión de nuevas líneas de crédito para empresas privadas, porque el organismo otorgo crédito a exportadores.
- Dolar: Fue una semana difícil para el mercado cambiario, y el cambio de gabinete no brinda tranquilidad. La apertura del mercado de cambios por la mañana será un termómetro de la respuesta de los mercados ante el nuevo gabinete y la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los financieros serán una variable clave a monitorear, que actualmente está en torno al 90 por ciento. No sería novedoso que la incertidumbre política genere una apertura agitada, aunque con la ventaja del feriado por el 4 de julio en Estados Unidos que le dará respiro al dólar CCL por lo menos hasta el martes, aunque no al dólar ilegal.
- Reservas: Para responder a una posible corrida cambiaria, Guzmán dejó un colchón previo al anuncio de su salida. Con las restricciones para acceder a los dólares para la importación de determinados productos anunciadas el lunes pasado, el Banco Central acumuló compras por 1.500 millones de dólares esta semana, aunque con ventas el viernes. Será clave la coordinación entre Economía y el Banco Central para cuidar las divisas e incrementar las exportaciones en un momento donde no se contará con el grueso de la cosecha.
- Segmentación de tarifas: Pasaron más de dos semanas desde la publicación del decreto que parecía dar fin a un conflicto que el Estado acarrea hace por lo menos una década, aplicar una segmentación de subsidios para las tarifas de luz y gas. La historia reciente exhibía dos vertientes, aquella que quería aplicar como criterio para la segmentación la zona geográfica, y la otra por nivel socioeconómico. El decreto se definió por la segunda aunque sin una hoja de ruta clara para implementarla, que la nueva gestión deberá acelerar o recalcular. La decisión deberá tener en cuenta que la quita de subsidios fue uno de los puntos que Guzmán cedió y dio como hecho para llevar adelante la negociación con el FMI.
- Precios Cuidados: la ola de renuncias de segunda línea del Ministerio no incluyó aún la de uno de los hombres de Guillermo Hang, secretario de Comercio Interior y hombre del riñón de Martin Guzmán. Aún bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo de Daniel Scioli, tiene en sus manos la renovación de precios cuidados que vence el próximo 7 de julio.
- FMI: La deuda fue el eje sobre el que giró la gestión de Martín Guzmán, el negociador directo y garante de la implementación del acuerdo con el FMI. Fue este acuerdo el que detonó la interna que se venía gestando dentro del Frente de Todos, y la nueva ministra deberá decidir si seguirá con el compromiso asumido con el organismo. En ese caso, si bien el gobierno cumplió con la meta de reservas acordada con el Fondo para el segundo semestre, quedan dudas sobre el déficit fiscal y la sostenibilidad de las mismas para el tercer trimestre del año.
- Deuda en pesos: La caída del precio de los bonos en pesos ajustables por inflación, camino elegido por Guzmán para financiar al Tesoro y evitar la emisión monetaria, produjo un temblor en el mercado. Finanzas pudo sortear las últimas licitaciones con éxito, pero las incógnitas aparecen ante los próximos vencimientos. Recomponer las finanzas y la confianza del mercado será una tarea clave para la nueva responsable de la cartera económica.
- Pedidos de Cristina: A los problemas urgentes se les suman los estructurales. Una inflación proyectada en 70 por ciento anual y dos pedidos en los que hizo foco en el último discurso la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner: establecer un salario básico universal para llegar a la economía popular y aumentos salariales de suma fija por decreto para atender la problemática del trabajador pobre.