--¿Cómo acompañan a la persona que se postula? --le preguntó este diario a Martina Ansardi, coordinadora del programa Contratá Trans.

--Bajando sus ansiedades porque a veces hay personas de 40 o 50 años que tal vez son profesionales pero nunca tuvieron una experiencia laboral, y presentarse a una entrevista laboral después de tanto tiempo es shockeante, te genera mucha ansiedad, entonces también tenemos un equipo de voluntarias y voluntarios, que son trabajadores sociales, personas que cursan la carrera de Relaciones del Trabajo, para acompañarlas de la mejor manera para que el trabajo pueda ser sostenido la mayor cantidad de tiempo posible.

--¿Cómo trabajan con las empresas para eliminar los prejuicios ante la llegada de una persona trans?

--Tenemos un campus digital donde las empresas pueden hacer un curso gratuito de cuatro videos de 15 minutos para saber cómo se prepara un entorno laboral para recibir a una persona trans. Además, lanzamos un curso en alianza con organizaciones trans de todo el país para que los municipios sepan cómo implementar el cupo laboral trans, también es gratuito y muy recomendable. Con las empresas lo que hacemos es trabajar la transformación cultural porque hablar de inserción laboral de personas trans en su espacio, cuando no han tenido en su mente, en su cabeza, tener una persona trans, irrumpe mucho en la vida de las personas, porque convivir con una persona trans no solo interpela la vida de esa persona sino la vida de quien rodea. Es importante preparar ese espacio para que no haya violencias. Analizamos toda la cultura laboral que es binaria.

--¿Surge la pregunta en torno a los baños para las personas trans?

--Pasa mucho cuando empezamos a trabajar. Y volvió la pregunta a partir del DNI no binario. Recomendamos resolverlo de la forma más amable. Que no hagan cargo a la persona trans de una modificación; que sea una decisión de una transformación de la cultura de la empresa y no porque entró una persona trans vayan a modificar los baños.

--¿Qué tipo de trabajos les están ofreciendo?

--Cuando capacitamos a una empresa, teniendo en cuenta lo que es una cultura inclusiva, les proponemos que para las personas trans se bajen los requisitos a lo mínimo indispensable, justamente para poder darles oportunidad a aquelles que no tienen esa preparación formal no porque no quisieron estudiar sino porque la sociedad las expulsó de la educación, de la salud, de la familia, del barrio, y durante muchos años no pudieron acceder a esos derechos y recién ahora se está empezando muy de a poquito, más en la ciudad de Buenos Aires, menos en las provincias, a darles las oportunidades. Y se encuentran con perfiles maravillosos.

--¿Cómo son los perfiles de postulantes?

--Tenemos más de 2 mil perfiles de personas trans, que van desde profesionales con títulos universitarios hasta personas que no terminaron la primaria. Obviamente el programa trata de ir siempre hacia esas personas que no tienen la posibilidad, porque quien tiene la preparación va a tener más rápido la inserción laboral. Trabajamos con el Hotel Gondolín, que queda en Villa Crespo, lo maneja Zoe López, y aloja a cincuenta compañeras trans en situación de calle. Esos son los perfiles a los que más les prestamos atención y más promocionamos para que tengan la oportunidad porque son los más difíciles de insertar, no lo vamos a negar, pero siempre trabajamos con las empresas para que entiendan que para una persona trans no se puede hacer ni la misma entrevista que para una persona cis ni poner los mismos requisitos ni mandar a una persona que no está preparada a hacer esa entrevista. Todo eso tiene que estar pensando para evitar la violencia que seguimos viviendo. Durante décadas los espacios de trabajo han demostrado que no nos querían, nos expulsaban, nos rechazaban. Ahora tienen que demostrar lo contrario. Tienen que acercarse a nosotres y decirnos: ahora decidimos empezar a trabajar con ustedes y demostrarnos que realmente hay una intención de no violentarnos.