Tras un mes de juicio oral por el homicidio de Marcos Guenchul, la Justicia dictó dos condenas a 20 años de prisión, y la absolución de Priscila Denoya, con quien la víctima tenía una hija en común. La mujer llegó a juicio oral con Caio Soso -padre de su hija más pequeña-, quien resultó penado como autor intelectual del delito de homicidio calificado con dolo eventual. El mismo monto de la pena recayó sobre Maximiliano Panero, acusado como el autor material de los disparos que terminaron con la vida de Guenchul a la salida del gimnasio donde trabajaba, hace casi tres años. La Fiscalía adelantó que apelará la decisión del tribunal, ya que en su acusación pidió tres penas a prisión perpetua y apuntó a que el motivo del hecho tuvo que ver con el conflicto que la víctima mantenía con la madre de su hija. La familia de Marcos se manifestó disconforme con el fallo. A la salida hubo corridas e insultos. Afuera del Centro de Justicia Penal había manifestaciones con pancartas. Algunos pedían Justicia por Marcos y otros clamaban que "Priscila es inocente".
La noche del 23 de julio de 2019, Guenchul salió de trabajar en un gimnasio y se dirigía a tomar el colectivo cuando fue abordado en Mendoza al 4900 por un hombre armado, que le disparó. Por el hecho fueron detenidos los tres acusados. El fiscal Adrián Spelta imputó a Soso y Priscila como la pareja que instigó el homicidio, que consideraron planificado; y Panero lo sindicaron como el sicario. En el inicio del debate, Fiscalía señaló que el motivo del hecho fue "el conflicto previo de Priscila con Guenchul, y la intervención de su actual pareja (Soso) para poder resolverlo, y que él dejara de pedirle e instar para ver a la hija que tenían en común".
Ayer, al dar el veredicto, el tribunal integrado por Facundo Becerra, Mariano Aliau y Carlos Leiva, indicó que las dos condenas fueron una decisión unánime; mientras que la absolución por el beneficio de la duda para Priscila, fue por mayoría (Leiva votó en disidencia).
En cuanto a Soso, los jueces entedieron que "fue el instigador de la acción emprendida por Panero e incluso tomó parte en su ejecución. El plan trazado por Soso, considerando la modalidad de abordaje a la víctima, la duración del mismo, los rastros evidenciados en la escena del hecho, la trayectoria del disparo fatal, la frase oída por un vecino, las conductas posteriores y demás pruebas, convencen de que la intención era amedrentar a la víctima. Sin perjuicio de ello, la posibilidad de que se produjera el resultado que finalmente ocurrió era una alternativa que Soso se representaba y aceptaba como posible", indicaron sobre la pena bajo la figura de "homicidio agravado por ser cometido con arma de fuego, con dolo eventual".
En relación a Panero, concluyeron que "emprendió el accionar encomendado, y en algún momento de la secuencia decidió disparar a Guenchul en zonas letales, por lo que su conducta queda abarcada por el dolo directo de homicidio agravado por uso de arma de fuego", y también le dieron 20 años de pena.
En cuanto a la acusación contra Denoya, Becerra y Aliau consideraron que "no se llegó al grado de certeza necesaria para considerarla partícipe del homicidio". Y agregaron: "Si bien se aprecia que su conducta posterior es claramente demostrativa de un encubrimiento de delito especialmente grave y en todo caso merecedora de un severo reproche, la misma no fue materia de la acusación y los indicios producidos en el debate no son suficientes para despejar dudas respecto de la participación que se le atribuye en el homicidio". Para los magistrados, "al sopesar la prueba, los datos objetivos y duros, se entrevén otras posibilidades o explicaciones igualmente plausibles que las propuestas por los acusadores. La imputación dirigida a Denoya de haber participado en el plan delictivo, no alcanzó la certeza necesaria, por lo que corresponde su absolución por el beneficio de la duda".
Ante esos planteos, los fiscales indicaron que apelarán, aunque pidieron esperar a ver los fundamentos completos de la decisión (que se presentarán en los proximos días) para dar más detalles, ya que también apuntaron a que el voto del tercer juez consideró que sí había "prueba suficiente y fundante" en su contra. "Sorprende el voto tan dispar entre dos de los jueces y un tercero que sí logró ser convencido de la cantidad de evidencia. También llama la atención que no hayan recepcionado la prueba en relación a la promesa remuneratoria que la fiscalía entendió que existía", planteó Spelta.
La fiscal Gisela Paolicelli recordó que en una audiencia, Soso "intentó despegar a Denoya y tratar de convencer al tribunal que él tenía su propia motivación, y que ella no había participado ni tenía conocimiento. Nosotros creemos que con evidencia pudimos desvirtuar eso, pero evidentemente dos jueces no lo consideraron así".
Marcela Ontiveros, la madre de Guenchul salió disconforme: "No esperábamos esto, sino la perpetua para los tres. Estoy defraudada. Se expusieron muchas pruebas. Nunca pensé esto. Lo vamos a apelar. No tenemos una buena justicia", dijo.
La absolución de Priscila se da luego de más de dos años y medio de prisión preventiva efectiva. En diciembre de 2021, la Cámara Penal confirmó esa modalidad, pese al pedido de su defensa para que le den domiciliaria, por tener dos hijas pequeñas. Ayer, su padre apuntó contra la Justicia de Familia y dijo que "se violó una presunción de inocencia", en relación al capítulo sobre la guarda provisoria de la niña (hija de Guenchul), que está con la abuela paterna; y reprochó que su hija no pudo ver a la nena entre agosto de 2020 y noviembre de 2021. "Desde el 19 de diciembre de diciembre de 2019 estuvo detenida y la veía una vez por semana, se la llevábamos a la unidad. Desde el 11 de agosto de 2020 hasta noviembre del año pasado, no la vio y se le negó la posibilidad de un llamado el día de la madre. Este último tiempo la volvió a ver", dijo. Y aseguró que "es una brutalidad lo que pasó en Familia", sobre el caso que lleva la jueza Ana Galetto.
Sobre los padre del Marcos planteó: “No le puedo decir nada a Marcela y a Darío. Solo se que están equivocados”. Y habló sobre la cuestión social en torno al caso: “Hay una asimetría de poder. La fuerza de las redes sociales, algunas personas de los medios de comunicación y el poder de la Fiscalía lo se hacen muy difícil para a una persona como mi hija".
La madre de la joven también habló: "Nos callamos durante este tiempo. A mi hija la agredieron de la peor manera", lamentó la mujer.