El Tribunal Oral Federal N° 2 de Salta condenó a José Benjamín Zavalía a la pena de 4 años y 2 meses de prisión por el delito de transporte de estupefacientes. La pena se completó con una multa de 475 mil pesos, más las costas del proceso y el decomiso de dos teléfonos celulares.

Zavalía fue condenado por un trasporte de casi dos kilos de cocaína por encomienda, desde la ciudad de Orán, en Salta, a Santiago del Estero, donde la fue a buscar el ahora condenado, que es hijo del ex senador nacional José Luis Zavalía, y también socio gerente de la firma Logística y Transporte Zu SRL. 

La sentencia, dictada el martes útlimo por el juez Domingo Batule, responde a la acusación sostenida en el juicio por el fiscal general Eduardo Villalba, quien dio por probado el transporte de 1.929 kilogramos de cocaína dentro de un televisor Smart.

El 9 de diciembre, un hombre envió desde la terminal de ómnibus una caja con el televisor, en cuya parte interna llevaba cuatro paquetes con la droga. La encomienda iba dirigida a Zavalía, además de una carga de cubiertas de vehículos.

Pero al día siguiente, ya en viaje la encomienda, en un puesto de control en el acceso a la ciudad de Salta, al examinar el paquete con un scanner, personal de la Dirección General de Aduanas y de la Policía de Salta detectó objetos extraños en la caja en la que iba el televisor. Encima, un perro antinarcóticos marcó la misma encomienda durante una requisa. Esta parte del procedimiento, se realizó con la presencia de dos testigos que en el debate confirmaron este detalle y el hallazgo de la droga dentro de la caja del televisor. 

En lugar de retener la encomienda, los investigadores solicitaron autorización para hacer una entrega vigilada, y así detuvieron a Zavalía el 11 de diciembre al mediodía, cuando se presentó a retirar el paquete.

Los testigos reconocieron la caja con el televisor donde iba la droga. 

En el juicio, el fiscal Villalba y la auxiliar fiscal Roxana Gual, ratificaron la acusación y presentaron como prueba las testimoniales, audios, mensajes, pericias y otros documentos.

“Quedó claro cómo se organizó el transporte, del cual participaron la persona que envió la encomienda, otros implicados que tuvieron roles en la organización y Zavalía, quien se presentó en persona a buscar la droga”, sostuvo el fiscal. Y aseguró que “con la guía para retirar la encomienda en mano del acusado, el hecho ya está probado”.

"Metí dentro del tele las cosas"

A pesar de ello, el fiscal repasó otras pruebas, como parte de los audios y mensajes extraídos de su teléfono celular.

Entre ellos, señaló un mensaje enviado por un proveedor días antes del envío de la encomienda. “Ya arrancó. Y no paramos más ahora, ñaño, depende de cómo lo hagamos”, decía. El fiscal explicó que hacía alusión a la empresa delictiva que habían iniciado.

Señaló que en otro mensaje, enviado por Zavalía a otro implicado, identificado como Fernando Aráoz, se advierte su ansiedad por recibir la encomienda: “Hermano, no me dé tantas vueltas… me va a volver a hacer perder tiempo si no, no se comprometa las cosas (...), es un simple paquete de zapatillas”, reclamaba el ahora condenado.

En otra comunicación “Fer” informaba a Zavalía: “Armé espectacular la encomienda”. “Es un tele. Lo desarmé al tele, mano, metí adentro del tele las cosas”, “Es un tele nuevo. Lo volví armar, le puse los tergopoles que traen y le mandé una banda de film”. "¿Entonces es un televisor? Posta”, consultaba Zavalía y Fer lo confirmaba: “Está bien hecho. Pero mucho mejor si no lo abren porque quedó medio inflado de atrás el tele. No se nota mucho pero mejor si no lo ven”.

En cuanto al nivel de involucración de Zavalía, el fiscal recordó que en otro cruce instruyó a su proveedor: “El sábado comunicate XXX (otro proveedor), él te alcanzará, te mando dólar o con pesos solucionás”. “Si es pesos cuanto mejor, te transfiero”, a lo que Fer respondió pidiendo dólares. 

