Con mayoría de rechazos por parte de los vecinos y vecinas del barrio de Caballito, este lunes culminó la audiencia pública comunal que debatió el proyecto de "parque lineal" que el Gobierno porteño busca construir en ocho cuadras de la Avenida Honorio Pueyrredón. En la última jornada, los vecinos y vecinas volvieron a manifestar que la obra actualmente frenada por la Justicia generará caos de tránsito en la zona y advirtieron que la organización de la audiencia no garantizó la plena participación ciudadana. Además, reclamaron la creación de un verdadero parque público en el playón ferroviario de Caballito ante los argumentos presentados por el oficialismo de que la obra sumaría más espacios verdes.
La tercera y última jornada de la audiencia convocada por la Comuna N°6 comenzó pasadas las 9 de la mañana de este lunes bajo la dirección de Federico Ballán, presidente de la comuna. "La obra sumará superficie verde, peatonal y recreativo, en ocho cuadras de Honorio Pueyrredón entre Gaona y Neuquén, convirtiendo una sección de la avenida en un corredor verde con usos recreativas y áreas de descanso", dijo Ballán al abrir la jornada que se desarrolló en el salón de eventos de la confitería El Greco.
En concreto, con el proyecto se busca cerrar la mitad de los actuales carriles de la avenida --los que circulan en sentido norte-sur-- para crear una calle de convivencia y el parque lineal, que sumaría 9.556 metros cuadrados --0,95 hectáreas-- de superficie verde, mientras que las agrupaciones barriales piden que se realice un parque público en las 15 hectáreas del playón ferroviario ubicado junto al Club Ferrocarril Oeste. "Hace 20 años estamos pidiendo que en el playón haya un espacio verde. Es un lugar que ya existe, prácticamente abandonado y que modificaría de verdad lo que no va a modificar cancelar la avenida", dijo en este sentido la vecina Laura Llobera.
Del otro lado, también hubo exposiciones en favor del proyecto, que al igual que el discurso de Ballán se basaron en esa sumatoria de espacios verdes. Fernando Romero defendió la obra por sus "espacios de recreación", mientras que Gerardo Loreto afirmó que "el parque lineal está generando un cambio en la contaminación y el ruido, necesitamos espacios verdes por la sobrepoblación de Caballito".
"¿Quién puede estar en contra de sumar espacios verdes? Pero la saturación del barrio tiene que ver con la locura de construcción inmobiliaria, en particular en Honorio, que era una avenida de casas y hoy es una muralla de torres", respondió Manuel Saralegui, integrante del Consejo Consultivo comunal, quien propuso, además de utilizar el playón ferroviario, "comprar pequeños lotes en desuso y hacerlos espacios verdes". "La avenida está en excelente estado, con plantas, con veredas amplias, ¿qué necesidad hay de gastar dinero en esta obra inoportuna?", aseguró por su parte Ricardo Lasca, quien habló en nombre del Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos.
Lasca planteó otro de los puntos que genera rechazo en los vecinos y vecinas, como los problemas de tránsito que podría generar la obra: "Van a desviar todo el tránsito a calles laterales y a generar congestión", señaló, mientras que Carlos Feldman precisó que la avenida "es una vía importante que recoge tránsito de otros barrios, no solo afecta a Caballito. El desvío se hará por las pocas calles que tengan la misma orientación, Rojas, Hidalgo y Martín de Gainza, que hoy son calles chicas, tranquilas, y que se van a ver rebasadas".
La obra, que había comenzado en enero de este año, está frenada por la Justicia porteña desde febrero, luego del amparo presentado por las agrupaciones barriales que se manifiestan contra el proyecto desde su anuncio en septiembre de 2021. El fallo de origen fue confirmado por la Justicia de Cámara, que consideró que es la Legislatura y no el Poder Ejecutivo quien debe aprobar proyectos de este tipo, conformados por lo que el Código de Tránsito y Transporte califica como "calles de convivencia". "El texto del Artículo 6.9.6 no admite alternativas: el carácter de calle de convivencia de una arteria o tramo debe disponerse por ley", escribieron en esa resolución los camaristas Horacio Corti, Gabriela Seijas y Hugo Zuleta.
"Esta audiencia fue realizada gracias al amparo que presentamos los vecinos de Caballito", advirtió en este sentido la vecina Fabiana Martínez, quien se presentó como arquitecta, sobre la demora de la Comuna en convocar a la audiencia, que empezó casi nueve meses después de anunciada la obra. Lasca fue aún más duro en este sentido y consideró que la audiencia "es un formalismo, un nefasto show que se monta para burlarse de los vecinos y vecinas. Esto debería ser debatido en el ámbito de la Legislatura y con la participación activa de los vecinos de Caballito y de otros barrios que se ven afectados".
Otro de los reclamos de las agrupaciones, que el jueves pasado realizaron una marcha ante el inicio de la audiencia, se centra en la elección del horario de las jornadas. "Que sea día laborable a la mañana es un disparate, no me parece que se le pueda llamar audiencia pública, pareciera más una formalidad", aseguró el vecino Daniel Laski. La propia Ley de Comunas de la Ciudad establece que las audiencias comunales tienen que realizarse en horario vespertino para garantizar la participación de todos y todas. "La participación popular de los vecinos en la toma de decisiones es imprescindible para cualquier proyecto en cualquier ciudad del mundo. No puede ser que una obra sea un capricho del jefe de Gobierno, los dueños de la ciudad son los vecinos", cerró en este sentido Laski.