La OTAN lanzó formalmente el proceso de ratificación de las demandas de adhesión de Suecia y Finlandia, que sigue contando con el cuestionamiento de Turquía, además de ser uno de los reclamos que Rusia pone entre los principales fundamentos de su invasión a Ucrania. "Es un buen día para Suecia y Finlandia, y un buen día para la OTAN", dijo el secretario general de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg, durante la ceremonia.
De acuerdo con Stoltenberg, "con 32 naciones alrededor de la mesa, seremos aún más fuertes y nuestra gente estará aún más segura, mientras enfrentamos la mayor crisis de seguridad en décadas". La OTAN, agregó el funcionario noruego, "permanece abierta a las democracias europeas que desean contribuir para nuestra seguridad colectiva".
El canciller de Finlandia, Pekka Haavisto, agradeció el "apoyo de la alianza a la membresía" de su país y dijo que espera "un rápido proceso de ratificación". Por su parte la canciller de Suecia, Ann Linde, dijo que "la firma de los protocolos de adhesión son un paso importante hacia nuestra membresía plena".
Aunque el gobierno de Recep Tayyip Erdogan accedió a permitir la firma de los protocolos, se reservó al derecho de bloquear la adhesión. Los cuestionamientos de Turquía se sustentan en que Suecia concede refugio seguro a personas que el gobierno de Ankara considera terroristas, y para eludir el veto, el país escandinavo prometió extraditar a 73 de esos ciudadanos turcos.