Villalba también repasó otra comunicación en la que Zavalía se muestra molesto por la demora en el envío de la encomienda. “No me hagan perder tiempo, quiero mandarte el dinero así sigamos trabajando, ahora va a haber plata hoy y mañana se cobra y el 21 aguinaldo”, en alusión a los potenciales compradores de la droga. 

También resaltó que Zavalía le pidió a un amigo que fuera a retirar los paquetes despachados de Orán, para lo que lo instruyó: “cualquier cosa, vas de parte del senador nacional José Luis Zavalía”, en referencia a su padre, que también fue intendente en la ciudad de Santiago del Estero, entre otros cargos públicos que desempeñó. Sin embargo, el amigo no pudo retirar el paquete porque solo podía ser recibido por el destinatario con su DNI. 

Con estas pruebas y otras, el fiscal insistió en que la actitud de Zavalía no era pasiva, sino bastante activa, incluso con voz de mando, y para esto puso de ejemplo otro mensaje, con un distribuidor que estaba en deuda con él: “Está bien amigo, a mí no me interesa ir a la casa de tu hija, sobrino, tu mami, no me interesa, lo que necesito es verte y cobrar lo que me debés… no es que te estoy amenazando con tu hija, ni nada por el estilo porque yo no soy así, simplemente voy y toco el timbre donde tengo que tocar, en el caso tuyo es a vos, entonces dejemos de mal entendidos, y de tomar mal las cosas”.

Discusión por un planteo 

La fiscalía también puso énfasis en afirmar que el personal de Aduana actuó correctamente al abrir la encomienda, lo que permite el Código Aduanero en su artículo 123.

Con este argumento, el fiscal respondió a un planteo de nulidad de la defensa de Zavalía que finalmente fue rechazado por el juez Batule, quien compartió el razonamiento de la fiscalía. “Estoy seguro de que el procedimiento fue regular”, afirmó. “No veo ninguna afectación de sus derechos, como así tampoco advierto afectada su intimidad ni se trató de ninguna invasión a su privacidad”, agregó.

El juez también compartió los argumentos de la fiscalía sobre la responsabilidad del acusado. Y destacó, entre otras cuestiones, el diálogo que mantuvo Zavalía con un distribuidor deudor. “Usted le proveía y le reclamaba el dinero”.“Quedó corroborada su responsabilidad”, concluyó dirigiéndose al empresario.

Como en Salta se aplica el nuevo Código Procesal Penal, una vez resuelta la responsabilidad, el fiscal requirió 4 años y 6 meses de prisión efectiva para Zavalía, incluso solicitó su detención, quien llegó a juicio en libertad.

Villalba reclamó que se aplique la ley, dado que consideró que Zavalía gozó de una situación de privilegio al transitar la mayor parte del proceso en libertad, a diferencia de otros casos que llegan a juicio. “Se siente una víctima, cuando para nada lo es”, aseguró.

También rechazó que dictara el mínimo de la pena, afirmando que esa posibilidad es para personas que están en situación de vulnerabilidad, "Este, claramente no es el caso. No se puede pasar gato por liebre”, agregó. Acusó a la defensa de hacer una "defensa clasista", dijo que los argumentos fueron parte de una sobreactuación. “No es vulnerable, él impartía órdenes e incluso se mostró amenazante con un distribuidor”, puntualizó.

En cuanto al daño a la salud pública, sostuvo que “Se trata de cocaína de alta pureza, la que equivale a 14.837 dosis, dirigidas a causar un grave daño a la misma cantidad de personas, lo cual también debe tenerse en cuenta”, afirmó.

El juez volvió a coincidir con la fiscalía, aunque fijó la pena en 4 años y 2 meses, que deberá ser cumplida en una unidad carcelaria del Servicio Penitenciario Federal, pero decidió mantener la libertad hasta que esta sentencia quede firme.