La justicia rosarina admitió en los últimos días un recurso de amparo presentado por la asociación Civil “Carlos Bocacha Orellano” que busca suspender las obras concretadas por la firma OBRING S.A. en la desembocadura del Arroyo Ludueña. La medida contó con el apoyo de organizaciones socioambientales de la ciudad (Multisectorial Humedales y Taller Ecologista) e investigadores de la U.N.R. (Cátedra de Antropología Económica de la FHyA y GEA de Agrarias) y del Conicet. El amparo adjunta un informe técnico que pone en debate el impacto ambiental de las obras que la desarrolladora está realizando en la desembocadura del arroyo, en la zona norte rosarina.
El amparo presentado es la continuidad de varios pedidos que se vienen realizando desde el 2020 en relación a la concesión que tiene la empresa sobre el espacio público. "La última solicitud se realizó en el mes de Mayo a la Municipalidad de Rosario, al Concejo Municipal y al Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Santa Fe para que respondan a un pedido de informes de impacto ambiental que tendría que haber presentado la empresa antes del inicio de las obras, que no aparece en ninguno de los documentos presentados por la Municipalidad, y que, en el caso de que el informe no se haya hecho en tiempo y forma, se suspendan las obras como corresponde legalmente" explicó a Rosario/12 Edgardo Orellano, padre de Bocacha , víctima de un crimen en el boliche Ming.
Munido de distintos documentos, Orellano aseguró a este diario que "se considera que el impacto negativo que tienen las obras implican una grave alteración y daño ambiental, definitivo e irreparable, por cuanto a simple vista se advierte la ejecución de obras de modificación de las barrancas, movimientos de suelos, socavación de las paredes de la barranca, construcción de pilotes sobre el lecho del arroyo, dragado, construcción de terraplenes hacia el interior del arroyo y hasta el centro del mismo, obstruyendo de esta manera el cauce natural de las aguas hacia la desembocadura en el Río Paraná, afectación del paisaje y del lecho del arroyo, acelerando irremediablemente los procesos erosivos y afectando la escorrentía natural de la zona".
Para el titular de la ong demandante "todos los daños y consecuencias se suman al incumplimiento de todos los plazos asumidos por la empresa desde que tiene la concesión en el año 2011, por lo cual es preocupante el silencio del Ministerio provincial y sobre todo del ejecutivo Municipal, ya que es quien debe decidir los destinos de un espacio público fundamental para la ciudad bajo una concesión irregular".
Mientras tanto, la empresa siguió avanzando con las obras que incluyeron la tala de un pequeño bosque perteneciente al humedal urbano del Arroyo. "Sólo el Concejo Municipal se hizo eco del pedido recibiendo a quienes realizaron el pedido en la Comisión de Ecología y planteando la posibilidad de debatir el tema el jueves 7 de julio en el pleno del Concejo, aunque el debate dependerá de la voluntad política de quienes dicen representarnos" agrega Orellano.
De igual manera, el militante social recordó: "Nos parece fundamental discutir la importancia y destino del espacio público, teniendo en cuenta que, en franca oposición al daño causado por las obras, nuestra Asociación Civil cuenta con una propuesta para mejorar la vida de las familias de pescadores y de las isleñas e isleños en general con el 'Puerto público de pescadores', cuya factibilidad fue aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante a fines del año 2020".
El arroyo Ludueña constituyó históricamente el contacto con el continente para las poblaciones insulares, quienes lo han utilizado desde siempre con múltiples propósitos, los que trasuntan por el amarradero público de sus embarcaciones y la venta de los pescados que constituyen su principal fuente de subsistencia, la posibilidad de un acceso seguro y rápido a los servicios de salud, aprovisionamiento de enseres vitales, realización de trámites, y utilización de la bajada pública para todo ello; bajada que fuera eliminada por la empresa hace algún tiempo en el marco de las obras denunciadas.
Según argumentaron sus presentantes "la interposición del amparo ante la justicia constituye un paso más en la defensa del espacio público y de nuestros bienes comunes. Exigimos el fin de la destrucción, contaminación y la apropiación privada de un bien público, que debe ser de uso colectivo de la ciudadanía y la comunidad de pescadores de Rosario. Salvemos el arroyo Ludueña del desastre ambiental, para nosotros, y para las generaciones futuras".