Quien haya visto al menos un fotograma de Dogville, de Lars von Trier, sabe que la escenografía y el espacio responderían más al teatro que al cine. Algo de esa arquitectura, pero en colores pasteles y con escenas más amables y floridas que las protagonizadas por Nicole Kidman, se pueden ver bajo una historia de desamor en clave trap en alguno de los tantos videos en los que Melanie Anton Defelippis participó como directora de arte.
A los veintisiete años, Melanie ya tiene su estilo tallado: "Soy medio de lo fantasioso, pero a la vez colorido; me gusta mucho lo que son los mundos extraños y no conocidos", dice. Estudió Imagen y Sonido en la UBA y, mientras se preparaba para recibirse en 2018, empezó a trabajar en el área de arte de videoclips, llegando con los años a ambientar y crear escenografías para Duki, Cazzu, Dillom, Bizarrap, Nicky Nicole, C. Tangana, Nathy Peluso o YSY A, pero también para Abel Pintos o Las Pastillas del Abuelo, entre otros proyectos.
Al año siguiente de recibirse creó Dajaus, un estudio de realizaciones escenográficas para videos, junto al diseñador industrial Agustín Jauregui. Entre el diseño cromático y el armado de estructuras, le dieron forma a un estudio donde también dan charlas y cursos, creciendo y sumando a más personas en el equipo. Así, llevan hechos más de 200 videos musicales de la escena local e internacional.
"Estaba todavía terminando la carrera en FADU, y de novia con Agustín, y él hacía muebles a pedido desde el garaje. A veces lo ayudaba, mientras empezaba a trabajar en estos videoclips que eran cada vez un pelín más grandes. Y en eso surge la posibilidad de estos videos de Jimena, que hasta ese momento no había lanzado su música, su veta de cantante", cuenta. La cobra, de Jimena Barón, fue uno de los primeros que grabó como directora de arte. A partir de ahí, todo fue escalando. "El primer vídeo, así como muy grande, pero muy grande, que hicimos fue Duele, de Tini, cuando justo estaba terminando la pandemia", recuerda un nuevo hito.
Melanie se basa en los encuadres y en el color, también en las simetrías o líneas y puntos de fuga. "Siento que todos esos recursos chiquitos cuentan un poco más de todo. También soy muy de lo vintage, hay algo que generalmente inspira desde las épocas pasadas que me encanta, como desafiarme a crear algo que se asemeje a determinada época", dice.
Lo que busca es dejar su impronta sin descuidar la del artista. Y pone como ejemplo el hecho de haber trabajado con Abel Pintos, con más de 25 años de carrera, pero también con María Becerra y otros artistas que surgieron fuertemente durante la pandemia. "Mantener eso es un desafío. De ahí muchas veces surgen las ideas, o el buscar y rebuscársela para decir 'OK, mezclo esto con esto, pero quiero llegar a esto', y se arma un diagrama de donde salen cosas muy lindas. En mi caso hay algo en el color o en la psicología del color o en la teoría del color que me suele inspirar mucho a la hora de plantear una escenografía nueva, como pensar cuál va a ser el color predominante.
► A rodar mi vida
El año pasado, la diseñadora trabajó en España junto a Agustín en la dirección de arte de La piedad, la próxima película de Eduardo Casanova, producida por Alex de la Iglesia, que se verá en Netflix. "Estuvimos viviendo en Madrid como tres meses, fue un flash. Venir del ámbito del videoclip y de la publi, y pasar a hacer una película, encima en España, con decorados construidos con esa gente... Ahora estamos a la espera de que se estrene, porque de verdad que fue algo mucho más grande", dice.
Por otro lado, hace dos años, junto con Sol Schostik, Melanie creó Bebas, una productora audiovisual que busca fomentar la inclusión de mujeres en el mundo audiovisual, donde buscan armar equipos de rodaje con mayor cantidad de mujeres.
"Durante muchos años, en sus videoclips muchos artistas musicales pusieron a la mujer en un lugar muy de objeto, machista, sexista y horrible, que de a poco está cambiando. Los videoclips ahora son más artísticos, más cinematográficos, más visuales, y se alejan de esta cosa de querer vender o ganar views con el cuerpo de una mujer."
En ese sentido, reconoce respecto a sus primeros trabajos: "Durante muchos años fue así, sobre todo en lo que tiene que ver con música más urbana. Y estos videos, con los que yo arranqué, donde en algunos no sólo no me gustaban estéticamente lo que estaba haciendo, sino que no me gustaba el mensaje que estaba dando el artista o la canción", dice. Aunque rescata la experiencia y la posibilidad de aprender.
--¿Cómo viven esa posibilidad con Bebas?
--Es muy importante porque es como tomar un lugar que siempre estuvo hecho por hombres. Entonces, cuando una mujer o un grupo de mujeres toma un lugar, también le pone su punto de vista y afortunadamente eso está cambiando. Y es un poco también como una responsabilidad de plantar bandera. Somos mujeres, vamos a darle otra visión a todo esto que viene siendo siempre tan del mundo machista.