Norberto Palese, conocido popularmente como "Cacho" Fontana, falleció este martes a los 90 años, un día después de la muerte de su exesposa y madre de sus hijas, la actriz y presentadora Liliana Caldini, con quien tuvo una relación de más de una década.
El histórico conductor y locutor radial tuvo una vida amorosa que en muchas ocasiones llamó la atención de los medios, tanto por su figura como la de sus pretendientes. Antes de saltar a la fama y con tan solo 23 años, Cacho se comprometió con Dora Palma, una locutora que era también su compañera en la radio. Se casaron en 1954 y al poco tiempo nació la primera hija del conductor, Estela Nieves. En 1956, tras dos años de convivencia y cuando él ya se estaba convirtiendo en la voz emblemática de Radio El Mundo, la pareja decidió separarse.
Beba Bidart fue una popular actriz, bailarina y cantante de tango. Cacho la conoció en un festival de música que se realizó en el teatro Presidente Alvear de la calle Corrientes. Ella era 8 años mayor que él y juntos vivieron en un piso sobre la avenida Callao, en el barrio de Recoleta. La pareja plasmó su amor en una unión civil concretada en Las Vegas y estuvieron casados durante 12 años. Al terminar la relación, ella admitió: “Siento por Cacho un gran respeto, lo sigo queriendo mucho. Además somos muy buenos amigos. Si él me necesita siempre me va a encontrar. Fue el hombre que más quise ¿por qué no reconocerlo? ¿Acaso no fuimos marido y mujer? Cuando el recuerdo es bueno, vale tenerlo en la cabeza y en el corazón”.
Cuando Cacho Fontana conoció a Liliana Caldini en enero de 1970, él transitaba los 38 años y ella tenía 17. La joven era la chica de tapa del momento y había logrado notable repercusión gracias a la publicidad de cigarrillos Chestefield. Caldini murió este lunes, 24 horas antes que Fontana.
Se conocieron en Radio Rivadavia cuando él la entrevistó por ser la protagonista de ese anuncio y por ser parte de Los Campanelli, el programa éxito de los domingos. Tras salir del estudio, se fueron a tomar una gaseosa a un bar cercano. Al otro día, ella recibió una docena de rosas.
Los rumores de romance comenzaron, pero ellos negaron la relación. En agosto, viajaron a Italia. En Argentina, la periodista Valentina, pionera del rubro de “chimentos”, informó que la pareja se casó en ese país. Cuando regresaron confirmaron que estaban de “novios”, ante una multitud de periodistas que los esperaba en el aeropuerto de Ezeiza.
Cuatro meses después, ella anunció: “Dejo la profesión. No tengo vocación. Soy la mujer de Cacho y quiero resguardar nuestra intimidad como algo sagrado. Tuvimos que pelear mucho por esto y ahora tenemos que defenderlo”. Luego de doce años “casi perfectos”, según palabras de la propia Caldini, la pareja decidió separarse en enero del 82.
Después de Liliana, llegó María Mañas a la vida de Cacho, una mujer que no tenía vínculo con el mundo del espectáculo. Si bien se conoció que el locutor estaba entusiasmado con esta relación, la misma terminó pocos meses después de conocerse en 1986.
En 1987 trascendió que el locutor mantenía una relación con Nancy Herrera, pareja de uno de sus amigos, Alberto Olmedo. Pese a que les sacaron fotos juntos, él negó este vínculo y explicó a la prensa: “Se van a reír pero espero que me crean. El Negro tenía un problema con su pareja y yo quería solucionarlo. Como no había lugar para encontrarnos, lo hicimos en el mueble (un hotel de alojamiento) y nos sentamos alrededor de una mesa frente a frente, con una copa de champán. Pero la cama quedó armada como al llegar. Cuando salimos, teníamos a todos los fotógrafos encima”.
A los 54 años, se lo vio a Cacho en Mar del Plata junto a la actriz y cantante de tango Noemí La Tana Rinaldi. Él dijo ante la prensa creer que “la relación será indestructible”, mientras que ella aseguraba ser “muy feliz” con él. Sin embargo, el verano terminó y no se supo nada más acerca de ese vínculo.
En marzo de 1989, cuando Cacho tenía 57 años, conoció a Marcela Tiraboschi, quien era una de las secretarias en el programa de Gerardo Sofovich. En octubre, tras meses de relación, la joven lo denunció por “incitación al consumo de estupefacientes y violencia física” y difundió imágenes en las que se la veía con moretones. Fontana comenzó un proceso judicial que duró cuatro años, del que finalmente fue sobreseído.
“Marcela Tiraboschi me hizo descubrir una posibilidad humana y personal que desconocía. Yo sé quiénes lo hicieron, sé cuánta plata hubo, puedo decir de todo para defenderme, pero no es el asunto. El tema es que estoy con el honor limpio. Dos personas del medio que no me querían me armaron una cama”, aseguró Cacho tiempo después. “Estuve cinco años guardado, sin salir de mi casa, por la vergüenza que sentí por el hecho del que se me acusaba”, agregó. Después de esa experiencia, no se le conocieron otros amores.