"Con 53 millones de pesos mensuales se acabaría la indigencia en toda la provincia de Santa Fe". La afirmación corresponde a José Ambrosino, coordinador del Movimiento los Sin Techo, al presentar su proyecto de una Asignación por Indigencia (Aspi), que podría acabar con el hambre de "los más pobres entre los pobres", que suman 19.500 familias entre el Gran Rosario y el Gran Santa Fe donde la indigencia es del 3,8 % y en el del 6,20 %, respectivamente.
"Son indigentes porque sus ingresos monetarios son menores a la canasta básica alimentaria", explica Ambrosino al diario El Litoral. Precisamente, esa canasta medida en Santa Fe en algunos barrios pobres totalizaba al 28 de febrero $ 5.716. "Es decir que una familia de cuatro integrantes necesita esa cifra mensual para comer", dato que se obtiene de la cantidad de carne, fideos, huevos, harina, entre otros que requiere un adulto mayor para completar la cantidad de calorías necesarias y a partir de allí los requerimientos para el resto de los integrantes. "Es decir que si lográramos un sistema ideal donde cada heladera tuviera la comida necesaria para un mes, esa familia de cuatro componentes necesitaría $ 5.716 para no pasar hambre".
Sin embargo y de acuerdo con el relevamiento de Los sin Techo, predomina como ingreso real, en blanco y seguro de una familia indigente, el equivalente a dos asignaciones universales por hijo, es decir 2.486 pesos. Siguiendo en la misma línea, la diferencia entre lo que ingresa y lo que se necesita para completar la canasta básica es de 3.230 pesos por familia para tener garantizado el acceso a la comida.
En el caso del Indec, la línea de indigencia es de 5.548 pesos, "muy parecida a la nuestra". Y el ingreso seguro por cada familia en esa condición es de $ 3.324, algo más que la cifra aportada por el Movimiento. En este caso, "para llegar a la línea de indigencia una familia necesita $ 2.224".
"En ambos conglomerados a la provincia le costaría 53 millones de pesos salir de la indigencia", sostienen.
"Tomando los datos del Indec e incorporando el promedio de Santa Fe, nos da que en el caso más desfavorable se necesitan 2.727 pesos por mes para llegar a la línea de indigencia que, de acuerdo a la cantidad de familias relevadas, significan 21 millones de pesos para Gran Santa Fe, y $ 32 millones para el Gran Rosario. "Quiere decir que en ambos conglomerados, a la provincia le costaría 53 millones de pesos salir de la indigencia", resume Ambrosino.
Si se toman las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, esa cifra sería cercana a los 40 millones.
"Es un cálculo estadísticamente serio, económicamente posible y socialmente necesario para hacer algo. La asistencia es puntual y hay que mantenerla, pero si llevamos a la práctica esta propuesta estamos tomando una decisión solidaria como sociedad, canalizada a través de nuestros dirigentes".
"La idea es reunirnos y convocar, no para denunciar sino para participar como Movimiento y, en mi caso personal, como técnico que maneja datos estadísticos y como productor, para demostrar que este problema se puede resolver", sostuvo el referente.
Ambrosino consignó que hasta ahora el problema más importante era la identificación de las familias que estaban en condición de indigencia. La participación del relevamiento de barrios populares, que puso en marcha el gobierno nacional junto a instituciones sociales en todo el país, permitió determinar "con una coordenada el domicilio de la gente y los problemas que tiene". "Podemos recorrer casa por casa y saber cuántas personas viven allí y con qué ingresos cuentan".
"Sabemos que esto tiene una contrapartida negativa por parte de la sociedad: desde el punto de vista de una ciudad individualista, nadie quiere poner más porque tiene miedo de que esa ayuda se pueda evadir por especulaciones políticas. Pero ese es un camino que está siendo superado", confió. Y en cualquier caso "estas familias no pueden seguir viviendo en esas condiciones".
Como la línea de indigencia es una línea de costos de alimentos, el ajuste mensual de la Asignación por Indigencia debería hacerse según inflación en alimentos y no por la inflación general, con lo cual se controla el nivel de indigentes automáticamente en cero.