En un artículo publicado en la revista especializada The American Journal of Clinical Nutrition, investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard (Estados Unidos) concluyeron que la "dieta mediterránea" puede reducir el riesgo de fragilidad corporal, que ocurre en el 10-15% de los adultos mayores.
Al respecto, el director de la carrera de nutrición de UADE, Diego Sivori, explicó en AM750 que esta dieta es la que se consume por naturaleza alrededor de toda la cuenca mediterránea.
Qué es la dieta mediterránea
"La dieta mediterránea predispone el consumo de alimentos basados en productos naturales, frutas y verduras. Además, se le da mucha importancia a lo que tiene que ver con el aceite de oliva, las uvas, las aceitunas y a lo que tiene que ver con la comensalidad", ejemplificó Sívori.
Y agregó que también incluye "disfrutar del momento de la comida", de los frutos secos, las semillas, algo de yogur, pescados y algo de legumbres.
"Por último, y en pocas cantidades, alimentos procesados, carnes rojas, papas y dulces", dijo.
De esta manera, explicó, se promociona el consumo de alimentos naturales en detrimento de los procesados y, por otro lado, toda la gama de antioxidantes que tiene la dieta mediterránea.
El profesional también señaló que "nuestro cuerpo va envejeciendo a la intemperie", con lo cual en la dieta mediterránea "lo que hacemos es robarle a las plantas esos antioxidantes que nosotros no fabricamos y por eso tenemos un cuerpo un poco más longevo".
En tanto, expresó que "el agua es fundamental en todos los procesos del cuerpo" por lo que recomienda "dos a tres vasos de agua, luego infusiones, frutas y verduras, que son fuente de hidratación anexa".
En este sentido, para derribar mitos, Sívori agregó que "el café, el té y el mate colaboran a la hidratación porque el porcentaje de diuresis, contra lo que hidrata, es ínfimo".
Además, el nutricionista recomendó tomar agua regularmente, pero es entendible que los niños y adultos mayores "se olviden", por lo que, apuntó, "un hábito se crea por repetición". Y en el caso de los ancianos, puede ayudar tener la fuente de hidratación cercana arriba de la mesa, siempre fresca.
Por último, Sívori manifestó que "lo mejor" es tener una alimentación variada, multicolor, "cinco colores por día" y que "lo peor" que se les puede hacer a los huesos es cambiar un ejercicio de fuerza por uno aeróbico.
"Los huesos necesitan resistencia, necesitan levantar cosas pesadas para generar un poquito más de vida y de fortaleza", concluyó.